13 abril 2010

¡A la calle!

"Tú, si tú... tú: ¡fuera!, ¡a la calle!"
lo dificil de ser profesor de español no es explicar cómo funciona el subjuntivo o por qué tenemos tantos tiempos en el pasado en español, es estar en una clase con adolescentes que hablan continuamente en checo y que pasan de lo que estás diciendo o haciendo, es no poder hacer lo que hacían contigo en clase cuando eras estudiante y dabas la lata: echarlos a la calle.

Y quedarse agusto, y mirar a los demás invitando a ver quién se quiere ir a hacerle compañía.
Yo recuerdo más estar en la calle que en clase, de pequeño y en el instituto (ya más alto pero no se si igual de pequeño) me daban unos ataques de risa insoportables, empezaba a reir y no paraba, no podía parar, tenía la sensación de explotar y esa sensación me oprimía todo el cuerpo, hasta que llegaba un momento que me descubría rojo y medio llorando. "¡A la calle!"
Hubo unas cuantas veces incluso en las que me levanté directamente, antes de que dijeran nada y me iba directamente, los dos lo teníamos asumido, tanto el profesor como yo, por mi parte me costaba mucho evitarlo, por la suya pensaría que tenía un alumno subnormal y que no tenía ganas de aguantarlo en clase.

Ahora, todo esto y como otras tantas cosas, se vuelve contra mí.
Es el karma, tiene que ser el karma....