04 octubre 2006

Diario de un Cortometraje IV: Editando mis miedos

Me juego el tipo mirándote a los ojos,
salgo corriendo, voy a meterme en remojo,
me has alterado poniéndote a mi lado,
yo que vivía tan feliz en un tejado...

sol de invierno. extremoduro.



la primera secuencia del corto SEGUIR se montó ayer por fin, los primeros planos del corto con sus primeras palabras, saliendo de este hombre y su preciosa voz, de sus pensamientos, se fueron formando plano tras plano. Y es que la cosa es que ya he empezado a montar el corto, ya le he echado coraje, del poco que tengo (aunque muchas personas piensen que soy muy valiente), y gracias a Valle, y sus anchas laderas de tranquilidad, que me han prestado su ordenador, su sonrisa, sus oídos, sus mimos y un plato de berenjenas cocido-fritas con huevos, más ensalada de "todo" y almedras, echándo uno de nuestros ratos de charlas y revoltijos de la vida. Así que gracias a ella, ayer metí todas mis esperanzas en formato *.avi en su ordenador y me enfrenté a ellas en una línea de tiempo con un monitor grande, ¿a que quizás parezco muy melodramático? ¿o exagerado?, no, no lo es, no lo seré pero no tanto, es solo miedo, y miedo tenemos todos y todas, el miedo está ahí, es parte de cualquier proceso de las cosas que a uno le importan, y siempre tengo miedo a hacer las cosas mal, siempre, por un lado es mi parte inconformista y perfeccionista, y por otro lado, mi inseguridad. Plantarme delante de un ordenador, con un programa que no toco hace años, con un proyecto que no pensaba desde hace mucho y con la cosa esa de "ten cuidado con lo que deseas... porque se puede cumplir". Así que vamos a ver qué tal ayer.... ¡acción!

Oihana me escribe una frase que atraviesa mi monitor, en la que me cuenta que está muy orgullosa, y me encanta porque mete mi ego en un torbellino, macerado con todas las ganas que tiene ella puestas en este proyecto, son unas ganas que alimentan, a modo petti-suit, que hacen más fuerte y fortalecen los huesos, con la única intención de hacer crecer y sonreir (a ser posible) al final del anuncio o durante o antes. Ella está preciosa en el corto, no muy lejos de la realidad (todo hay que decirlo), se come la cámara y su mirada atraviesa la pantalla contando otras tantas cosas, así como su personaje destruye absolutamente todo lo que es ella, dejando a un personaje nuevo, que es el mio, el que mi mente (perversa, malvada, enfermiza, fantasiosa, libre, romántica...) ideó para esos minutos en los que ella, deja de ser ella.

Oscar, otro de los personajes con el nombre igual que el actor, me dice que me lo tome con calma, que vaya tranquilito, que no me apresure, que luego me pasan cosas, él me conoce bien y las teclas las conoce mejor que las del mando a distancia, conoce mis absurdos mecanismos, y es cauto, como el poli de las películas cuando le dice al personaje tembloroso con la pistola, que se relaje, mirándolo a los ojos e intentando que deje la pistola en el suelo. Algo así. Por explicarlo de alguna manera, porque es dificil explicar las artes que tiene y usa esta persona conmigo. Su voz comienza la historia, su forma de pensar en la protagonista, con ese desamparo de no saber cómo enfrentarse a ella, haciéndo uso de todas las cosas bonitas que tiene guardadas de ella, su voz desgarra las imágenes con mucha profundidad y ternura, como en el final de 9 semanas y media, cuando él le dice a ella (sin que ella lo escuche), "no te vayas, no hasta que sea mayor".


Rakel aún no ha llegado, sus planos me esperan esta tarde, su personaje simboliza todos mis miedos, todas las cosas que yo guardo o he guardado alguna vez, las cosas que nunca he dicho, pero dentro de un personaje que no quiere permitirse el lujo de sentir, (y yo si quiero) porque sentir puede ser peligroso. También ella se enfunda en otra Rakel que no es ella, que no tiene sus movimientos, ni su fuerza, ni la forma en la que ella explica el mundo, una Rakel contenida con más miedos que la Rakel original.

Cris vio ayer la primera secuencia del corto, así en bruto, sin toquetear mucho los detalles, y con ese ánimo más gratuito que el aire, me regalaba otro empujón. Muchas gracias a tí también por tus ánimos, por esa corriente inagotable de fuerza que derrochas, impresionante la forma en la que encuntras las palabras para hacer sentir bien a uno, por todas esas "animadoras" que hemos usado tanto en pantalla como en el mundo real. A ella le impone mucho la idea de hacer música para el corto, disfraza las palabras, cuando todo se desnudó bastante cuando escuché una de sus canciones, ¡niña, que voz más bonica!. Pero no te preocupes mujer, que no quiero presionarte...

Y no decir de las demás personas, no pongo todos los nombres porque ya los pondré en los títulos de crédito cuando lleguen, esos títulos que me tiene pendientes mi amiguito Alex, que me consiente pedirle favores de este tipo, para ver si abuso de su insomnio y de esta dejadez que tenemos los que esperamos, pasando noches en vela delante de cualquier superficie que emita luz o salgan cosas moviéndose o diciendo tonterías, esperando él a que sus listas bajen y se queden en un 1, y yo a que mi mundo explote y se pongan unas cuantas cosas en su sitio (dicese del trabajo, el dinero y la cordura). No te quiero presionar con esto Alex, ¡ni mucho menos!, ya sabes que soy respetuoso, además, no se puede pedir nada cuando se ha estado tanto tiempo sin montar nada. Tus con tus ánimos has puesto ya unos cuantos títulos de crédito en mi vida y en nuestra amistad.

Siempre me apresuro a las cosas, siempre voy por delante, soy como la lechera y su cántaro, pero a mi se me ha roto tantas veces que me han hecho descuento, tantas veces que no sé ni cuántas son, porque esta memoria de pez que tengo sirve también para esto, para olvidarme de mis errores, para cometerlos una y otra vez, desde cosas que no debes hacer o decir o apresurar o forzar, hasta para enamorarme una y otra vez de quién me he enamorado, cada vez que me tropiezo con esa persona, y sus ojos son los primeros, su mirada es la primera y sus palabras me atraviesan de la misma forma.... ¡quizás por eso llevamos tanto y son tantas las ganas de verte!, quizás por eso a quién quiero lo o la quiero de estas formas tan raras que, incluso llenas de ausencias o desapariciones mías, están llenas de ese tipo de fidelidad.
Si es que muchas veces tenemos que tomar o retomar nuestros miedos e intentar editarlos, cortarlos y pegarlos, porque pocas veces se pueden eliminar, para saber manejarlos o para aventurarse en la idea de que queden bonitos, como imágenes de nuestra vida, no como nuestras miserias o los muros de nuestro camino...

¿y tú?, ¿de qué tienes miedo?...





¡mágnifica canción!, un regalito para quién lo quiera!!

13 comentarios:

oscark dijo...

Hay una persona tan especial que hace que mis miedos desaparezcan, hace que me sienta valiente a cada paso que doy. Mis miedos son los suyos, miedo a no saber decirle que no se preocupe que todo va a salir bien, miedo a que no se deje salvar, miedo a que sus miedos le hagan dormir triste, miedo a no saber como hacer que baje la pistola...
El corto, rodarlo fue un regalo y me alegro de que al fin lo estes montando, sera perfecto, para mi ya lo es, porque fue un regalo, porque es tuyo, porque te hace ilusion, porque te imagino delante del ordenador de Valle (beso inmenso para ella) y se dibuja mi sonrisa mas grande, porque no se como decirte que te echo de menos y porque cuanto cruzo mi mirada con la tuya me siguen temblando las piernas...
No tengas prisa mi ninio...

Miada dijo...

Yo también me alegro mucho de que estés en ello, las ganas de verlo van aumentando cada vez que dejas algún detalle sobre el tema por aquí...

¿A qué tengo miedo?... Lo único que temo es el sufrimiento de los míos, y por evitarlo o en respuesta a ello ni te imaginas lo que puedo llegar a hacer...
P.D. ¿no funciona el email que tienes puesto en tu perfil?
Un beso.

asaz dijo...

Yo tengo miedo de que me quede tan poco tiempo de vida.

María Esquitin dijo...

Sólo hay una cosa que realmente me de miedo, sólo una en la vida, que no se puede contar aqui. En cuanto a lo de tu corto, entiendo que no te hayas querido enfrentar a ello; si lo has hecho ahora es porque tú te encuentras fuerte y querías hacerlo, pero si te pareces en algo a mi, y dentro de dos días, siente la necesidad de dejarlo, no te preocupes, cuando lo vuelvas a retomar cobrará vida por si solo.
Un abrazo, muy, muy grande ... y que sepas que siento envidia de todos y cada uno de los que te dan algo y te ayudan en tu día a día.

María Esquitin dijo...

Por cierto, Extremoduro, impresionante.Un beso, ya sabes.

0coma5 dijo...

Yo tengo miedo de mi mismo a veces.

M dijo...

Creo que si me funciona Miada el correo, porque creo que Maria Esquitín me envía desde la página algunos mails. Ahora he puesto una nueva versión de Blogspot o Blogger, o lo que sea, que me pedía la dirección de gmail, que es diferente a esta. Entonces no sé. La dirección es marcosinoff@yahoo.com, por si la necesitas...
Un beso!!
Y muchas gracias por los comentarios, aunque los miedos hay que ir a por ellos...

Unknown dijo...

Que sí, que sí, que que miedo, que que bonito el corto, bla, bla, bla, Hazlo ya, joder!!!!!!!!!

Para la premiere se me ocurre que deberíamos hacer una fiestecilla, no? En plan gran estreno y fiesta-desparrame después.

Besos, mariquita!

oscark dijo...

Yo estoy de acuerdo don el señor aviador!!!!! Fiestecilla Premiere!!!

Unknown dijo...

Pos claro!!!!

Daniela dijo...

Marcos...me encantó la canción , el miedo es natural ,en todos existe el temor, pero muchas veces existen miedos innecesarios, temores por algo que no llega a suceder, ese miedo es dañino, porque es un miedo inexistente. Yo le tengo miedo al dolor en todas sus versiones físico, perdida, ese sentimiento , no me gusta, pero vive en mí y tambien el temor que le pase algo a mis seres queridos.
Un beso.

Alicia dijo...

Genial!!! por vencer en esta partida a tus miedos, siempre da ánimo para las próximas...
Yo le tengo miedo a que el miedo me paralice.

Anónimo dijo...

Yo siempre tengo miedo de no llegar, de que se me va.

Pero el corto no me da miedo Marcos, porque ya lo tienes, sólo le hace falta mimo y horas. Y verás como sale lo que llevas en la cabeza.

Y gracias. Gracias por hacerme parte de este proyecto. Ha sido, y aún es, y ¡espera a que llegue a los goya!, maravilloso.