23 febrero 2007

la princesa y el bufón

Aunque siga suspirando
por algo que no era cierto
me lo dicen en los bares
es algo que llevas dentro
que no dejas que te quieran
solo quieres que te abracen
y publicas que no tuve ni valor
para quedarme

Turnedo . Iván Ferreiro





las malinterpretaciones siempre están ahí, se malinterpretan o se pueden malinterpretar hasta la forma en la que te dan la barra de pan en la tienda, pero cuando se malinterpretan las cosas hasta puntos mucho más altos... la cosa cambia, porque, precisamente, las cosas cambian, se actúa conforme a tu interpretación, se cierran las compuertas, y puedes acabar incluso destruyendo muchas de las cosas de la otra persona objeto.




Oscar siempre me ha dicho (unas 144.00 veces para ser más exactos) que siempre espero cosas de las personas que nunca van a llegar, que creo demasiado en las personas... y que las personas, por esa misma regla de tres horrible, siempre me van a decepcionar. La putada es que, una vez más, tiene razón, la putada más grande, la más difícil de superar... es que a mi cuesta cambiar eso. Y no me gusta. No me gusta nada. Como siempre digo, creo que presumo de una transparencia, que quiero dar lo mejor a las personas que se merecen lo mejor, sin exclusas ni excusas, ¿porque me da la real gana?, ¿porque me sale también así?, no, porque no lo puedo evitar...
La cuestión es que cuando tienes el hacha clavada en la frente, preguntas "¿me la quito yo o vas a moverte de una maldita vez para quitármela tú?". Pero, como bien dice también Oscar, nadie se da cuenta de que vas por la calle con un hacha clavada tropezándote con las farolas, porque todo el mundo va a lo suyo, y la percepción que tú tienes de la vida, muy bonita si, pero poco práctica, poco útil sobre todo para tí, porque a los demás, les viene de cojones...
Rossana, ya que vamos hablando de las personas que mejor me conocen, dice que las cosas más bonitas, por las que tanto la puedo emocionar a ella, son, desgraciadamente, las que más daño me hacen, las que acaban destruyendome... ese amor desinteresado, esa forma de hacer conectar, de hacer sentir. Que todo eso a ella la deja en una encrucijada, como con ganas de que las cambie y, por otro lado, dejarlas ahí para que haya una diferencia significativa con todo lo que a ella le rodea...
Y luego meterlo todo en la cabeza y darle al "on" de la batidora para que todo se mezcle, es jodido, es dificil, es tedioso... me resulta hasta imposible. Es que a mi no me gusta ser así, si es un don o lo que sea, ¿se puede devolver?, es que ahora no me viene bien...
Silvia, mi hermana, me dice que soy bastante tonto, que si, que es gracioso, que si, que puede resultar bonito, que siiiiii, y que eso hace que tenga una especie de inocencia que me caracteriza, que si.... Pero que no es práctico, que tengo que diferenciar, ser más cauto, que nadie siente como el otro, ni como la otra, ni como la de más allá..."y todas esas particularidades se vuelven siempre contra ti, y cuando ya estás herido, pocos ven la sangre...".
Lo peor de todo, como dice otra vez el Oscar (que ya va siendo muy sabio en este post, claro está, tiene un master de 9 años), es que cuando el vaso rebosa, cuando ya no se puede más, cuando ya no caben más sorbos en el estomago... radicalizo y abandono, a veces, tan sigilosamente, que retiro todos los poderes que pueda tener una persona sobre mi, llegando incluso a haceme normal, corriente, una persona de la calle... Y ya se vuelve injusto por mi parte.

Por eso siempre he tenido miedo que las personas a las que quiero de veras, me decepcionen. Aunque todo el mundo decepciona, aunque es algo normal en la vida, aunque yo lo hago también y seguro que más veces de las que pienso. Pero eso, en una persona que conoce tanta gente y se la ve tan extrovertida y tan sociable, hace que tenga a tan poquitas personas ahí dentro, menos de las que parecen, porque entrar, realmente, requiere un esfuerzo grande, aunque haya personas que se cuelen por la puerta de atrás...
Y ahora entonces viene todo esto por un cuento que siempre me gustó mucho... a ver si lo resumo bien, aunque no prometo recordarlo perfectamente, y así también este post no se hace eterno.

Erase una vez.... una princesa en un castillo, una infanta que siempre estaba triste, una infanta que caminaba por el castillo perdida y aburrida. El rey ya no sabía qué hacer. Un día llegó a palacio un bufón, un bufón muy curioso porque ya solo con su presencia hacía reír y divertirse a la corte. El rey decidió regalar el bufón a la infanta, y que ese bufón fuera el bufón de la infanta. La infanta, solo verlo comenzó a reirse, cosa que al bufón (como buen bufón) le gustó mucho y le animó así a poder hacer más chistes, más burlas, más saltos y más acrobacias. La infanta era muy feliz, reía constantemente y el rey estaba contento. La alegría había vuelto a palacio.
El bufón pasaba todo el tiempo con la infanta, jugaba con ella, saltaba a su alrededor, la hacía reir continuamente y ambos eran felices por ello. Toda esa armonía hacía crecer al bufón...
Un día el bufón entró a palacio en busca de la princesa, casi conocía todo el castillo, pero había una parte en la que nunca había entrado, mientras buscaba por los pasillos a su infanta para hacerla reir, se encontró con una habitación llena de espejos. Al entrar y mirar cada uno de ellos, empezó a sentir una angustia horrible, descubria que su cara, su rostro, eran horrendos, completamente horrendos, todo él era horrendo. Nunca se había visto así y una tristeza enorme comenzó a inhundarle y apoderarse de él. Él nunca supo que era así. Salío de la sala, caminó por el pasillo pensando en que la princesa solo se reía de él por su aspecto horrendo, que nunca la hizo feliz por motivos propios, no se reía de las cosas que hacía, sino de lo que era. En medio del pasillo, triste y angustiado, cae rodondo, se desploma su corazón.
La infanta busca al bufón por todo el reino, ella quiere estar con su búfón, entonces pide a uno de sus criados que lo busque también.

El criado lo encuentra en medio de ese pasillo, tirado en el suelo y llama a la infanta. La infanta llega y ve al criado como apoya su oido en su corazón, le golpea con patadas, pero el bufón no se mueve. Después de breves momentos se encogió de hombros, se levantó, y, haciendo reverencia a la infanta, le dijo:
-Mi bella princesa, vuestro divertido Enanito no volverá a bailar más. Es una lástima, porque es tan feo, que pudo haber hecho sonreír al rey.
-Pero ¿por qué no ha de bailar más? -preguntó la infanta riendo.
-Porque se le ha roto el corazón -respondió el criado.
Y la infanta frunció el ceño, y sus finos labios de rosa se plegaron con desdén.
-En adelante, que los que vengan a jugar conmigo, no tengan corazón -exclamó.
Y salió corriendo hacia el jardín
.


fin
Oscar Wilde - El Cumpleaños de la Infanta


this mes were in now. thom yorke & pj. harvey

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Se lo que es andar tropezando con tu propia puerta abierta mientras ves a otros pasearse con la cabeza alta y el cuello estirado detrás de sus murallas.
A mí se me cae el hacha sola con tus casualidades y me nace como una tirita que se va haciendo grande con una canción, una frase, una película, un día perfecto para el pez plátano o incluso aprendiendo a cambiar una rueda reventada.


I just wanna say
Don't ever change now baby
I'd thank you

The city sunset over YOU

Miada dijo...

Uuuyyy cómo me suena todo esto que cuentas. Confío en la gente por mi naturaleza y todo es bueno hasta que me demuestren lo contrario, pero como duele cuando te lo demuestran...

Menos mal que siempre tenemos a alguien para calmar ese dolor.

Yo no quiero cambiarme, además no creo que pueda hacerlo, prefiero dar y confíar en recibir, lástima que no todos puedes dar como yo espero...
Anoche escuchaba una canción de Jorge Drexler, la letra me daba confianza, pero me dejaba con un OJALÁ.

Tu beso se hizo calor, luego el calor movimiento,
luego gota de sudor que se hizo vapor y luego viento,
que en un rincon de La Rioja movio el aspa de un molino
mientras se pisaba el vino que bebio tu boca roja.

Tu boca roja en la mia, la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caia supe que de algun lejano rincon
de otra galaxia el amor que me darias, transformado volveria
un dia a darte las gracias.

Cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da.
Nada es mas simple, no hay otra norma.
Nada se pierde, todo se transforma... todo se transforma

El vino que pagué yo con aquel euro italiano
que habia estado en un vagon antes de estar en mi mano
Y antes de eso en Torino, y antes de Torino en Prato,
donde hicieron mi zapato sobre el que caeria el vino.

Zapato que en unas horas buscare bajo tu cama,
con las luces de la aurora junto a tus sandalias planas
que compraste aquella vez en Salvador de Bahía,
donde a otro diste el amor que hoy yo te devolveria.

Cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da.
Nada es mas simple, no hay otra norma.
Nada se pierde, todo se transforma... todo se transforma

Todo se transforma... todo se transforma,
y supe que de algun lejano rincon...
de otra galaxia el amor que me darias
transformado volveria un dia a darme las gracias.

Cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da.
Nada es mas simple, no hay otra norma.
Nada se pierde, todo se transforma... todo se transforma

Un beso.

María Esquitin dijo...

¿Por qué siempre creen que nuestra bondad es un don? Es más bien una cruz, que llevamos con resignación. Nos entregamos en cuerpo y alma a aquellos que amamos; antes de que empiecen a sufrir, nosotros, que presentimos el dolor, estamos ahi: para dar la mano, para prestar nuestro corazón ... y todo son alabanzas; pero el día que nosotros sufrimos, nadie presiente nuestra tristeza, o al menos, no sentimos esa fuerza que necesitamos: aunque esten a nuestro lado, aunque nos digan te quiero ...

Anónimo dijo...

TRANQUILO, YO AL FINAL OPTE POR Q LO IMPORTANTE ES PARTICIPAR, NO SIRVE DE NADA PONERSE VENDAS O INTENTAR AISLARSE DE NADA AL FINAL, LO Q TENGA Q PASAR VA PASAR, ANIMO!

LaPereza dijo...

Hola guapo!
Como ya has leido en mi blog he sufrido el boicot de mi ordenador que cada día se parece más a HAL.
Hace tiempo que decidí que no me gusta la gente en general, aunque me encantan algunas gentes en particular; cuando me encuentro con alguien que no "responde", que prometía pero no..., que cogió un trocito de mi para luego tirarlo, entonces l@ flagelo con el látigo de mi indiferecia, pero claro como en realidad pasan de mi desde mucho antes que yo me diese cuenta, pues tampoco les llegan los azotes y al final la que se reconcome dándole vueltas a todo soy yo. Dios! cuando dejaré de tanto cavilar.
Un besazo.. y si, te acepto el café cuando te vaya bien.

Anónimo dijo...

Muy bonito el cuento, sabes que me encanta, me encantan las historias de gente que muere de pena y cosas de esas... pero...
... como te he dicho mil veces la vida no es un cuento, y ni mucho menos nadie ha dicho que tenga que tener un final feliz. El Bufon es gilipollas, eso para empezar, hay miles de alternativas:
Retoques esteticos, maquillaje industrial, puede hacer dinero con su fealdad, puede buscar grupos de ayuda de bufones feos anonimos, puede irse a trabajar a un circo, puede abrir un perfil en gaydar, que hay de todo, puede poner la careta de Benno Furman en todos los espejos, puede escribir un blog que se llame "Soy feo y que", puede engancharse a Betty la fea, Yo soy Bea y las multiples versiones que han sacado provecho de lo mismo, puede convertirse en feonauta y compartir experiencias con otros, puede ir al Diario de Patricia y contar como es, puede hacerse amigo de Pozi, de Ana Obregon y de Bertin Osborne, puede beber tequila hasta que se olvide de todo...
...la mas sencilla de todas y a la vez la mas dificil... puede dejarse de historias y aceptarse tal y como es. Su problema no es de fealdad, es de autoconfianza y autoestima. El pobre Bufon ha olvidado todo lo bueno que tiene y lo ha enterrado todo de golpe solo porque es feo?? Y a todos nos da pena... Pues a mi no me da pena, no ha luchado, ha descubierto una cosa que no le gusta de el y ha tirado la toalla... a mi me da pena la pobre hija de su Reina Madre, la princesita cabrona, que tiene claro lo que quiere y no quiere humanos a su lado quiere a un Principe azul hijo de puta, psicopata igual de egoista que ella... es lo que quiere, es lo que merece...

Te lo he dicho 144.002 veces, las cosas a veces son como tu quieras verlas y yo creo que mejor leer entre lineas que tomar el texto al pie de la letra....

Ndt

María Esquitin dijo...

¿Y quién no ha sido bufón alguna vez?. Yo quería ser la princesa hija de puta, pero no me sale ...