22 noviembre 2011

Pane učitel, proč pláčeš?





Hoy he llegado a clase después del recreo, de uno de ellos, los checos los llaman "pausa" quizás porque duran poco, nosotros los llamamos "recreo" porque es una parte para escapar, para relajarse. A mi me gusta "recreo" y así se lo enseño en el isnti. Es una palabra que me trae muy buenos recuerdos.
Bueno, he vuelto del recreo y una de las estudiantes, Simona, se me ha quedado mirando unos segundos y girando la cabeza hacia un lado, me ha llamado "Marcos" (yo les dejo que me tuteen y me llamen por mi nombre), yo la he mirado y ella de forma seguida me ha preguntado "¿Por qué....(empieza a hacer un gesto con las manos en los ojos)?, ¿cómo se dice...(ha puesto los ojos tristes y ha hecho la mímica de "llorar")?.

Yo para asegurarme he dibujado una cara triste en la pizarra de la que le salían lágrimas, a la que ella ha respondido alegre de sentirse comprendida "Si, eso... ¿llorar?", yo le he dicho que si, pero también le he dicho un poco confuso "pero yo no lloro, no estoy llorando", ella se me ha quedado mirando fijamente y me dicho "si, lloras". Me he puesto por un momento nervioso, al mismo tiempo que enternecido por su comentario. Así que he sonreído con ambos sentimientos y me he tocado los ojos con las palmas de las manos, "¿Ves?, no lloro, no tengo nada". Entonces ella ha encogido los hombros como si no sirviera de nada su observación, y dice "yo creo que si, si lloras...".

Entonces me he acercado a ella, con una de mis mejores sonrisas, y le he dicho "no te preocupes, mis ojos son así... no me pasa nada".

Y me encuentro contestando a mis-sus preguntas:
si, lo estaba..., y
si... estoy...
las dos con los mismos verbos, la primera es la que se une a un adjetivo y acaba superando mi realidad, una en la que pensaba que "dejar de fumar" era lo más difícil, y me equivoqué, la otra se une a un gerundio que resulta de lo más frustrante y no deja de cesar.

Si, estaba enamorado
Si, estoy echándote mucho de menos.

04 noviembre 2011

Pulse en botón de "roto"


De pequeño recuerdo una película manga que vi, la historia iba, según siempre he querido recordar, sobre un chico que tenía una espada y hacía un largo viaje, en su viaje le acompañaba un dragón o había un dragón que pululaba por ahí, junto al chico, el chico al final tenía que hacer un sacrificio de algún tipo, no sé por qué, no me acuerdo y, cerca de unas cascadas, el chico se suicidaba con la espada que le había acompañado. No recuerdo mucho más, pero si recuerdo estar sentado en una mecedora marrón que tenían mis padres en casa (había dos, una a casa lado del cuarto de la tele) y yo lloraba desconsolado ante tal final, no recuerdo mucho de la película, pero recuerdo todo el sufrimiento del chico, el sacrificio y la espada clavándose en su pecho y sus ojos que se cerraban, recuerdo ese impacto y el dolor que me producía, pensaba que si te clavabas una espada, como mínimo, tenía que doler tanto como me dolía a mi en ese momento, porque lo recuerdo como un dolor triste, fuerte, pesado que... atravesaba, que me atravesaba.
Nunca he vuelto a ver esa película, la he intentado buscar muchas veces, pero claro... una película manga de los 80 con un chico y una espada... tiene que haber como cien mil, ¿pero en la que el chico se suicida?, no tiene que haber tantas. También lloré con Bambi y con Dumbo, la escena de la madre de Dumbo buscando la trompita de su hijo, me hizo pedazos... todavía la recuerdo y me estremezco. esa injusticia tan horrible, y el pobre Dumbo con esas orejas horribles que luego resultarían maravillosas y tremendamente útiles. Pero recuerdo más las otras lágrimas, las de la espada y ese viaje, no es que piense que lo que tenía que llevar Dumbo fuera de menos envergadura, o que se le muera la madre a Bambi igual, era el dolor del sacrificio, de la no-salida lo que más me impactaba, o al menos, eso creo recordar.

Tengo poca tolerancia al dolor, bastante poca.... siempre lo intento comprender, evaluar e intentar echar por la puerta de atrás, le digo que se vaya, que ya me he enterado de la situación, que la comprendo y que no hay por qué seguir así, y es cuando te tomas la pastilla y te das cuenta que el dolor se va yendo, pero no es que te des cuenta, el dolor sigue ahí, pero no te llama, se va curando poco a poco hasta que desaparece. Y tú no te sientes roto.

Creo que el dolor es bueno para hacernos ver cosas, para hacernos entender hasta dónde pueden llegar las cosas, si no sentimos somos meros psicópatas, las emociones están ahí para vivirlas, y no deberíamos tener verguenza de gritarlas, llorarlas, sufrirlas,... o por otro lado, de reirlas, disfrutarlas, sentirlas... y largo etc de verbos de emociones con objeto directo. Pero no queremos aparentar ser débiles, no queremos que nos vean de esa forma, con ese traje puesto, queremos que nos vean inteligentes y preparados, fríos y maduros, racionales... para que otros no se crezcan con nosotros, para no dar pena, para no parecer indefensos... para tantos "para" que no se paran.

Me he sobresaturado y ahora no sé cómo explicar nada, he ido acumulando una y otra, y la de más allá, y el botón del pantalón ha saltado, porque muchas veces te rompes y te arreglas, pero si te rompes y te arreglas mal, las fuerzas se resienten y no hay mucho más que hacer. Solo cabe esperar, a que todo se vaya, a no forzar nada, a que las cosas se curen bien, se arreglen de forma natural, a dejar de pensar que puedes hacerlo todo solo y bien.