27 febrero 2007

la historia del niño gilipollas que quería volar...

para tí, por los viejos tiempos, y todos los nuevos que quedan....
¡lo que me he reido yo con esto!, ¡lo que nos hemos reido con esto!
NDT

23 febrero 2007

la princesa y el bufón

Aunque siga suspirando
por algo que no era cierto
me lo dicen en los bares
es algo que llevas dentro
que no dejas que te quieran
solo quieres que te abracen
y publicas que no tuve ni valor
para quedarme

Turnedo . Iván Ferreiro





las malinterpretaciones siempre están ahí, se malinterpretan o se pueden malinterpretar hasta la forma en la que te dan la barra de pan en la tienda, pero cuando se malinterpretan las cosas hasta puntos mucho más altos... la cosa cambia, porque, precisamente, las cosas cambian, se actúa conforme a tu interpretación, se cierran las compuertas, y puedes acabar incluso destruyendo muchas de las cosas de la otra persona objeto.




Oscar siempre me ha dicho (unas 144.00 veces para ser más exactos) que siempre espero cosas de las personas que nunca van a llegar, que creo demasiado en las personas... y que las personas, por esa misma regla de tres horrible, siempre me van a decepcionar. La putada es que, una vez más, tiene razón, la putada más grande, la más difícil de superar... es que a mi cuesta cambiar eso. Y no me gusta. No me gusta nada. Como siempre digo, creo que presumo de una transparencia, que quiero dar lo mejor a las personas que se merecen lo mejor, sin exclusas ni excusas, ¿porque me da la real gana?, ¿porque me sale también así?, no, porque no lo puedo evitar...
La cuestión es que cuando tienes el hacha clavada en la frente, preguntas "¿me la quito yo o vas a moverte de una maldita vez para quitármela tú?". Pero, como bien dice también Oscar, nadie se da cuenta de que vas por la calle con un hacha clavada tropezándote con las farolas, porque todo el mundo va a lo suyo, y la percepción que tú tienes de la vida, muy bonita si, pero poco práctica, poco útil sobre todo para tí, porque a los demás, les viene de cojones...
Rossana, ya que vamos hablando de las personas que mejor me conocen, dice que las cosas más bonitas, por las que tanto la puedo emocionar a ella, son, desgraciadamente, las que más daño me hacen, las que acaban destruyendome... ese amor desinteresado, esa forma de hacer conectar, de hacer sentir. Que todo eso a ella la deja en una encrucijada, como con ganas de que las cambie y, por otro lado, dejarlas ahí para que haya una diferencia significativa con todo lo que a ella le rodea...
Y luego meterlo todo en la cabeza y darle al "on" de la batidora para que todo se mezcle, es jodido, es dificil, es tedioso... me resulta hasta imposible. Es que a mi no me gusta ser así, si es un don o lo que sea, ¿se puede devolver?, es que ahora no me viene bien...
Silvia, mi hermana, me dice que soy bastante tonto, que si, que es gracioso, que si, que puede resultar bonito, que siiiiii, y que eso hace que tenga una especie de inocencia que me caracteriza, que si.... Pero que no es práctico, que tengo que diferenciar, ser más cauto, que nadie siente como el otro, ni como la otra, ni como la de más allá..."y todas esas particularidades se vuelven siempre contra ti, y cuando ya estás herido, pocos ven la sangre...".
Lo peor de todo, como dice otra vez el Oscar (que ya va siendo muy sabio en este post, claro está, tiene un master de 9 años), es que cuando el vaso rebosa, cuando ya no se puede más, cuando ya no caben más sorbos en el estomago... radicalizo y abandono, a veces, tan sigilosamente, que retiro todos los poderes que pueda tener una persona sobre mi, llegando incluso a haceme normal, corriente, una persona de la calle... Y ya se vuelve injusto por mi parte.

Por eso siempre he tenido miedo que las personas a las que quiero de veras, me decepcionen. Aunque todo el mundo decepciona, aunque es algo normal en la vida, aunque yo lo hago también y seguro que más veces de las que pienso. Pero eso, en una persona que conoce tanta gente y se la ve tan extrovertida y tan sociable, hace que tenga a tan poquitas personas ahí dentro, menos de las que parecen, porque entrar, realmente, requiere un esfuerzo grande, aunque haya personas que se cuelen por la puerta de atrás...
Y ahora entonces viene todo esto por un cuento que siempre me gustó mucho... a ver si lo resumo bien, aunque no prometo recordarlo perfectamente, y así también este post no se hace eterno.

Erase una vez.... una princesa en un castillo, una infanta que siempre estaba triste, una infanta que caminaba por el castillo perdida y aburrida. El rey ya no sabía qué hacer. Un día llegó a palacio un bufón, un bufón muy curioso porque ya solo con su presencia hacía reír y divertirse a la corte. El rey decidió regalar el bufón a la infanta, y que ese bufón fuera el bufón de la infanta. La infanta, solo verlo comenzó a reirse, cosa que al bufón (como buen bufón) le gustó mucho y le animó así a poder hacer más chistes, más burlas, más saltos y más acrobacias. La infanta era muy feliz, reía constantemente y el rey estaba contento. La alegría había vuelto a palacio.
El bufón pasaba todo el tiempo con la infanta, jugaba con ella, saltaba a su alrededor, la hacía reir continuamente y ambos eran felices por ello. Toda esa armonía hacía crecer al bufón...
Un día el bufón entró a palacio en busca de la princesa, casi conocía todo el castillo, pero había una parte en la que nunca había entrado, mientras buscaba por los pasillos a su infanta para hacerla reir, se encontró con una habitación llena de espejos. Al entrar y mirar cada uno de ellos, empezó a sentir una angustia horrible, descubria que su cara, su rostro, eran horrendos, completamente horrendos, todo él era horrendo. Nunca se había visto así y una tristeza enorme comenzó a inhundarle y apoderarse de él. Él nunca supo que era así. Salío de la sala, caminó por el pasillo pensando en que la princesa solo se reía de él por su aspecto horrendo, que nunca la hizo feliz por motivos propios, no se reía de las cosas que hacía, sino de lo que era. En medio del pasillo, triste y angustiado, cae rodondo, se desploma su corazón.
La infanta busca al bufón por todo el reino, ella quiere estar con su búfón, entonces pide a uno de sus criados que lo busque también.

El criado lo encuentra en medio de ese pasillo, tirado en el suelo y llama a la infanta. La infanta llega y ve al criado como apoya su oido en su corazón, le golpea con patadas, pero el bufón no se mueve. Después de breves momentos se encogió de hombros, se levantó, y, haciendo reverencia a la infanta, le dijo:
-Mi bella princesa, vuestro divertido Enanito no volverá a bailar más. Es una lástima, porque es tan feo, que pudo haber hecho sonreír al rey.
-Pero ¿por qué no ha de bailar más? -preguntó la infanta riendo.
-Porque se le ha roto el corazón -respondió el criado.
Y la infanta frunció el ceño, y sus finos labios de rosa se plegaron con desdén.
-En adelante, que los que vengan a jugar conmigo, no tengan corazón -exclamó.
Y salió corriendo hacia el jardín
.


fin
Oscar Wilde - El Cumpleaños de la Infanta


this mes were in now. thom yorke & pj. harvey

19 febrero 2007

crónica de un viaje a madrid

"- yo no hago estas cosas... nunca."
"- bueno, yo tampoco... "
"- ya, pero es que yo no soy así..."






Llego a madrid con una rosa blanca de manos de Bea, un tallo largo envuelto en un plástico transparente con una pegatina que une ambos extremos con una pegatina de "te quiero". Ya es bonito que te recojan en la estación, más bonito aún si lo hacen de esta manera. La rosa olía a rosa, pero mucho, y entre la sonrisa de Bea, sus ganas y las mías, mezcladas con ese olor a San Valentín, empezaba mi aventura en Madrid. 5 días para llenar de anecdotas, de palabras y de alguna que otra borrachera.

Una cena y un paseo por la noche para contar esas cosas que nunca se cuentan, esos secretitos de los que ya estoy cada vez más convencido de que es mejor enterrarlos del todo, con mucha tierra a ver si se afixian y no vuelven a salir más, porque hay cositas que es mejor que no vuelvan y se queden en su casa y se pierdan con un alzheimer prematuro. Vaya que un día te pillen desarmado y tengas que acarrear con las consecuencias de que vuelvan.

Bea tiene un piso grande, y dos compañeros muy curiosos, Andrea, colombiana y con una belleza muy extica, y Carlos, economista y muy fuera de lo que pueda parecer ser, con los dos hice buenas migas... a mi lo de la sociabilidad, pues mira, ahí está, y como nadie se cree que soy tímido, pues nada, tengo que hacer de tripas corazón y tratar de ser yo. Salimos al día siguiente por el Art Decó (o como se escriba o pronuncie), el sitio de Bea, un bar de copas muy grande y muy oscuro, con una música que haría llorar a cualquier persona con buen gusto musical, perdón, con cualquier gusto musical... aunque la intención no era esa, era ver a la persona, a esa que ocupa la mente y la memoria de Bea y que no se marcha ni con el Alzheimer prematuro... Con Lorena, que siempre anima cualquier cosa como buena Showoman que es, unas copitas gratis y alguna mirada perdida entre la pista de baile, la noche fue pasando y el alcohol llenado a Bea de un salvajismo como nunca.



Un piso pequeñito en el centro de Chueca, Lorena se marcha, se crea su espacio, se une a otra parte de si misma, mucho más libre, más fuerte, pero con más miedo. Un balcón para cigarrillos, una compuerta para subir a un chill-out y para golpearse si estás muy excitada con tu primer día. Un chichón y un filete congelado para quitarlo. Una tienda de disfraces y una peluca para un disfraz de "actriz olvidada y con severos problemas de alcoholismo", H&M y un jersey "muy de tu estilo pero en azul, y no en rojo", unos vaqueros que ni llegan ni ajustan, calzoncillos blancos, el libro del guión de Princesas y un descanso en el Fnac para leer y envolverte en las cosas que más te gustan, un jersey que se engancha y se rompe. bolsas de ropa. Regina y las charlas sobre la vida, el amor y todos los demonios que se crucen por medio mientras uno se busca a si mismo. Un ex-amante y una sartén llena de patatas fritas, huevos rotos y un nuevo novio productor. Un bar de copas, la resaca del 15 de Bea, "mi hermano es el relaciones públicas", "podría ser la madre de cualquiera de los que están aquí", "ese no, que es amigo de mi hermano", "el de la sonrisa preciosa es palestino","ese chico me mira, me mira mucho...", "yo ya no se acercarme a nadie, la verdad es que nunca he sabido", "me llamo Alvaro", "yo no soy asi, esto va a ser lo mejor para tí...". Copas gratis y el alcohol subiendo ya desde el día anterior. Me voy andando, así me da el aire y pienso que mi vida está llena de anecdotas y de pocos hechos. Resaca. Mi hermana tiene una casa nueva, preciosa, llena de detalles, a Jose le encantan los detalles pero odia las cortinas, una comida sabrosa y completa...", "marcos, tienes que cambiar, no puedes seguir así, los buenos son los tontos...", "que bueno que siempre haya patatas fritas", un café, unas fotos, un IKEA y miles de cosas para no comprar, un par de idas, "me encanta ese mueble blanco para mi salón"... ojala estuvieras aquí para montarlo.

Rossana tras el telefono, así te lo cuento todo con detalles y con todo el descaro que a tí te encanta. Hace frio, hay una fiesta... no voy a poder ir a Arco.

"¿Se podrá tener nostalgia de algo que aun no te a pasado? Porque a mi a veces me pasa....(...) y luego me da pena cuando me acuerdo de lo bonitas que iban a ser, porque iban a ser preciosas...y luego cuando lo pienso me da nostalgia cuando me doy cuenta de que aun no han pasado y que a lo mejor no pasan nunca....".

Lorena es mejicana, pero nadie la llama Lorena, que simpático es tu novio, ¿quién ha dicho que es callado, si es muy divertido...?. "Estudio un master y voy todos los días al gimnasio...", "prueba el guacamole que estás en una fiesta mejicana...". Un beso robado de un novio y un beso devuelto a su novia. Estoy muy borracho, ¿quién coño se está bebiendo mi copa?. Fotos, fotos, fotos... "Este tio se me ha pegado toda la noche, y no he podido hablar con nadie". "Me ha dicho que me invita a un café y no sé que más...". Doy tumbos por la calle mientras Bea se rie de 3 borracheras seguidas. Dormir y acordarme de tí, y de tí también... y de tí, pues bueno, pues también. "antes me has mirado, yo te miraba... y tú no te acercabas, mis amigos se van y yo no sé qué hacer". Comida mejicana, ensalada de pasta, pasta con tomate. Ya tengo el billete, pero es para una hora y media después. "Yo me espero contigo". Necesito un enchufe para el movil. Quiero hablar contigo. Silvia está muy guapa con el pelo largo y con su sonrisa en sus ojos. "¡qué bien veo a tu hermana!". Lorena tiene un chichón, Bea llama y está apagado o fuera de covertura, "quiero verte, quiero que me digas esas cosas que antes me decías por telefono a las 5 de la mañana". Las 5 de la mañana es muy mala hora para dormir, es para recordar.



Y luego el calor, que sube desde los pies y se va guardando en partes del cuerpo, las manos se encongen y tienes que controlar el cuerpo para no morder, para no hacerlo a quién no debas...






y un bus de vuelta, buena compañía en un taxi compartido... pero eso, ya es otra historia, y no ocurrió en Madrid.

14 febrero 2007

mis películas favoritas:

AZULOSCUROCASINEGRO
¿quieres saber qué me gusta de tí...?




escribí una parrafada por la película. pero se fue. con esto de que esta página es de todo menos accesible, pues perdí todas las cosas que escribí. quizás no debían ser publicadas, quizás se quedaron perdidas en el ocenao de internet, entre unos bits y otros, contando cosas que nunca debieron ser contadas... aunque todo esto es un rollo, porque solo hablaba de una de mis películas favoritas: azul oscuro casi negro.


ya he dicho muchas veces por aquí (y volveré a decirlo si esto no se me va) que la mayoría de mis películas favoritas lo son por varias razones, una de ellas y de las más grandes, es la de que son películas que a mi me hubiera gustado poder escribir, pero las hizo otra persona. los personajes y su forma de moverse o de crecer, las tramas envolventes y todas las palabras que se enlazan para tener dialogos o monologos perfectos encajados y preciosos.





hay una parte de la película que me encanta, a parte de la que dejo al principio (que también me encantaba porque me traía y me traerá siempre recuerdos muy bonitos), esa otra parte, es la que el protagonista está con el amigo delante del escaparate de un traje. el amigo le pregunta por el traje, que por qué ese, y él dice que es porque es el que ve todos los dias, a esto el amigo le dice (algo parecido porque no lo recuerdo exactamente): "...nunca dejas que te invite, me gustaría poder comprartelo, o regalartelo o lo que sea, porque tú para mi es como si fueras mi novia, pero sin sexo ni ganas". Se establece un momento único, un cariño desinteresado, una amistad libre, llana, sin vacíos ni huecos, una actitud honesta....

quizás sea todo eso porque a mi me gustaría que me dijeran las cosas, o quizás este tipo de cosas, y no que soy guapo o simpático o todas esas cosas, sino las cosas más simples, más cercanas... y echo mucho de menos eso, por eso también te echo tanto de menos....

pero la gente tiene miedo a decir las cosas, piensan que puedan ser demasiado... que se las puedan creer o que muestren sus debilidades, que incluso no sirvan para nada o sirvan para demasiado, y por eso muchas cosas no se dicen, por miedo, miedo a caer en una cursilería absurda o miedo a caer en un malentendido dónde la persona interpreta lo que siente la otra de una forma muy diferente....aún así me quedo sin saber, sin disfrutar de eso, porque "vaya que...".
quizás por eso grito la honestidad en todo momento, quizás porque también yo dejo que las cosas me traspasen, que las sienta... y cuando las siento, las digo, la mayoría de las veces sin miedos, quizás también porque crea que son necesarias, que la persona necesita que les lleguen y le traspasen igual, o porque sencillamente, yo no pueda aguantarlas para mi solo, porque me pesen demasiado.

pero yo caigo también en el mismo vacío, un día vas por la calle, o estás tomando un café, o simplemente en un silencio con un amigo o una amiga, y tienes ganas de decirle "me encantaría que este momento durara todo lo que pueda durar...", "me haces sentir tan protegido, que tengo la sensación de que no me va a pasar nunca nada...", "te quiero tanto, me haces tan feliz....". Y cuando están bordeando la lengua y el aire corre por los dientes, la boca se cierra como una compuerta de acero, el cerebro es más rápido que el corazón. y te callas. y ya no dices nada... dejas que se sobreentiendan otras tantas cosas..."vaya que....". Y te guardas esas cosas en una cajita, y luego no sabes dónde coño meterlas, dónde coño dejarlas. Te preguntas qué qué harán los demás con ellas, si las eliminarán para siempre o pasarán a una papelera de reciclaje dónde "por si acaso..." se puedan recuperar alguna vez. Yo si sé dónde las tengo, conmigo, me hacen compáñía cuando dudo si soy humano o no, cuando todo se hace una bola... y solo quieres saber que, por lo menos, tienes ciertas personas en el mundo... que te completan.

una chica del trabajo me dijo hace poco algo muy bonito y muy curioso, que con la mirada, hacía sentir que no pasaba nada, que tenías la libertad de decir cualquier cosa, y que no pasaría nada, que no sería juzgado o malinterpretado... que lo entendería, que sabría realmente a lo que me refería, y que esa tranquilidad, esa facilidad de hacer sentir así, hacían que fuera tan agradable estar así. Joder, me emocionó mucho. Cuando Cris me dijo que si, que era verdad... me emocionó (a escondidas) mucho más...
ya no recuerdo lo que escribí en el post que se me perdió, quizás fuera parecido a esto, o lo mismo iba más sobre la película, aún así es lo importante al fin y al cabo, recomendar esta bonita película, que para mi fue un regalo con MAYUSCULAS, sobre personajes que piensan que están perdidos a su manera, ,que se van encontrando y encontrando la forma de no perderse. Con este tipo de cosas, así da gusto vivir...


08 febrero 2007

yo quiero tener una afición patológica

"Garden State" (Algo en Común) , una película que vi con Valle el otro día, mientras ella dormitaba, muy bonita, muy interesante, con este hombre, con esta cara tan interesante, con Natalie Portman, con todo ella bonita, con toda ella interesante...


voy a la cocina y veo unas cuantas cosas por medio del mediodía, entre ellas, el cartón de leche. Lo cojo con desgana para meterlo en el frigo, el cartón se levanta lentamente como mi desgana, como si fuera arrastrado por una grua montacargas, solo que acaba chocándose contra la cafetera que hay encima de la hornilla, la cafetera cae y derrama el café que nadie se bebió encima de la sartén llena del aceite de las patatas del medio dia que si alguien comió. me quedo mirándo el panorama, miro el cartón de leche que llevo en la mano, y como un perrito que ha hecho alguna trastada, giro la cabeza diciendo "ay, ay... ay.... ay.... ¡hay que ver!".
la mancha de café se queda medio flotando encima del aceite, no se mezcla en absoluto, se acaba dividiendo en otras tantas dibujándo así algo bonito y asqueroso al mismo tiempo, en el centro de la sartén.
Inútil y bonito, como muchas cosas en la vida... con ganas de tirarlo o hacerle una foto.
El caso es que luego hablando con un desconocido por internet, se lo cuento, como cuento tantas cosas, porque a mi esto de "contar" siempre me ha gustado mucho, mucho más que hablar, y le cuento lo de hacerle una foto, y se me ocurre la fantástica idea de hacerle fotos a este tipo de cosas, él me dice que tiene un amigo que le hace fotos a los cubos de basura de todas las casas a las que va... y me parece increiblemente gracioso, por un lado es asqueroso, por otro lado es en cierto modo artístico, como una parte de las personas, lo que dejan, lo que tiran. Yo le cuento que también me gustaría tener algún tipo de afición de ese tipo, una afición patológica que me lleve a acarrear, por ejemplo, con una cámara de fotos a cualquier casa, para que cuando los habitantes se descuiden o yo me excuse diciendo que voy a la cocina a por un vaso de agua, en plan pervertido, abra el cubo de la basura y me ponga a hacerle fotos, haciéndolo más patológico, más excitante, más morboso, si resulta que la persona recicla incluso y tiene varios cubos, uno de papel, otro de plásticos y envases y otro de cristal.
Aparecería en el salón con un vaso de agua sin un sorbo (para evitar sospechas) y con la cámara caliente y culpable en el bolsilllo de atrás de los vaqueros.
Mi vida cambiaría completamente, crearía una carpeta en Mis Imágenes con "Basura de ellos", dónde guardaría cientos de fotos con un mismo marco en común, un círculo que figura un cubo, un cubo que contiene los restos de un día (o más, depende de la persona), conteniendo parte de lo que no quiso, lo que abandonó, lo que no le hacía falta ya, lo que no pudo querer, lo que no pudo necesitar, lo que se le echó a perder y si le hubiera gustado querer, encerrado en una bolsa, escondido de los demás, para que no se viera, para que nadie lo supiera.... Todas las fotos estarían catalogadas por nombre y fecha, y sino nos ponemos ya más patológicos, con caracteristicas de la persona, hora del día (porque cambia la cantidad) y otros tantos datos que hicieran que la foto pasara de tener una riqueza artística a una especie de estudio sociologico o sabe dios qué.
Y si, yo quiero tener una afición patológica, quiero fijarme en cosas absurdas de los demás, cosas que pasan desapercibidas y que para mi signifiquen un objeto de deseo o de autodestrucción, porque seguimos hablando de una afición patológica..., que mi vida contenga ese divertimento sutil que me haga diferente de los demás, y ya no por ser diferente, sino por el hecho de tratar de descubrir mis verdaderas intenciones o ideas de hacer lo que hago...
La de los cubos de basura ya está cogida... ¿por cual te atreves tú?...

Ayer en la Vogue, ese sitio que tanto te gustaba, sonó esta canción y te dediqué unos minutitos de más, en tu honor y con mis ganas de cambiar el chip, te la dejo para tí, para que la disfrutes como siempre la has disfrutado...
Superguay!