02 marzo 2006

acabo de tener una megacontracción


estamos aquí, en tu futura casa, acabamos de salir del hospital y ya son casi las dos de la madrugada. Di y Jenny estan cansadas, yo también, y después de un par de minibocadillos y un yogur de chocolate de la nevera de la niña, sigo teniendo algo vacío en el estómago, y no es hambre, es la emoción de estar cerquita de verte, es el desconsuelo de ver a tu mamá como espera tu llegada, como tu aprietas tu salida con tus megacontracciones. "acabo de tener una megacontracción, ¡que me pongan la epidural!".
H (y aunque ya no seas H) se acerca sigilosamente, se mueve entre las horas que pasamos en el hospital, se mueve entre los minutos que su mamá ansía en verlo, entre esas pequeñas descargas que tú, H, utilizas para hacerte espacio en este mundo tan loco, en este mundo que te espera con los brazos abiertos, donde tu padrino Marcos, tu tita Di y tu abuela Jenny, se mezclan con los ojos azules de tu mamá.
Hoy tu mamá está preciosa, aunque viste un vestido azul que hace juego con sus ojos, a ella no le gusta demasiado. La verdad es que no le gusta nada estar en el hospital, se aburre, se cansa, se desespera, quizás por el tiempo que lleva esperándote, quizás porque se desconsuela viéndonos a todos esperar, a esperarte. Hoy tu mamá estaba preciosa, su cara se iluminaba cuándo Di y yo entrabamos por la puerta, esperando verte, esperando tu llegada, ansiosos después de un viaje larguito, para mí de dos horas más, llegando desde Granada, pasándo por Málaga y recogiendo a Di, para llegar, para estar llegando hasta tí, en Cádiz.
Y ha sido un día largo en el hospital, has jugado al despiste unas cuantas veces, se ve que ya te gusta ser travieso, cuando a tu mamá se la llevaban a la tercera, anunciándole que ya llegabas, y desilusionándola después porque tu vuelo llegaba con retraso.
Hoy parece que no llegas, así que te espero para mañana, mañana espero que mis palabras hablen de tu carita, de la real y no de la imaginaria, de tus manitas, de tu piel en contacto con este mundo. Sino, nosotros seguiremos esperando...así que este cuento contínua...

1 comentario:

Beatriz Pérez Doncel dijo...

uff

uff

uff

que bonito...

suerte, padrino