hoy me he levantado con un dolor de cabeza tremendo, he dormido un poco mal, como con pesadillas. me he levantado a las 7, como casi todos los dìas y me he ido al gimnasio después de un amargo café sin azucar y un cigarrillo. ha empezado otro lunes, otro de tantos, aunque el caso es que no debería quejarme, las últimas semanas han pasado volando, sin darme cuenta, en unos días me encontraba con el ansiado viernes por la tarde y sentía esa felicidad que se llama Libertad. Pero ya es lunes otra vez.
me he preguntado mucho este fin de semana por qué no sigo escribiendo, hay muchas cosas que ya no hago, la cosa es que siempre he pensado que nos movemos por etapas, y que en algunas etapas de tu vida haces más cosas y en otras, pues cosas diferentes, nada más. Pero tengo los lienzos que me regalaron para mi cumpleaños, tengo la cámara de fotos metida en una caja de cartón, pequeñita, encima de mi escritorio y tapada por un dvd que me grabó Cris con la temporada 4 o 5 de The L Word. Ahí está. Y luego te preguntas que si hacías unas cosas y ahora haces otras diferentes, ¿qué haces entonces?, supongo que trabajar, no se...
Me levanto sobre las 7, los lunes, miercoles y sábados me voy a gimnasio a las 8, me quedo allí una hora o un poco más. Luego vengo a casa, como algo y me ducho, no me gusta ducharme en el gimnasio con tanta gente, el pudor no se me ha ido del todo, además que me parece poco higiénico. Luego preparo algunas cosas en casa, y me voy al Cervantes, allí intento los lunes preparar las clases de la tarde, me entretengo fumando algún cigarrillo con Juan o con Enrique en el balcón, pero por lo demás es leer algunas cosas y estar pendiente de mi mail, por si recibo algo. Como, ahora algo de comida de dieta, y me largo a clase, tengo clases de 4 a 8, dos grupos de adolescentes que no saben si quieren apreder español o pasar el rato. A las 8 estoy muerto. Me vuelvo a casa, ceno, veo un rato algo, una serie, de las mil que sigo...
Ya se por qué no escribo, quizás me pasa como a ti.