22 febrero 2006

el hilo entre los dos Danones


La niña continua embarazada, mi niña, y ya pronto va a dejar de estarlo, quizás en un par de días. Mi niña, que no es mi niña en el otro sentido, pero que sigue siendo así... bueno,que está y sigue embarazada.
Cuesta pensarlo de vez en cuando que se venga con H (el susudicho) dentro de poco, me siento tan lejos algunas veces de todo esto, aunque ella intenta y hace que esté más cerca, tirando de la silla para que escuche bien la conversación, quizás porque ella es ese hilo conductor que nos tiene ligados, ese hilo invisible que nos conecta con el tiempo y la distancia, como cuando eras pequeño y cogías dos yogures Danone y los unías por un hilo, creando una especie de telefono, cuando realmente la cosa era que oías a la otra persona por lo cerca que estaba. Ella es mi Danone en la distancia, y ahora, ese Danone, va a traer a otro pequeño Danone al mundo, va a hacer de ella dos, la cosa es que nunca me costó querer a mi Danone, así que menos me va a costar querer a este otro (porque ya sabemos que ese pequeño Danone será niño, aunque no se vaya a llamar como este Danone que escribe).
Miro y remiro las fotos y la reconozco, la reconocería en cualquier parte, es la misma, aunque tenga otro Danone, este lleno de sorpresas y de nuevos sabores, y me pregunto tantas cosas sobre él, me pregunto incluso si algún día llegará a leer esto, ¿qué pensará de ella?, ¿la querrá tanto cómo la quiero yo a ella?, ¿o solo será la madre coñazo que no le deja hacer nada?. No se sabe. ¿Cómo serás H?, ¿cómo vas a entender este mundo?, ¿cómo soñarás?, ¿soñarás las mismas cosas que siempre ha soñado tu madre?, ¿serás ese hombre que la querrá incondicionalmente el resto de su vida, tal y como dijeron una pitonisa hace años en el Retiro de Madrid?. Mi niña está embarazada y yo sueño con muchas cosas. Sueño con que ella sea felíz y libre, sueño con que sea amada y querida, sueño con que nunca cambie para mí, que sea siempre mi niña, esa luz que apareció en mi vida hace tantos y tantos años, esa luz que ahora trae una linternita. Me siento afortunado de esciribir estas palabras, quizás porque sé que me las creo, que es más importante, saber que existen personas así en mi vida y que yo pueda pertenecer a ellas, como pertenezco a O, como crea en mi otra interferencia y se conecta sigilosamente, creando un nuevo universo entre los dos, uno en el que siempre me tiemblan las rodilas y el corazón no deja de bombear.
Espero que el pequeño Danone de mi niña me de el placer de ser así de especial, y que yo lo pueda ser también para él, aún así tiene buenas referencias... toda la luz que llena de vida su madre.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Joder, joder, que bonito, que bonita la foto, el texto, todo. Me he emocionado mucho leyendo esta entrada, ya soy un incondicional de tu blog pa los restos. Un abrazo.

María Esquitin dijo...

Me has hecho llorar. Felicidades.Por cierto¿qué tal tus dos danones?.

M dijo...

mis danones están muiy bien, muy bellos, muy para siempre y mi corazón se pone a latir al unisono, porque salta cuando está con ellos...
Me emociona que te emocione...