Qué curiosa es la cosa de saber que hay personas que tienen un mando a distancia con nosotros...
Como nos dan volumen y hacen que gritemos, nos volvamos locos o hacen que nuestras palabras suenen con ese tipo de precisión, como nos lo bajan y hacen que susurremos y digamos cosas que nunca diríamos en un tono normal, para que solo tú lo, como esas personas, a su antojo o sin el, se quedan manejando nuestros agudos, nuestros graves y nuestros estados de dolby soundround, cuando hacen que nuestra voz traspase las cosas, las paredes, las ventanas y cualquier otra cosa preparada para atravesar, todas esas cosas que se quieren decir o contar, y no solo con nuestra boca hablamos sobre nosotros. Y es curioso, ¿por qué no?, curioso como teclean para cambiarnos el color, hacernos oscuros o en blanco y negro cuando necesitamos más de ellas, o cuando nos llenan y nos saturan de color, haciéndonos más cromados, más vivos; como distorsionan nuestra luz y nos hacen brillar por todo lo alto, nos hacen mágicos y luminosos, suaves, como dioses, como cuando vas escuchando una canción que te encanta por la calle y sientes cómo esa fuerza se introduce en tí, como imaginas que pueda ser un chute, y te crees el rey de la pista, o de la calle, claro está, de la calle. Con esa sonrisa estúpida y bobalicona...
Es curioso cómo hay personas que tienen un mando a distancia con nosotros, y nos apagan y nos encienden con alguna de las veces sin querer, y revobinan momentos de nuestro pasado, dejándo intactos muchos momentos, tan vívidos como reales, o hacen que el tiempo pase más rápido, a cámara rápida y, a veces, con alguna que otra interferencia, de lo agusto que se encuentra uno, de lo placentero de las agujas del reloj pedaleando sobre los números.
Es curioso, y sigue siendolo, cómo nos cambian de canal y nos hacen pasar de un programa a otro, por si nos agobiamos o nos cansamos o nos repetimos, por si este programa está ya repetido. Y es que es curioso, ¿o no?. Muy curioso. A mi es que hay muchas cosas que me parecen muy curiosas, quizás por la manía que tengo de detenerme tanto en las cosas...
Tengo curiosidad por tus colores, tengo curiosidad por tu luminancia, tengo mucha curiosidad por tus programas, los que vives, tu realities, tus informativos, tus programas de cotilleos, ausencias por tus programas de corazón, y alguna que otra película. Moverme en tus dibujos animados, darte volumen cuando cantes alguna de las nuestras y apagarte cuando ya esté cansado, y quiera recrearme en otros momentos.
Y es que hay muchas cosas curiosas, hay tantas, tantas, tantas... se ejerce tanta influencia en la gente, ejercen en tí tanta influencia, que hasta es curioso que uno se deje. Que hasta es curioso que te dejes...
SOLO PALABRAS
Creo en la paciencia
Temo la palabra
Odio la mentira
Siempre por la espalda
Creo que te entiendo
¿Esto es lo que opinas?
¿Sabes lo que siento?
¿En tu pensamiento?
¿Crees en las promesas?
Son solo palabras
Yo creo en los actos
El acercamiento
Bésame si miento
Dame tu saliva
Vives mi deseo
Siempre de escondidas
Aquí la palabra
En segundo plano
Sientes el aroma,
Vida; escucha, mira.
Veo la salida
Siempre afirmativa
Caminaré ciego, porqué sé que miras
A-F-A-S-I-A
Dime con tus dedos
Que no habrá más peros
Que siempre seremos
Mientras nos toquemos
Luz entre las ramas
Seis de la mañana
Llegan los colores
Nacen las fragancias
Dime esa palabra
Que tus ojos cantan
Como fluye el viento
Como corre el agua
Entre las montañas
Bésame los labios
Tócame la cara
Que me tiembla el alma
Poseía, poesía
Caminaba, componía
Comparaba, concentrada
Si buscaba, encontraba
Contaba y cantaba