27 octubre 2007

Praha. Vol. 6.: Una guiri, un expatriado y un nuevo checo de cumpleaños...

I write to you – no more confession
is needed, nothing’s left to tell.
I know it’s now in your discretion
with scorn to make my world a hell
."
Oneguin



Klcanska 21. Kobylisy. Praha








Oscar vino, volvió a su Praga, a la que dejó, pero ahora diferente, igualmente se le metía la nostalgia hasta por los poros, miraba hacia los lados quizás haciendo memoria de momentos exactos, pero no de las calles, no de la gente, no del aire ni nada por el estilo. volvía a la que fue su ciudad. es curioso lo que los lugares pueden crear en una persona, lo que dan y lo que dejan. Infectan y enferman, y cuándo esa infección y esa enfermedad son de las buenas... son como subidones y hasta montañas rusas.




Pero ya se fue, apenas pude estar con él, apenas pude hacer todas las cosas que quería hacer, compartir su Praga con la mía, a ver si sacabamos en conclusión algo, si del filtro salía algo que fuera, supongo, lo que somos los dos.



Rakel también vino, se ha quedado una semana, ha conocido a mi gente aquí, ha paseado por las calles, ha hecho miles de fotos, ha estado en el Cervantes y ha visto dónde trabajo, ha tenido tiempo de pasear por estas calles, atiborrarse de comida checa e incluso apuntarse a la última excursión a Kudna Hora, ha recopilado montón de momentos y ha traido una parte de Granada aquí, cosa que en algún momento se me hizo extraño, tampoco sabría explicarlo, quizás la idea de estar construyendo cosas aquí, la idea de olvidar al Marcos de allí (pero no a sus grandes amigos!!!), volvía algunas veces. Ella ha podido estar mucho más con Oscar, disfrutarlo un poco más, ellos se han reencontrado con sus cosas, con sus bromas, con sus imitaciones, y al verlos volvía todo otra vez, solo que yo estaba, en cierto modo... descolocaillo.



Y los dos se han marchado ya... a Oscar lo recogí en el aeropuerto y lo llevé al mismo, a Rakel fui a recogerla, pero no llegó y luego se ha ido ella sola hoy.

Y luego mi cumpleaños...



Fiesta sorpresa en el RADOX FX!!!!, un sitio que me gusta mucho, una especie de restaurante vegetariano, que al mismo tiempo es pub y café y debajo hay una especie de "discoteca" mu moderna, que me gusta mucho, una reunión para cenar juntos, que acabó con la reunión de todos y una tarta checa con un 31 llameante, regalitos de los amigos, besos por todos lados y dedicatorias con palabritas que se han ido formando durante todo este tiempo, porque irremediablemente pasamos de unas palabras a otras sin darnos cuenta, y dónde había una relación más o menos normal, se mezcla el cariño y otras cositas más...







Muchas gracias: Alex, Rosario, Ana, Enrique, Alicia, Rosa, Guille, Manu, Isa...!!




Es un post raro, pasan tantas cosas, una detrás de otra... intento buscar las fotos, llevarmelas al curro para poder publicarlas con el texto, haceros partícipes de todas las cosas que van pasando, pero es dificil, los ajetreos son muchos, el cuerpo, la mente, la vida... todo se mueve, quizás porque todo sigue siendo nuevo y excitante, y es que si a la vida no le pones esos ingredientes... se queda rara...



Me faltan aún fotos por poner!!!... sobre todo las de Rakel, a ver si voy trayendo unas cuantas más...


24 octubre 2007

Praha. Vol5. Cesky Krumlov...

ana, M y rosario...

M, Rosario y Enrrique (Henry)


Enrrique, M y Alex





Rosa, Rosario, Isa, Alex, Guille, Ana y Manu





Como un pueblo de cuento, lleno de casitas, todo nevado, uno de los corazones de la República Checa, de esos sitios para pasar un fin de semana tranquilitos, sin estrés, sin nada más. Un hostel precioso, con habitaciones chiquititas (y algunas con sorpresas...). Ana, Rosario, Henry, Alex, Rosa, Isa, Manu y Guille... que se van haciendo habituales en estas escapadas (la mayoria de estas no las he puesto aún, tengo que hacer un monográfico).

Tres horas de viaje en bus, de las cuales una hora y media de pie en un bus, porque siempre venden más billetes que asientos, con los apuntes del DELE temblorosos en la mano, llego y me recoge el Henry en la estación de autobuses, Rosario, Ana y Alex recogen las cosas del hostel anterior donde no estuvieron muy bien que digamos. Llegamos al hostel nuevo, un sitio pequeñito y muy mono pa una gala, comparto habitación doble con Alex (para variar) y a lanzarnos a este pueblo mediaval, nos reunimos con los cordobeses (Rosa, Isa, Manu y Guille) y nos perdemos entre paisajes nevados, jardines nevados, el castillo y las callejuelas. Por la noche unas cervezas en los dos pubs que había, escuchando canciones y bailando mientras les pedimos canciones a un dj que no hablaba inglés, cenar por separado, italiano y comida checa mezcladas, tranquilidad, paseitos, miles de fotos y yo olvido mi camara otra vez, solo tomo unas cuantas fotos un día, sigo haciendo fotos con mi cabeza, reteniendo en mis pupilas, quiero ser expectador en vivo...

Conociendo la República Checa...

y ya os dejo con esta canción que me enseñó Alex, porque el video está hecho con flash (es curioso que Alex, mi compañero de piso, sea también diseñador gráfico y hay hecho bellas artes...). Muy chula la canción, me recordó un poco a Di, que le va mucho también lo argentino, como al que escribe...



"ya no sé qué hacer conmigo..." cuarteto de nos

17 octubre 2007

Praha Vol. 4. Aprendiendo checo, inglés y español en La República Checa

Instituto Cervantes en Praga






Muchos ya sabéis la nueva notica, el nuevo giro en esta ciudad, en esta nueva vida, pero bueno, era de merecer hablar de este un poquito, aunque con experiencias anteriores, contar las cosas hace que se hagan más grandes y luego, si hubiera caída, fuera más fuerte, más dura. La cosa es que hice una entrevista de trabajo en el Instituto Cervantes para profesor de español, y la media hora de entrevista, en la que estuve, por supuesto, encantador y muy sincero, la jefa de estudios me ofreció el trabajo: prepararía el DELE (un diploma de lengua española, como el FIRST o ADVANCED).
Muy contento, muy feliz, un curso de un mes nada más, pero con posibilidades de dar otros, de hacer sustituciones y, sobre todo, de poder quedarme aquí, en esta ciudad, de dejar que esto no acabe en Diciembre.
Pero las experiencias anteriores están ahí, para una cosa u otra, pero están ahí, y la mía estaba latente, esperando, mis nervios, las razones por las que dejé de enseñar, esa ansiedad que se me subía por las piernas y se paraba en el estómago, la que lo vaciaba vomitando y dejando que no probara bocado, y la que me mareaba y finalmente me paralizaba, como la última vez en el pasillo de mi casa, congelado entre las paredes. Y así fue al principio, me levanté después de dormir muy mal, y todo empezó, me fui al baño a vomitar, pero Henrry estaba cortándose las uñas y no podía entrar, empecé a dar vueltas por el pasillo como el que espera a que nazca su hijo y no sabe si es suyo o no. Cuando lo dejó libre, me senté en la tapa del wáter y empecé a intentar relajarme, “no vas a vomitar, te vas a levantar y vas a salir de aquí, tú puedes hacerlo, tú eres algo más que todo esto… no vas a volver a aquel Marcos”. Me levanté, claro que si, y me fui al curro.
En el curro le daba vueltas a todo, tenía algo preparado y había quedado con un profesor del instituto, y también con Manuel, tu amigo aquí en Praga, otro profesor. Almorzamos en un italiano al lado de la escuela (muy bueno, por cierto), me ayudaron a preparar unas cuantas cosas para el día, hablamos mucho, los otros profesores y profesoras me ayudaron bastante, recibí mensajes de mis compis de piso diciendo que les iba a encantar, que no me preocupara y que me daban toda la energía. Y llegué. 9 checos y checas en una pequeña clase, la más pequeña de todo el instituto. Una dinámica de presentación y hablar, empecé a hacer chistes (los cuales esconden una horrible timidez que tengo, y de la que nadie se cree). Se rieron, hicimos un par de pruebas, hablamos (en español) sobre algunas cosas… y terminó.
Me miré y no estaba muerto, seguí vivo, las piernas me temblaban un poquito, pero seguí en pie. Después me fui a un concierto el Roxi de rock, con mis compis, unas cewrvezas, un mareillo y vuelta a casa para celebrar que sobrevivía, que hay experiencias pasadas que están ahí también para enseñar.
Sigo teniendo miedo, de hecho tengo la segunda clase hoy y he tenido problemas para preparármela, me tiemblan las manos, se me retuerce el cuerpo, pero no he ido a vomitar, no me he mareado (aún no!!!). La primera clase en el cumpleaños de Paloma y esta segunda con el cumpleaños de Dani, al que voy a llamar ahora mismo….
Quedan muchas cosas que contar, y espero seguir y que esta aventura me siga enseñando cosas de mi mismo, siguen los volúmenes, y sigue de vez en cuando tu cara por alguna calle, tu nombre en alguna que otra charla, las operas que viste, los ballet a los que asististe, incluso una de las profesoras del Cervantes te conocía y había salido contigo, me vas cediendo Praga y yo la voy aceptando con las manos limpias, me las he lavado bien…
Ha salido el segundo disco de Facto Delafé y las Flores Azules: la luz de la mañana…. Y yo sin internet para bajármelo!!!!....quiero oírlo ya!!!! . Comparto con vosotros y vosotras la primera canción…


09 octubre 2007

Praha Vol.3: 4 Semanas y Ángela no está.

hoy no me puedo levantar… el fin de semana me ha sentado… (muy bien)”.


Angela y Marcos en Kracovia...

Delante del ordenador, son las 2 y 10, me acabo de levantar y con un café al lado, intento repasar con mi cabeza resacosa las cuatro semanas que se han ido ya, y bien idas. Alex hace un pastel de queso en la cocina, al pobre se le ha fastidiado todo, Rosario se ha ido a un centro comercial creo que un poco mosqueada porque hablamos de pasar el día a Pilsen, a la fiesta de la cerveza, pero lo que pasó es que la hicimos ayer nosotros por nuestra cuenta en heterolandia, que es el Lucerna, y el Valentinos, lo opuesto, dos plantas cada uno, y las 6 de la mañana en el reloj diciendo tonterías borrachos antes de tomar el metro, así que Henry, Ana y Alicia están dormidos. Y la que me queda, es Ángela, que se tuvo que ir, y a la que se la echa de menos, muy particularmente yo, muy mucho particularmente, porque si, porque hay veces en las que haces conexiones especiales con la gente, y aunque hayan sido igualmente especiales las demás, esta loca del coño me tenía loquito.

Vendrá en un mes o menos, pero no habrá perdido nada, habrá ganado cosas incluso, poder estar en el sitio dónde iba a estar mejor este tiempo.




Narodni Divadlo... desde la acera de enfrente

me duelen los brazos, me duelen las piernas…”



Me acaba de enviar Jakub un mensaje para ir al ballet a ver “Solo para 3”, ya sería la quinta vez que voy a Narodni Divadlo (Teatro Nacional en checo), y te juro que no me canso ni me cansaría, sobre todo con la última vez, una opera que me alucinó lo más grande “Sansom et Dalilla”. La primera vez en el teatro fue genial, Jakub me lo enseñó por dentro, me llevó por las salas que tenía y por la terraza del teatro, un sitio para privilegiados (en todos los sentidos) dónde hay unas vistas de Praga impresionantes, nos metimos en una obra de teatro que había, que por casualidades de la vida, es mi obra de teatro más que favorita: Cyrano de Bergerac, en checo, pero más o menos me la se entera, así que fue un lujo igualmente, sentados en un palco privado al lado del escenario, me faltaban los prismáticos.


Una pasada (ya ha pasado un día desde lo último que escribí), el ballet ha sido una maravilla, con canciones de Jaques Brel. Vysockij y Kryl (el primero es obviamente conocido, el segundo un checo y el tercero un ruso), una mezcla de danza contemporanea y ballét clásico, una pasada, el primer bailarín era además de impresionante, un comunicador increíble. No sabía yo que me iban a gustar tanto estas cosas, la verdad, todo lo que se descubre.

Hubo un momento en el que estaba sentado, con los vellos como escarpias, maravillado del día anterior, con los nervios de empezar a currar y no saber qué elegir, con la idea de miles de cosas bordeando mi cabeza y se hicieron una frase, clara y muy legible: “quiero más, quiero vivir aquí”.



Tengo una oportunidad, voy a trabajar desde mañana en la productora de cine y en recursos humanos, haciendo una especie de “part-time” en ambos, haciendo algo útil, descubriendo esta ciudad que me descubre a mi mismo, y me siento que hago cosas, que soy una persona activa, que vuelve a creer un poco más, pero todo esto se acaba, como se acaba todo, y no quiero volver otra vez a una vida en la que no sé qué hacer con mi vida, con todos mis amigos y amigas llenos de proyectos, con sus trabajos, con sus metas, y yo ahí parado, ese Marcos al que tanto detesto, que nunca termina nada, y del que quedan los restos de saber que no quiere que esto termine y ha de terminar porque si.

Bueno, básicamente ha pasado un mes ya del todo, un mes muy bueno, con un único episodio triste (eso está más que bien), y que fue el de Ángela, mi loca del coño checa, que me sonríe con los ojos, que me abraza y a la que echo de menos. Si te quedas casi 24 horas con un grupo de gente, acaban pasando cosas, es inevitable, aunque algunas sean o puedan ser ficticias, otras se dan rápidamente y de una forma totalmente natural.

Así que ya sabes algo más, ahora en tu mundo, que no deja de ser tuyo porque hay aún muchas cosas de ti aquí, poco a poco pareces que desapareces de las calles, hoy incluso me he acordado de Alex, Ohiana y Valle, en aquel parque dónde nos comimos los bocadillos y nos tiramos en la hierva, por el que ahora pasaba y jugaba en los columpios con los de ahora.


06 octubre 2007

Praga Vol.2.: Voy a Cracovia a ver a mi hijo que está enfermo…

Kracow...

M y Henry en el tren a Kracow



Las calles de Praga ya empiezan a sonar, ya se van formando las estructuras de este cerebro de ciudad con el nuestro, con nuestras ganas, intentando encontrar sitios que nos gusten, a los que pertenecer, porque una de las cosas que más me atrae de esta ciudad es un sentimiento de querer pertenencia, aunque como los buenos amores, los de verdad, tienen que ser correspondidos, si no lo son, no valen para nada, da igual que sepas volar si no hay cielo. Así que básicamente yo me voy enamorando de ella, y ella se resiste aún un poquito, le voy a dar un respiro este puente (que aquí en Praga es puente) y me voy a Cracovia pero no para ver a mi hijo que está enfermo, sino a disfrutar de estar en el corazón de Europa y poner en funcionamiento esta particularidad que tiene mi “nuevo amor”. El primer viaje, de muchos que espero….

Los días pasan raudos, corren a más no poder, resultan ligeros, limpios, llenos de detalles pequeños dentro de una monotonía en cierto modo agradable, la de ir a clase de inglés/checo, con un café y unas tostadas de primeras en casa, reunidos los 7 en una mesa, saliendo unos del baño, otros vistiéndose, otros lentos, otros rápidos, una mañana que empieza con un Dobrý Den (buenos días). Esperamos los unos a los otros, el último que salga cierra todas las puertas, bajamos la cuesta con las energías cargando, esperando miles de cosas del día, haciendo miles de planes de todo lo que queremos hacer (que luego se hacen menos de la mitad), cogemos el metro en Kobylisy, nos bajamos en Muzeum y allí cogemos otro de la línea amarilla (la nuestra es la roja) hasta la escuela. Jan nos espera siempre cabreado, llegamos siempre tarde, incluso cuando nos ha dado más tiempo para llegar, somos españoles, somos 7 y somos mucho. Alessandro es nuestro profesor de inglés y de las primeras lecciones de checo, que se tuvieron que abandonar un poquito porque nos faltaban algunas cosas de inglés que nos iban a hacer mucha falta en los futuros trabajos. Allí nos reunimos con los otros 4 españoles: Manu, Rosa, Guille e Isa, y los 11 nos sentamos en una gran mesa de reuniones y empezamos con las clases de inglés.

Nos pillamos un día de más del puente en el cole, nos queremos ir a Cracovia, que está más lejos y necesita un tren de 8 horas (que luego se harían 20, pero tienes que seguir leyendo…).

Salimos por la noche, siempre de prisas y sin organizar nada en absoluto, sin complicaciones ni agobios, nos vamos a Cracovia en un tren que sabemos cuando llega y cuando sale, nada más, un hostel al azar y sin mapa en una ciudad que no tenemos ni idea ni de cómo es, ni de idea de que sería una ciudad increíble, dónde vivir cosas que luego, más tarde, resultarían increíbles.

Nos quedamos dormidos, el tren se para sobre las 3 de la madrugada, no sabemos que pasa, pero seguimos en nuestro vagón tan anchos, medio dormidos, un revisor se acerca y me pide el billete, me mira, y me dice “este tren va para Varsovia”, yo estoy medio dormido, los demás salen de los compartimentos “Papá Marcos, Papá Marcos… este tren no va para Cracovia”, balbuceo algo en inglés, estoy confuso, el tren se había separado en medio de las dos ciudades, y nosotros estabamos en la parte que iba para Varsovia, no había más paradas y ya iba directo a Varsovia. Tuvimos que pagar la diferencia, cabreados. Yo no quiero ver Varsovia, yo quiero irme a Cracovia. Un paseo, una botella de agua para 7 personas y un vendedor de tickets al que le conté lo de… “…and we fell asleep and we appeer here….”. Le importaba una mierda, lo ponemos verde mientras saca los billetes, y se despide de nosotros con un “muchas gracias, teneis que ir al anden 4” en un particular español.

Otro tren por la mañana y destino Cracovia: voy a ver a mi hijo que está enfermo…

El hostel está cerca de la estación, un hombre nos ayuda mezclando el checo, el inglés y el polaco en la misma conversación. Un sitio súper cutre, pero resultón, da igual, estamos cansados, queremos ver la ciudad, beber cerveza, salir, comer. Una noche en un par de pubs heavies y rokeros, un alemán que me entra mientras bailo y al que esquivo elegantemente yéndome corriendo, un kebak que picaba como el diablo, una cervezas más caras y mucho más fuertes, y un par de sorpresas en el grupo con un par de besos de más…

La ciudad es maravillosa, puedes caminar tranquilamente, el barrio judio es genial, nos sentíamos muy a gusto, la comida espectacular, nos encontramos con un español del aeropuerto y nos recomienda un par de sitios, luego pasa de nosotros. La siguiente noche buscando pubs de ambiente y todos habían sido reconvertidos en “heterolandia”, que ya empieza a cansar bastante, pubs llenos de detalles, como pisos antiguos dónde parecía que era la casa de alguien dando una fiesta con varios djs. Beber, bailar, de aquí para allá, hablando de todo un poco…

Al siguiente día las visitas de rigor, el castillo y los alrededores, no hay ganas de ir a cementerios judíos que antes eran ciudades, un café con un gran armario por el que salir o entrar a otra sala, bocadillos gigantes, zanahorias dulces, y otra noche para salir, probar otra vez, acabar en un lugar lugubre, justo al lado del hostel, el único sitio de ambiente donde pueden entrar chicas y dónde las chicas ya no quieren entrar.

Un par de vueltas, una cerveza esquiva de miradas, como soy tímido, y me ofrecen tabaco con ojos sonrientes, y acabo en un parque cantando y gritando con un desconocido, ya no se ni dónde estoy, ni dónde están mis amigos, ni en qué parte de Cracovia estoy, lo que si se es que me da igual, aunque al día siguiente no aparezca.

Otro tren de vuelta, otros tantos paseos, el cuerpo rendido y fuerte, recio, lleno de vitalidad, descubre cosas en uno mismo y echa de menos, pero se reencuentra con este que escribe.

Me vuelvo de Cracovia con pena, con el Señor Chinarro y Portonovo en el mp3, y con esa cosa de como el que deja algo raro allí, ha sido un viaje muy extraño para cada uno de nosotros, y yo…. (aún así) te sigo echando de menos, y os sigo echando de menos, me siento repetido, pero no recibo respuestas de nadie y me desespero de vez en cuando, cuando dedico algún rato al Marcos de antes, que siempre quiere aparecer, y eso que le tengo dicho que se quedó en Granada, aquella mañana cuando salía con la maleta negra por la puerta.

No puedo contar la mitad de las cosas, no hago apenas fotos, lo sigo reteniendo todo en la memoria, dejo que mis pupilas sean las que fotografíen y me memoria revele caprichosa lo que más le convenga, dejo que las cosas me vengan, y me encuentro muy bien… y hasta lo que dure!!.

Ya hoy he recibido en mail de Guada, me ha emocionado mucho, y otro precioso también de Alex, y me habéis hecho muy feliz, que aunque el otro Marcos se quedara allí, de vez en cuando pide algo de comer…