16 enero 2010

No vuelve

vcera/dnes/zítra ayer/hoy/mañana




Se levantó en mitad de la noche, como el que se levanta de una pesadilla. Miró el reloj del móvil y era casi la hora de levantarse. Y de pronto, sintío el olor de él en su piel, y se enlazaron unos recuerdos con otros de forma instantánea y de sorpresa, y le vino a la piel, su sudor, su olor, su vello deslizándose por su cuerpo.... y el sexo.

Era la última persona con la que se había acostado, y ya hacía dos meses de eso, en ese momento lo recordó perfectamente, como si él estuviera ahí, y la mezcla de excitación se mezcló con la confusión, porque no quería pensar en él, ni mucho menos pensar que había sido la última persona con la que se había acostado, con la que había compartido su cuerpo, y no quería que los recuerdos llegaran a más y se describieran en un buen sexo o algo peor: un muy buen sexo, no quería que crecieran y se desarrollaran a lo largo de la rutina de por la mañana temprano y tenerse que irse con él a tomar el café, que le acompañara en el cigarrillo que estaba a punto de fumarse, y ni mucho menos a la ducha dónde tendría todo su cuerpo expuesto a que sus manos volverían a crear los mapas que pudo crear él el último día.
Lo único que no necesitaba para ese día era tenerlo en la cabeza.
Pero tanto esfuerzo para olvidar solo sirve para recordar mejor. Así es la memoria.
Ya no está. Y este no vuelve. Se fue. Y este no vuelve.
Y con miedo y despacito se dijo a sí mismo "se fue", " y este no vuelve". Pero no tenía razones, se fue sin razones, no pasó nada malo, no hubo ningún problema, ni gritos ni discusiones absurdas o realmente importantes, solo se tenía que ir después de hacer... lo que fuera con él. Y por eso se fue, los dos lo sabían y lo tenían asumido. Pero ahora él estaba en su piel, en su memoría y debajo de su pantalón del pijama. Y en lo único que podía pensar era en cambiarlo, en acostarse con alguien, en conocer ya a alguien, y en olvidar que fue el último, que fue importante y que ya no vuelve.
Y por un segundo empezó a odiarlo, intentando juntar pedacitos de todo para crear un odio de esos que te crees que te hacen olvidar. Pero realmente no quería, disfrutaba el recuerdo que ya le había venido de sus ojos en el sofá aquella noche, del deseo, del miedo, de sus manos y su camiseta, de su vello en su piel, de los tres mil pelos de su barba acariciándose con los dos mil y pico de la suya, del miedo de él por hacer algo que no se debe hacer y del extra de excitación que eso le proporcionaba. No puedes, lo haces, me desesas.
Aunque al día siguiente se fuera, aunque ya no volviera, aunque ahora lo tuviera tan cerca, aunque llevara dos meses sin acostarse con nadie.
Y entre tanto pensamiento, ya se había vestido, ovbió la ducha y se quedó con él un rato más en su memoria.
El reloj del móvil ya le recordaba que tenía que hacer su vida.

11 comentarios:

Jayd Romero dijo...

Que historia tan buena.
ya extrañaba ke escribieras como antes.

Unknown dijo...

Me ha encantado Marcos!! pero me ha traído recuerdos de muchas cosas mías, no demasiado alegres...bueno, sí, alegres en su momento, pero que ahora duelen.

Yo tb hago eso, quedarme un rato más con él en mi memoria, que sensación más rara de alegría y de pena a la vez, verdad?

No sé...tómate algo!

Muacs!

Anónimo dijo...

¡Qué lindo blog!
Un beso.

Anónimo dijo...

Arki hay personas con un gran talento para muchas cosas,sé q no te gusta q te digan estas cosas pero me encanta q vuelvas a escribir y me encantaría q pintases de nuevo ok?Aunque algunos artistas grandes no se vean yo ya te descubrí hace mucho tiempo,no lo dejes.love u!!!

roxie dijo...

me fascina tu blog

Anónimo dijo...

Que bonito M. llámame loco por creerte un genio. siempre he tenido y tengo la certeza de que tienes un don creando belleza de lo cotidiano.
ndt

Anónimo dijo...

muy bello, muy bonita historia.
que alegria encontrar lugares asi...

muchos abrazos!!!

Alejandro Muñoz Mateos dijo...

Qué bonico escribes prenda! :)

Anónimo dijo...

geniooooo!!

M dijo...

No os conozco a muchos/as de vosotros/as... pero muchas gracias por los comentarios... escribo poquito por falta de tiempo, pero me encanta.
Eso significa que debería escribir más, si me encanta... aunque haya tantas cosas que nos encantan que no hacemos.
Gracias!

Anónimo dijo...

hay cosas que son universales, cosquillas que hemos sentido todos y malos rollos matutinos que ójala no tuvieramos los que los tenemos y ojala los tuvieran los que los desean...
me gusta lo que dices