09 octubre 2007

Praha Vol.3: 4 Semanas y Ángela no está.

hoy no me puedo levantar… el fin de semana me ha sentado… (muy bien)”.


Angela y Marcos en Kracovia...

Delante del ordenador, son las 2 y 10, me acabo de levantar y con un café al lado, intento repasar con mi cabeza resacosa las cuatro semanas que se han ido ya, y bien idas. Alex hace un pastel de queso en la cocina, al pobre se le ha fastidiado todo, Rosario se ha ido a un centro comercial creo que un poco mosqueada porque hablamos de pasar el día a Pilsen, a la fiesta de la cerveza, pero lo que pasó es que la hicimos ayer nosotros por nuestra cuenta en heterolandia, que es el Lucerna, y el Valentinos, lo opuesto, dos plantas cada uno, y las 6 de la mañana en el reloj diciendo tonterías borrachos antes de tomar el metro, así que Henry, Ana y Alicia están dormidos. Y la que me queda, es Ángela, que se tuvo que ir, y a la que se la echa de menos, muy particularmente yo, muy mucho particularmente, porque si, porque hay veces en las que haces conexiones especiales con la gente, y aunque hayan sido igualmente especiales las demás, esta loca del coño me tenía loquito.

Vendrá en un mes o menos, pero no habrá perdido nada, habrá ganado cosas incluso, poder estar en el sitio dónde iba a estar mejor este tiempo.




Narodni Divadlo... desde la acera de enfrente

me duelen los brazos, me duelen las piernas…”



Me acaba de enviar Jakub un mensaje para ir al ballet a ver “Solo para 3”, ya sería la quinta vez que voy a Narodni Divadlo (Teatro Nacional en checo), y te juro que no me canso ni me cansaría, sobre todo con la última vez, una opera que me alucinó lo más grande “Sansom et Dalilla”. La primera vez en el teatro fue genial, Jakub me lo enseñó por dentro, me llevó por las salas que tenía y por la terraza del teatro, un sitio para privilegiados (en todos los sentidos) dónde hay unas vistas de Praga impresionantes, nos metimos en una obra de teatro que había, que por casualidades de la vida, es mi obra de teatro más que favorita: Cyrano de Bergerac, en checo, pero más o menos me la se entera, así que fue un lujo igualmente, sentados en un palco privado al lado del escenario, me faltaban los prismáticos.


Una pasada (ya ha pasado un día desde lo último que escribí), el ballet ha sido una maravilla, con canciones de Jaques Brel. Vysockij y Kryl (el primero es obviamente conocido, el segundo un checo y el tercero un ruso), una mezcla de danza contemporanea y ballét clásico, una pasada, el primer bailarín era además de impresionante, un comunicador increíble. No sabía yo que me iban a gustar tanto estas cosas, la verdad, todo lo que se descubre.

Hubo un momento en el que estaba sentado, con los vellos como escarpias, maravillado del día anterior, con los nervios de empezar a currar y no saber qué elegir, con la idea de miles de cosas bordeando mi cabeza y se hicieron una frase, clara y muy legible: “quiero más, quiero vivir aquí”.



Tengo una oportunidad, voy a trabajar desde mañana en la productora de cine y en recursos humanos, haciendo una especie de “part-time” en ambos, haciendo algo útil, descubriendo esta ciudad que me descubre a mi mismo, y me siento que hago cosas, que soy una persona activa, que vuelve a creer un poco más, pero todo esto se acaba, como se acaba todo, y no quiero volver otra vez a una vida en la que no sé qué hacer con mi vida, con todos mis amigos y amigas llenos de proyectos, con sus trabajos, con sus metas, y yo ahí parado, ese Marcos al que tanto detesto, que nunca termina nada, y del que quedan los restos de saber que no quiere que esto termine y ha de terminar porque si.

Bueno, básicamente ha pasado un mes ya del todo, un mes muy bueno, con un único episodio triste (eso está más que bien), y que fue el de Ángela, mi loca del coño checa, que me sonríe con los ojos, que me abraza y a la que echo de menos. Si te quedas casi 24 horas con un grupo de gente, acaban pasando cosas, es inevitable, aunque algunas sean o puedan ser ficticias, otras se dan rápidamente y de una forma totalmente natural.

Así que ya sabes algo más, ahora en tu mundo, que no deja de ser tuyo porque hay aún muchas cosas de ti aquí, poco a poco pareces que desapareces de las calles, hoy incluso me he acordado de Alex, Ohiana y Valle, en aquel parque dónde nos comimos los bocadillos y nos tiramos en la hierva, por el que ahora pasaba y jugaba en los columpios con los de ahora.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy llueve una barbaridad. Estoy sentado en el ordenador delante de una foto impresionante, una de las tuyas de las que tu harias. El edificio de enfrente de mi casa est� lleno de grandes ventanas, la mayoria de ellas dan al salon. Escucho lo nuevo de Facto Delaf�. La foto es un fondo gris azul y un bloque de luces de salon que me ense�an lo cotidiano de los demas.
Ahora mi cotidiano es distinto, tan distinto como te leo a ti.
Hoy si que me has emocionado, ha sido mucho tiempo esperando a escucharte hablar asi, aunque solo te lea. Y con una sensacion entre satisfacci�n y mucho miedo voy desapareciendo de aquellas calles para dejarte paso, para dejar paso a un M que siempre he sabido que estaba ahi, a un M del que estoy orgulloso y aunque este M suponga el principio de otras vidas, seguir� teniendo contigo (y lo sabes) esa "cosa" tan especial que un dia me agarr� por dentro y no me suelta.
Vive la ciudad, vive t�.
Te quiero Marcos

ndt

Unknown dijo...

Hola, hola, aquí el aviador desde Almería, no quería escribirte, por aquello de dejarte en paz de verdad y todas esas cosas, ahora que parece que estás en un mundo nuevo y todos esos rollos raros, pero bueno, al final he caído.

Sólo quería decirte que me alegro ad infinitum de verte tan contento, que no te echo de menos en absoluto y que Cracovia no existe, di de donde son esas fotos en realidad, Mentiroso!

Muchos besos, Angel Marcos.

Fanny Jiménez Guerrero dijo...

Nunca Praha me llega de forma tan directa como a través de la experiencia de otra persona. Las fotos de las guías de viaje están muertas, pero tus palabras sobre Narodní Divadlo o la fotografía de la estacion de Kobilisy hacen que, por un momento, Praha me achuche en sus brazos de piedra.Estoy feliz de saber que su magia también te inunda a tí.
Yo, aprendiendo checo en la universidad, ya ves, intentando averiguar por qué la pequeña Bohemia no quiere desprenderse de mí.
Date un paseo por Karluv Most en memoria de la difunta Doña Trébol y olvídate de tu personaje. No hay nada que conseguir, nada que cambiar, sólo ser... experimentar.
Un universo de besos y abrazos.
MUAAKKK

Anónimo dijo...

Esto es extraño, no sé por qué diablos llegué aquí, pero de entrada me llevo un trocito de El Lado oscuro de tu corazón.

Y cuando mencionan Cracovia, Praga y otras ciudades que para mí sólo existen en sueños, es cuando decido ir a dormir, a ver si desde ahí los diviso a todos.

Un abrazo y suerte