Es cierto, llevo una semana un poco estresado, aunque también tengo que decir que no es el estrés "de siempre"... es un estrés agresivo y violento, quizás porque está lleno de frustración, quizás porque la nieve enlentece todos los desvaríos y no deja que salgan, quizás porque la nieve se derrite y se transforma convirtiéndose en hielo. Y con el hielo... pues te resbalas....
24 mayo 2010
Érase una vez un.... DELE
14 mayo 2010
y luego nos reimos gratis
13 abril 2010
¡A la calle!
19 marzo 2010
Su cepillo de dientes nuevo
Hace ya unos años hice un cortometraje: "Seguro que tú también lo harías...", mi primer corto y un sueño que acarreaba desde pequeño, pero también fue un proyecto que no salió cómo a mí me hubiera gustado que hubiera salido, aunque eso no es muy dificil porque soy fatídico con las cosas que "creo". Soñar a veces hace que las realidades se queden vacías.
Pues bien, este corto era parte de una idea sobre un personaje, en este caso el personaje que interpretaba Chuli Lorenzo (y que lo hizo genial) sobre una chica que le daba la vuelta a todo para no sentirse mal por algo que había hecho: mirarle el culo a un tío delante de su novio. Ahora he vuelto a retomar el personaje pero en boca y cuerpo de un hombre, intentando hacer una serie de capítulillos sobre sus ideas y su relación con otro (el personaje que hizo Óscar Megías), el novio. ¿Por qué lo cambio a una pareja homosexual?, pues ¿por qué no?, no hay otra razón.
La idea de "Seguro que tú también lo harías..." viene de un personaje paranoico pero inofensivo, al que muchas veces le da más importancia a las cosas que piensa que a la pura realidad, la idea es también reflejar todos sus pensamientos, aunque la mayoría acaban siendo absurdos, siguen perteneciendo a la absurdez de las cosas que se nos pasan muchas veces por la cabeza.
Éste capítulo es un capitulo avanzado, no es el primero, y tampoco está terminado ni creo que funciona del todo bien, al menos como a mi me gustaría... pero tenía ganas de ver algo reflejado de este personaje (que aún no tiene nombre tampoco). Así que aquí va parte del capítulo 19.
Atención, cualquier parecido con la realidad, no tiene nada que ver... :)
19
Llegué a casa y todo empezó a cuadrar. Él estaba sentado en el sofá, siempre dice que llega cansado con un "estoy muerto", como si el trabajo que tiene fuera salvar el mundo cada día y solo tiene que dar clase a unos niños que seguro que la mitad ni le escuchan o le odian o las dos cosas al mismo tiempo, porque hay mucha maldad a esa edad. Pero a lo que iba. Estaba tumbado como el que no quiere la cosa, haciéndose el interesante porque se le da muy bien, por supuesto, con desgana sostenía el mando a distancia de la televisión, no se si es que le pesaba o simplemente lo dejaba balancear para ver si se cambiaban solos los canales. No se cambiaban. Y entonces va y suelta, “me voy a lavar los dientes”. En ese momento me quedé gélido. “¿Se va a lavar los dientes?”
Y aquí es donde empieza todo. Resulta que ahora le ha dado por lavarse los dientes, termina de comer y como si fuera el postre, se va al baño y se lava los dientes. Al principio solo me parecía algo extraño, pero dos días después empiezo a sospechar, y a mi lo de sospechar como que se me da muy bien, yo tenía que haber sido detective o algo por el estilo, o espía, si, mejor espía, como la de la serie esta de la niña esta, ¡qué mona ella siempre!, "Alias", si, así se llamaba, ella siempre iba de aquí para allá, que si espiando esto o espiando lo otro, con unos trajes que le quedaban de bien, y que si con su peluca complementaria, que si iba de rojo, pues se fundaba una peluca pelirroja y le quedaba tan bien, no era espía, era un modelo de Versace con pistolas y que sabía karate y eso si, daba unos puñetazos. Pues eso, a lo que iba, que empiezo yo a sospechar lo extraño de su conducta, porque aseguro que era extraña.
Un día se me da por ir la baño a lavarme los dientes, porque, claro está , yo si que me lavo los dientes todos los días, después de cada comida y tal, porque en mi es totalmente normal, que para eso me han enseñado a mi, mi madre siempre dale que dale con el cepillo, que si se me van a caer y demás, de ahí saqué el tic este que tengo de meterme de vez en cuando la mano en la boca para ver si se mueven, al principio los toco con el dedo corazón, suavemente, no es que me de paranoia de que se caigan, bueno, si me da, ¿y a quién no?. Pues en el baño estaba su cepillo al lado del mío, los dos los compramos al mismo tiempo, de esos packs que venden para que los solteros se depriman pensando qué van a hacer con el otro, o peor, para que las parejas tengan que decidir qué color se queda cada uno, "¿con cuál te quieres quedar cari?", ¡oh! odio la palabra "cari", deberían prohibirla o quitarla del diccionario, ¿estará en el diccionario?. Bueno, pues dos cepillos. El mío es azul. Es mi color. Nunca pasa de moda. Como yo. El del idiota este de mi novio es rojo, se ve que le encanta el rojo por las trecientas veces que lo ha dicho, y no se quita las dos sílabas de la boca para todo, que si hay que elegir algo “Pues rojo”, es como si no existiera ningún color más en la tierra, tonto yo que pregunto, vamos que si se pudiera cambiar los ojos, se los cambiaría a rojos... ¡uy qué raro!, ahora que lo pienso, ¡como en las fotos!. A lo que iba, ¡su cepillo estaba más gastado que el mío!, ¿qué cómo lo sabía?, pues muy fácil, los comparé los dos frente al espejo y uno tenía las cerdas más movidas a los lados que el otro, ¿y qué cual era ese?, pues el ROJO, el color del mentecato este con el que vivo ya años. Que si fuera por él ya tendríamos las paredes de la casa pintadas en rojo, así en plan prostíbulo y eso sin quitar el dolor de cabeza que tiene que dar.
El martes fue el colmo, ya está del todo claro. Viene a casa con una bolsa, saca un paquete y se lo pone detrás de la espalda y me dice “¿a qué no sabes qué me he comprado?”, yo automáticamente pienso o más bien me viene a la cabeza “¿un frasco de pastillas para madurar?”, pero le digo “¿qué te has comprado, anda?” como si me interesara, aunque yo no sabía que me interesaría tantísimo: saca la caja de la espalda y dice “¡¡un cepillo eléctrico!!”. “¿Y para qué coño quieres tú eso?”, me salió del alma, no lo tenía pensado. “Pues para lavarme los dientes...” me dijo haciéndose, seguramente, el tonto, porque no se si se le da jodidamente bien o es que es así. “¿Y no tienes bastante con el que tienes que te tienes que comprar otro?” le digo levantándome del sofá, que casi se me cae el cigarrillo en el sofá y salimos todos ardiendo por sus tonterías, y va y me dice “¿y a ti qué más te da?”, ¡ay, dios santo!, ya lo he dicho y lo vuelvo a repetir, no hay cosa en el mundo que me de más rabia que me digan “¿y a ti qué más te da?”, ¡a mí me da lo que me da la gana!, y le suelto lo que llevaba pensando mucho tiempo y nunca me había atrevido a decirle para que no me vuelva a decir que soy un paranoico “¡tú me estás poniendo los cuernos!”.
10 marzo 2010
Gordos
Un kilo, dos kilos, “tres kilos” ¿Qué son tres kilos?
Otros cinco, cinco kilos, un poco de dieta y ejercicio y se me van.
Seis, siete, ocho, nueve, diez… unas pastillas, una dieta estricta, mucho ejercicio y seguro que se bajan.
Once, doce, trece catorce, quince… un par de semanas a base de silote ¡Infalible!
Dieciséis, diecisiete, dieciocho, diecinueve, veinte “Veinte kilos”.
María Morales, Gordos de Daniel Sanchez Arévalo
08 marzo 2010
ella
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05 marzo 2010
5 / te podría sorprender
28 febrero 2010
tengo un examen de español...
Esta mañana me he levantado y me he puesto a hacer el examen de español para el grupo de tercero, siempre intento hacer un examen atractivo, para que se sientan cómodos y tengan que pensar como personas, no como acumuladores de vocabulario o gramática. Siempre intento hacer un examen después de una unidad vista, en esta última han visto el verbo: Setirse + adjetivos, también la forma me cuesta + verbo o sustantivos, hemos hablado de la clase ideal de español para que utilicen ambas estructuras y han recordado la rutina diaria. El último día les puse la película AZULOSCUROCASINEGRO, que les encantó (y que me agradecieron mucho) y también entra a examen, pero preguntas relacionadas con la película, aunque ya estuvimos hablando sobre los personajes, con quién se sentían más identificados y demás.
La última pregunta es siempre la que les hace más gracia, ellos ya saben cuál es y, aunque la han visto durante todo el curso, siempre se quedan un poco ahí pensando en lo que van a escribir. Y bueno, aquí voy a dejar el examen, a ver lo que le parece a la gente, espero que la blog no la lean mis estudiantes (creo que no tienen la dirección) y se pasen el examen, aún así...
Examen P3A
“si no te gusta el color de tu vida, cambialo” AZULOSCUROCASINEGRO
¿Cómo te llamas?
¿Qué día es hoy?
1.AzulOscuroCasiNegro habla sobre lo difícil que es tomar decisiones cuando eres joven y no sabes lo que quieres ser en la vida, porque no sabes ni lo que eres ahora mismo. Y ahora, ¿qué cosas son las que más te cuestan a ti ahora en la vida? ¿y por qué?
En la escuela....
En casa...
Con mis amigos...
Con el español...
2.Tu profesor Marcos tiene una serie de problemas, ayudale a resolverlos. Recuerda las formas que hemos visto para dar consejos...
* El otro día fui al cine para ver una película del festival de cine español, cuando fui al bar del cine para pedir algo para beber, intenté hablar con la camarera en checo, pero ella fue muy antipática conmigo....
* Muchas veces estoy en clase y los alumnos hablan y no puedo explicar nada, no me gusta nada esto...
*Cuando estoy en clase, muchas veces los alumnos tienen mala cara y muy mala actitud en clase, no son simpáticos....
3.Me siento, te sientes, se siente...
Sentirse mal o bien dicen que depende de cada persona. Entonces ¿cómo te sientes normalmente en las siguientes situaciones?
- En un examen en el que no se nada...
- Cuando estoy con alguien que me gusta mucho...
- Cuando tengo problemas y no se con quién puedo hablarlos...
- Hoy...
4.¿Quieres saber que me gusta de ti...? Que me rechazaste, que eres delicado, que estas asustado, que eres guapo, que estas fuera, que me provocas ternura, que me excitas, que estas igual de atrapado que yo..
¿Recuerdas esta escena en la película? Pues ahora imagina que tienes a alguien que te gusta mucho delante de ti y que tienes la oportunidad de decirle a esa persona qué es lo que más te gusta de él o de ella, ¿qué le dices?
5.Las rutinas de cada día. Aquí tienes un personaje y tienes que inventar cómo sería un día normal en la vida de esta persona.
Por ejemplo: Se levanta a las seis de la mañana muy cansado de la noche anterior...
6.¿Existe la clase de español perfecta?. ¿Cómo es un profesor ideal? ¿y un alumno ideal?. Escribe 3 cosas sobre cómo tiene que ser cada uno de ellos.
7.Ya has terminado el examen, y ahora ¿qué nota crees que te mereces? ¿por qué?. ¡Recuerda que esta pregunta es muy importante!.
Y aquí termina el examen. Ya comentaré qué tal las notas....
19 febrero 2010
de mutuo propio
Alumno: ¿Y ahora?
Profesor: Ahora tú serás una persona y yo seré otra.
Alumno: Vale.
trátarlos a todos como a niños, decidles que son guapos, que son listos, que lo tienen todo... obviad toda forma de atención, de miramientos.... y supuestamente: vendrán. pero por iniciativa propia. Ahí entonces es cuando decidirás tú qué es lo qué vas a hacer....
¿y te preguntas cómo vendrán?
Vendrán enorgullecidos por la falta de atención, no vendrán serenos, ni de iniciativa propia. Y ahí es cuando será un poco triste, molesto, incómodo, inoportuno, desagradable y hasta fastidioso, porque cuando no es así, poco significa, al menos para mi.
Cuando no vienes por iniciativa propia, cuando tengo que ir a por tí, cuando tengo que llamarte una y otra vez, cuando tengo que decirte que estoy solo, descafeinado o con leche, que necesito un esto, un lo otro, o un lo de allí o un lo de allá..., cuando tengo que hacer malabares de mono idiota para llamar tu atención, eso si, los míos, mis malabares de mono, hechos por iniciativa propia.
Y que tenga que bastar con abrir la boca, porque vaya que explote y salgamos todos perjudicados, para que vengas con los pies arrastrados, para que digas tres o cuatro cosas, para que hables del tiempo y la distancia, para que manifiestes algo de sentido del humor, para que declares amores y añoranzas, para que expongas una serie de argumentos que no tienen nada que ver con esto, para que menciones algo que nos conecta, para que nombres lugares y momentos en los que no coincidimos porque ya no están para eso, para que formules unas cuantas de tus teorías sobre la amistad, el amor y otros diablos inacabados, para que anuncies tu candidatura a la persona del año, para que enumeres cada una de las veces que me adoras, para que observes mi cara de ingrato, para que recites unos cuantos poemillas facilones, para que cuentes historias dónde yo soy el malo, el bueno y el regular, para que parlotees sobre esto y lo de más allá, para que articules alguna palabrita que me haga olvidar todas las "patas" que estás metiendo..., eso si, pero sin iniciativa propia, no de mutuo propio.
Da igual, ya lo has hecho mal, ya lo hiciste mal, ya lo harás (otra vez) mal.
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dormir en la calle
16 febrero 2010
dicen que fue...
él: ¿qué?, he estado este fin de semana en un balneario, mira (le enseña la pulsera), Svata Katerina...
ella: si, se llama como yo.
16 enero 2010
No vuelve
Se levantó en mitad de la noche, como el que se levanta de una pesadilla. Miró el reloj del móvil y era casi la hora de levantarse. Y de pronto, sintío el olor de él en su piel, y se enlazaron unos recuerdos con otros de forma instantánea y de sorpresa, y le vino a la piel, su sudor, su olor, su vello deslizándose por su cuerpo.... y el sexo.
Era la última persona con la que se había acostado, y ya hacía dos meses de eso, en ese momento lo recordó perfectamente, como si él estuviera ahí, y la mezcla de excitación se mezcló con la confusión, porque no quería pensar en él, ni mucho menos pensar que había sido la última persona con la que se había acostado, con la que había compartido su cuerpo, y no quería que los recuerdos llegaran a más y se describieran en un buen sexo o algo peor: un muy buen sexo, no quería que crecieran y se desarrollaran a lo largo de la rutina de por la mañana temprano y tenerse que irse con él a tomar el café, que le acompañara en el cigarrillo que estaba a punto de fumarse, y ni mucho menos a la ducha dónde tendría todo su cuerpo expuesto a que sus manos volverían a crear los mapas que pudo crear él el último día.
Lo único que no necesitaba para ese día era tenerlo en la cabeza.
Pero tanto esfuerzo para olvidar solo sirve para recordar mejor. Así es la memoria.
Ya no está. Y este no vuelve. Se fue. Y este no vuelve.
Y con miedo y despacito se dijo a sí mismo "se fue", " y este no vuelve". Pero no tenía razones, se fue sin razones, no pasó nada malo, no hubo ningún problema, ni gritos ni discusiones absurdas o realmente importantes, solo se tenía que ir después de hacer... lo que fuera con él. Y por eso se fue, los dos lo sabían y lo tenían asumido. Pero ahora él estaba en su piel, en su memoría y debajo de su pantalón del pijama. Y en lo único que podía pensar era en cambiarlo, en acostarse con alguien, en conocer ya a alguien, y en olvidar que fue el último, que fue importante y que ya no vuelve.
Y por un segundo empezó a odiarlo, intentando juntar pedacitos de todo para crear un odio de esos que te crees que te hacen olvidar. Pero realmente no quería, disfrutaba el recuerdo que ya le había venido de sus ojos en el sofá aquella noche, del deseo, del miedo, de sus manos y su camiseta, de su vello en su piel, de los tres mil pelos de su barba acariciándose con los dos mil y pico de la suya, del miedo de él por hacer algo que no se debe hacer y del extra de excitación que eso le proporcionaba. No puedes, lo haces, me desesas.
Aunque al día siguiente se fuera, aunque ya no volviera, aunque ahora lo tuviera tan cerca, aunque llevara dos meses sin acostarse con nadie.
Y entre tanto pensamiento, ya se había vestido, ovbió la ducha y se quedó con él un rato más en su memoria.
El reloj del móvil ya le recordaba que tenía que hacer su vida.