13 septiembre 2006

los pies en la tierra

...¿se puede saber que esperas?, ¿qué te mire y que te seque?, Que te vea y que me quede tomando la luna juntos, La luna tú y yo expectantes, a que pase algún cometa o baje un platillo volante. Y la playa llora y llora, y desde mi casa grito que aunque pienso en abrazarte, que aunque pienso en ir contigo, el doctor me recomienda que no me quite mi abrigo, que no esté ya más contigo, y yo no puedo negarme pues el tipo soy yo mismo
Turnedo. Iván Ferreiro. Canciones para el tiempo y la distancia.




Después de salir del agua, está la arena, y si te vas más para allá, ya tienes la tierra, dónde finalmente estamos, por dónde siempre caminamos. El agua refresca, da calma y las chinitas dan cosquillas, pero luego también el agua es turbia, es inmensa, impredecible y, sobre todo, con poca confianza de lo que te pueda hacer. Nos acostumbran a andar por la tierra, para así tener los pies en el suelo y la cabeza debajo del cielo.
Control, control, control... hay que controlar, controla todo lo que tengas alrededor, sin paracer paranoico, controla las personas que se acerquen vaya que te peguen, controla los oídos para no escuchar cosas que no quieras oir, cierra de vez en cuando los ojos para saltarte alguna parte de la película de tu vida, controla que la boca se cierre de vez en cuando, vaya que prometas algo que nunca vayas a hacer, vaya que digas algo que no pueda volver. Controla, controla no sentir demasiado, ni mucho, ni mucho más, ni demasiado mucho más... vaya que no te quepa en el algún sitio, vaya que te venga grande, vaya que te quedes pequeño. Controla, y después de controlar, controlarás que todo se controla. Llegará un momento en el que la palabra no tenga sigfinicado, se automatice y te dirija la vida sola. Yo paso... por ahora no puedo.



Se me da fatal controlar las cosas, creo que controlo mejor algunas cosas de mi entorno, que las mías propias, me dejo llevar por las sensaciones, incluso cuando dibujo, dejo que el lapiz haga el resto del trabajo, sin pensar en dimensiones o estructuras, sino libre y salvaje, cuando algo no me conviene, dejo que no me convenga, me lo pongo de mochila y si eso, con la voluntad que me queda, me doy golpecitos sin querer por las paredes, a ver si se cae y me deja tranquilo. Pero nunca me quito la mochila y repito, que no es por masoquismo.
Los demás te dicen que te busques un trabajo, que estabilices tu vida, que crees una casa con facturas pagadas, que tengas una pareja a la que quieras y que te quiera también (a ser posible al mismo tiempo), que te cases de algún color claro, que tengas hijos que se parezcan a tí cuando vayan en el carro, que bebas en compañía y pausadamente.... Y muchas de estas cosas las queremos, porque caminamos por la tierra, porque queremos tener los pies en el suelo.
Un día te llaman para un trabajo en el que no vas a ser feliz y lo coges, otro día o el mismo día te encuentras en una casa que no reconoces como tuya, pero que está bien y las facturas se pagan por el banco sin darte cuenta, ya no te quieres casar porque te quedan mal los colores claros, te da igual que tu hijo se parezca a tí en el carro, solo quieres que sea buena persona. Y todo por tener los pies en el suelo, para caminar bien.
Hoy mi pareja me quiere y la echo de menos, porque me solucciona los problemas, porque me lo hace todo más fácil y me pone los pies en el suelo. Hoy la quiero y mañana también. Intenta controlar esa parte de mí que no se controla, que se vuelve expontánea y demasiado sensible, patosa e inestable.

Así que termina la carrera, busca un trabajo, monta una vida...

La mia ya estaba montada, mi vida era yo y soy yo, mi vida es dónde me llevan los zapatos, mi vida son las personas que me encuentro, las ilusiones con las que me levanto, los sueños de los que me acuerdo, los amigos, la familia, sin un día de más, sin un pensamiento más lejano. El amor y lo que amo.

Cuando estaba en el instituto hablaba con mis amigos de cómo sería yo y ellos/as en el año 2000, un charla muy común, todos y todas nos veíamos con una carrera terminada, casados con una persona que nos agarraba la mano y nos hablaba de vacaciones. Algún proposito de algún niño en camino, una vida hecha y, al parecer, hasta predecible. Las ganas de hacer el amor nos convertía en personas totalmente expertas libres de la virginidad social horrible que tanto pesaba. Pero llegó el 2000, ningún ordenador se rompió, no ocurrió la III Guerra mundial, no había terminado la carrera, no tenía hijos aunque si ganas de tenerlos, no trabajaba, pero eso si, estaba "casado" pero no podía susurrar vacaciones porque no había pelas para eso, pero si alguna que otra cosa en la cama para poder viajar. Por entonces, eras el único sueño de adolescencia cumplido y, sinceramente, el único que me valía. Mis pies diambulaban entonces entre el aire y la tierra.
Entonces no se puede predecir nada.



Caminar sobre la tierra está bien, pero hay gente que se pasa, la verdad. Hay personas que no se atreven a volar, vaya que se estrellen, que no meten los pies en el agua por si está fría. Se compran calzados cómodos y los programan para que se dirijan a algún sitio en concreto, previamente pensado y meditado.
Yo no digo que lo mio sea mejor, porque no lo es en absoluto. Me falta a mi mucho de suelo.

Mi madre vendrá el viernes y no conocerá a ninguna novia, vendrá de madre y no de abuela, no sabrá de cómo me va en el trabajo, tampoco se atreverá a preguntar sobre los movimientos de mi cuenta, me verá la barba tupida y este corte de pelo, me mirará y pensará "bueno...", se tragará los puntos suspensivos durante un rato hasta que reuna fuerzas suficientes para sacarlos, y decir "bueno, ¿qué haces con tu vida?". Yo le diré algo como "venga, mamá..." y soltaré mis puntos suspensivos en otro momento de cualquier manera.

Iremos de tiendas y yo iré dando saltitos entre la tierra y el aire, ella pisará firmemente pensando que..."bueno..."

Y como no, el video de la canción del principio, por si alguien no la había escuchado..., una canción de Iván Ferreiro con una historia cuando dos se cruzan entre el agua y la tierra. Bueno, es una de las miles interpretaciones, lo bueno que tiene este hombre es que se pueden sacar muchas cosas de sus canciones, quizás por eso me gusta tanto, cuando lo complicado también puede ser bonito....

Turnedo.


9 comentarios:

FRAN dijo...

Supongo que el problema está en controlar las cosas que no deberíamos controlar. Pero lo mejor de todo, es que no controlamos nada de lo que creemos controlar. El día que tenemos la casa con las facturas pagadas, un trabajo digno, una pareja perfecta (que te mira y se queda)..todo bajo control y el suelo bajo los pies, el trabajo se convierte en uno indigno o te mandan al paro, dejas de pagar las facturas y tienes que vender la casa, y en la venta pierdes a la persona que se quedaba; y ves como te mira y se va a tomar la luna a otro sitio...por eso hay que disfrutar de todo, porque no controlamos nada de nada.
Por cierto la canción me encanta, son de las cosas que he descubierto por estos lares.

Un beso niño y deja de pensar en controlar.

María Esquitin dijo...

Hay otra canción que me gusta más:"mi coco" o "promesas que no valen nada". Ultimamente algo estupendos descubrimientos, como el de tu blog. A mi me dicen todo eso tambien, pero no sé hacerlo.Me gustaría saber, pero no me sale.Lo que me nace es seguir volando. REconozco que a veces, puedo caminar a ras del suelo, pero por otros, casi nunca por mi ... quería tambien aprender a ser egoísta, pero ya no quiero. Prefiero ser yo, como los otros, son todos... gracias por esta maravillosa confidencia. No te resistas a ser tu, o perderás la sonrisa.

oscark dijo...

Yo creo que pensamos en el suelo de los demas. Tu madre quiere un nieto como tu quieres que tu amiga tenga un novio rico guapo y que se proporcionen orgasmos multiples. Se puede tener los pies en el suelo y volar? no has pensado que el suelo puede estar alto? y tener las mismas sensaciones.
Nadie exige que te quites la mochila, nadie obliga a andar por un camino, repito que miramos al suelo de los demas...
Yo prefiero mirar mi suelo, por el que camino, por ese que esta cerca del cielo, mi suelo no es un camino recto, cambia de direccion, va apareciendo firme a cada paso que voy dando y lo hace porque se que hay gente que cargan sus mochilas que al ver que mi suelo tiembla me salva desde arriba y me recoloca.
Yo por mi parte intento coger del pie a quien solo esta en el cielo y ponerselos en tierra. Tener los pies en el suelo no significa querer hijos, ni amor eterno ni facturas pagadas ni felicidad absoluta, estoy convencido de que sin estar con los pies en el suelo tambien se quieren esas cosas.
Me gusta mi suelo porque un dia mi sueno cumplido, mi droga, mi adiccion, me ensenio a saltar y puedo volar y caer como los gatos.
M no te quites la mochila, solo llenala de otras cosas...

Miada dijo...

Menudo susto me estaba llevando, venga a describir lo que se debe controlar y yo pensando en que soy incapaz de controlar esas cosas, es más no quiero hacerlo, menos mal que has admitido que tú tampoco lo haces...

Increíbles los sueños de juventud y la diferencia pasados los años, pero da igual, lo bueno es haberlos soñado.

¿Por qué no le cuentas tú todas esas cosas a tu madre sin que te pregunte ella?... Disfruta de su presencia...

Un beso.

Unknown dijo...

Unas cuantas cositas, con mucho cariño:

1. Mata a tus padres, como decía Jim Morrison, es la única forma de vivir tranquilo.

2. No te escudes en ellos, no tienen la culpa de todo, es más fácil pensar en defraudarlos que hacer lo que te de la gana; más cómodo también.

3. Pasa de los demás, ni existen ni van a estar contentos nunca con lo que hagas, o sea, que para qué preocuparse.

4. Pensar es también más fácil y más cómodo que hacer. No pierdas el tiempo que mucho antes de que te des cuenta tienes sesenta años y sigues lamentándote de todo lo que podrías hacer y no haces.

5. Se puede pensar, y se puede vivir, y se puede vivir pensando.

6. Haz el favor de ver ya supermodelo 2006.

Muchos besos, hermosooooo!!!!!

0coma5 dijo...

Gracias por la visita. Seguiremos revisando el cancionero.

Saludos.

asaz dijo...

Gracias por tu visita a mi blog.
Título alternativo para este texto, con tu permiso:
El viajero de la vida.

Anónimo dijo...

No tengas muy en cuenta los juicios de los demás y haz más caso a los tuyos propios. Es la única forma de dormir tranquilo. De todas maneras (deja que copie tu idea Oscar, que me ha encantado) coge tu suelo y ponlo bien alto, justo encima del cielo, y verás que bien te va.

Un besazo precioso

Anónimo dijo...

HOLA, ES EXCELENTE TU PAGINA TANTO DE TUBE COMO DE BLOGSPOT, QUIISERA SABER DONDE CONSEGUISTE EL VIDEO DEL LADO OSCURO DEL CORAZON, SOY ARGENTINO Y AQUI NO SE CONSEGUE...QUE PARADOJA NO?
UN ABRAZO.
SALUDOS.

NANO

http://noyoraras.multiply.com