03 mayo 2008

Los subjuntivos de Praga: El presente

Sé que es casi nada, pero me sirve de tanto, sólo una palabra para olvidarme del pánico.
"el momento más feliz" la casa azul




he perdido la capacidad de cocinar, definitivamente, la he perdido. Y no es que la llore, ni mucho menos, no es un drama y me parece hasta graciosa, la verdad. Yo no es que haya sido un magnifico cocinero, ni mucho menos, pero con un poquito de música, un par de cacharros y una buena compra del Mercadona me entretenía bastante en la cocina, aunque me entretenía más cocinando para alguien.
Anoche cogí la bolsa de pescado congelado del congelador mismamente (sino de dónde), aquí no hay pescado, pero nada..., que si, que hay perca y trucha y salmón, pero no es muy accesible y siempre congelado, lo que si hay es un pescado blanco que no se sabe muy bien qué es, pero que está bueno y que apaña bastante bien. Bueno, la historia es que tenía patatas, tenía cebollas y ajos... bueno, pues un pescado guisado como suele hacer Enrique (el Henry), mi compañero de piso. Directamente y con mucha desidia, metí todo en la cacerola, lo sofreí de mala gana y lo salé de más mala gana todavía (es decir, que apenas lo salé). No sabía a nada, estaba de pie en la cocina con el plato en una mano, el tenedor en la otra y sonriendo por el plato sin sabor, sin sustancia, sin ganas y sin nada que había preparado. Tres bocados y a tumbarme a ver una peli.
Esa costumbre no la he perdido aún.
"¡¡Se vuelve a aprender cocinando!!", me decía Henry cuándo llegó a casa, "¡¡eso no se olvida!, ¡es que no estás motivado!"... pues no, no estoy motivado la verdad, aunque tambien es verdad que me da igual. Las rutinas aquí han cambiado, las cosas cambian con el tiempo, unas se quedan para siempre porque son inamovibles (o "irreductibles" lo que me gusta esta palabra por el poema de Espantapájaros de Galeano), otras son dinámicas y crecen o decrecen, como mis ganas de cocinar o mis ganas de tumbarme y ver una peli.


En mis rutinas me suelo levantar muy temprano, hay veces que hasta las 6 o 7 de la mañana, trabajo casi todos los días por la mañana, tengo clase de DELE (preparación para el examen de español) los lunes y miercoles de 9 a 11, los martes tengo clase privada con Sash, una chica checa un poco siniestrilla y tímida. pero con un curioso sentido del humor. La clase la damos en un café diferente cada vez, aunque hemos encontrado uno cerca de casa dónde la camarera es medio simpática y el café no está del todo mal, un sitio bonito y cómodo. Los viernes por la mañana en Cervantes con "las pencas" que es como llamo a mi grupo del viernes, son un grupo de unas diez chicas (ningún chico) y son bastante torpes, pero les tengo mucho cariño como a todo lo torpe (y espero que ellas a mi, porque en las evaluaciones me pusieron por las nubes... de bien, de bien, esta última semana han tenido unos progresos increibles y me siento muy orgulloso de ellas. Miercoles y Lunes por la tarde clase con un grupo A2, con el que me lo paso muy bien y en el que hay muy buen rollo en clase, de hecho los invité incluso al festival de cine español y tuvimos oportunidad de estar juntos fuera de clase y verme hacer de payaso también fuera de clase. Los martes y jueves tengo clase privada con Edit, una chica hungara-eslovaca-checa, tremendamente preciosa, una persona impresionante, llena de recovecos, de bellezas diminutas y detalles curiosisimos, aunque muy escapista, me hace cambiar de tema cada 3 segundos, cosa que me disloca algunas veces para la clase, pero me encanta su inocencia, la forma que tiene de ver las cosas.
Ya no tengo miedo a las clases, esto creo que está muy bien, en cierto modo he ganado la batalla, aunque no la guerra, porque sigo batallando cada día, y eso me hace sentir muy orgulloso de mi mismo (no teneis ni idea de hasta cuánto, mucho).
Y ahí van mis rutinas...
Me levanto y me tomo un cafelito con un cigarrillo, me ducho y me cojo el tranvía 22 o 23 y me marcho al Cervantes, me bajo en Stephanska y camino un minuto hasta las puertas de cristal inteligentes del Cervantes,que se abren antes de que las toques, subo un piso y allí está la sala de profesores, una mesa tras otra, un ordenador tras otro y los de siempre moviendose por allí, entre pretéritos perfectos o imperfectos y con sus subjuntivos y condicionales, y me siento pluscuamperfecto cuando utilizo los imperfectos del subjuntivo proponiendo condiciones, proponiendo hipotesis... "si yo fuera o fuese, si yo estuviera o estuviese...".

con Carlos y Manel

Hay tantas cosas que contar, que es dificil, la verdad, poner un poco de orden en mis rutinas, porque ahora son para mi rutinas, para los que no sabeis mucho de mi vida aquí, son novedades, pero se han aglutinado de mala manera y no sabe muy bien ya cuál es la primera, la que va después o la que tiene ganado el trono de la más importante, para lo son todas, porque son cambios en mi vida, y porque los necesito de verdad, muchos de ellos para crecer, para vivir otras cosas, otros, para calmar todo lo que echo de menos allí, en España, que no son más ni menos que personas, a las que puedo acceder más bien poquito, de las que pierdo el tanto de estar al tanto, y de las que hay veces.... que de verdad que lo juro, que se me hace un mundo no estar cerca, no teneis ni idea de lo dificiles que pueden ser algunos momentos, que eso no significa igualmente que esté mal porque no lo estoy, ni mucho menos, es que soy así... y no se pueden evitar ciertas cosas. Vosotros os comunicais siempre los unos con los otros, pero a mi me llega poquito, y eso contando que para lo poquito que me llega , llega en formas poco esperadas o de escasa información... pero esto es otro tema aparte.

Manel-Manuel-Manolo vino a Praga, vino a ver Carlos y de camino encontrarse también conmigo, una parte de Oscar de Barcelona venía a Praga, una persona nueva cerca de él, que comparte sus cosas, sus marchas, sus charlas... casi su-todo. Y la verdad es que fue una delicia tenerlo aquí, su expontaneidad, esa forma tan natural y tan fresca de hablar, de ser, tuve muy buenos momentos con él, una oportunidad para darle una vuelta a las calles de Praga otra vez, salir por las noches en medio-desfase, porque a mi me pilló medio malo también, y cuando me decido a emborracharme un poco un día... acabo haciendo cosas con complicadas consecuencias, en plan de "cómo he llegado aquí y quién me ha traido aquí".

con Lorena en el Popocafeptel

En medio de la visita de Manel (lo llamaremos así porque así es como lo llama Oscar), se presenta también de sorpresa Lorena, que haciendo una visita en Austria para una boda, en un arranque se mete en un tren para Praga, se me hacía lo más raro del mundo, como si hubieramos quedado para tomar una cerveza en Praga, me pilló en unos días muy liado con el DELE y estudiando algunas cosillas que necesitaba, pero igualmente me alegró mucho verla aunque solo fueran dos escasos días...

con Henry en el Café Louvre

Otra cosa es la de no tener internet en casa, me limita lo más grande para poder hablar, para poder comunicarme, para poder hablar de lo raros que son los checos y de lo que me gustan igualmente, de hablar sobre mis compañeros de trabajo, de Monica a la que tengo un cariño impresionante y una complicidad en cierto modo muy necesaria en mi vida, de Elisa, de Ana, de Pablo... con los que me siento como en casa cuando estoy con ellos, de las andanzas de Manuel al que veo ahora menos pero del que siempre me alegro de verle, de mi angel protector Carlos que me cuida estando cerca o lejos de mi, preocupandose de llevarme hasta al medico, cosa dificil de conseguir porque los odio, pero es que no he parado de estar enfermo por una cosa u otra desde que estoy aquí, y ya la última me vuelve medio loco...

carlos en Malastrana

monica en el sepia de Karlovi Vary


Y poco más... la verdad, el presente se sigue moviendo entre tranvías rojos, entre cambios de color y ese continuo y constante cambio de estaciones que tiene Praga. Y ya tengo fecha para volver otra vez a España, pero por poco tiempo, en Cervantes me han dado una beca para un curso "bastante importante" en Barcelona, para la primeras dos semanas de Julio, una pena porque coincide cuando mis padres y mi hermana con Jose vienen a verme, y bueno...
Bueno, y se me olvidaba!... el regalo de Oscar, el i-pod que trajo Manel consigo, el i-pod, bautizado ahora i-ki en su honor, el paquete de mortadela de aceitunas y la Fotogramas...(¿se puede ser más feliz a nivel material?) ¡¡cosas (materiales) esenciales en mi vida!!!. Ahora vuelvo a tener banda sonora en mi vida, ahora gracias a tí, como tantas cosas son gracias a tí, porque siempre... me salvas.
Me emocioné lo más grande al ver el ipod y un video que llevaba consigo de Oscar presentándolo, con todas las respuestas a mis preguntas "¿por qué te has molestado?, ¡no tenías que hacerlo!...", pero ya no era solo verlo, sino verlo contándome las cosas que hace, cómo sigue su vida.... Siempre me emocionas nene.
Vamos a ver qué ocurre, vamos a ver qué pasa...

por cierto, dejo el video de Madonna, que ha hecho un nuevo album con una canción bastante pegadiza, pero un album bastante malo, pero bastante, bastante... ella no es de mi gran predilección, pero siempre la he respetado mucho... pero esta vez se ha lucido.
Si es que como Ivan (Ferreiro) hay poquitos....


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Puente de mayo de reencuentros! Rosa, Ali, Guille, Manu, Ángela y yo nos hemos vuelto a ver en Córdoba, con muchas flores, rebujitos, risas, charlas y "Facto de la Fé" como banda sonora: este instante, será sólo un recuerdo dentro de un momento... Muchos besos de parte de todos! Has estado muy presente Markitos!
Un abrazo gigante de aquellos que nos dábamos! Alex.

FRAN dijo...

Marcos, no sé que pellizco en el estómago tiene que dar estar tan lejos de tu "ente", sobre todo cuando ya parece que te haces al lugar y durante muchas horas del día dejas de descubrir cosas nuevas. Por mi parte te digo que echo de menos que tengas internet, encontrarte por el messenger y que digas que has quedado, que suena el teléfono, etc... :p. Se echa de menos algún que otro rato sabiendo algo más de tí que lo que leo por el blog, poniéndonos al día.

Un beso gordo..es decir, el beso gordo, porque por las fotos pareces que estas más flaco..comeee!!

Beatriz Pérez Doncel dijo...

Me gusta comparar la elaboración de un plato con un proyecto. Puedes conocer al dedillo todos los ingredientes y que el resultado sea una batata cocía. Hay que estar motivado y conocer los tiempos de cocción. En eso se basa el proceso de proyecto. Acabo de llegar de Berlín y tengo sobredosis de buena arquitectura...que alegría...
Un beso enorme

Anónimo dijo...

cambios, cambios, cambios... no sabes como me identifico con las ganas de cocinar. Ya sabes que no me ponia mucho, pero lo hacía de vez en cuando... ahora... Nada!
No se realmente que es lo que mas miedo me da si los cambios que yo voy experimentando o los que vas teniendo tu. Si lo pienso lento me dan mas miedo los segundos (de silifono) porque los mio los asimilo poco a poco, los cocino y veo el proceso, los tuyos son y ya está...
Tengo miedo a que vengas en Junio... miedo a que te vayas y no te hayas ido, miedo a quedarme de nuevo contigo aunque solo...
En fin, que ya me ira contando y que aunque tenga miedo (por un dia de melodrama que me ha venido) tengo unas ganas desmedidas de volver a mirarte a los ojos...

Anónimo dijo...

PS: Que guapissima es mónica, ten ia que decirlo...

Oscark

Anónimo dijo...

A mi me gusta inexorable... aunque si me pongo a pensar en el significado realmente es algo que no me termina...no me gustan las personas que ponen los puntos sobre las íes.