31 agosto 2006

las caras de Praha

"en la vida solo hay tres cosas que nunca retornan: las flechas lanzadas, las palabras dichas y las oportunidades perdidas"

hoy me paseo por vuestras caras, como ya lo he hecho un par de veces, ahora pensando en las buenas oportunidades que tuvimos de compartir este fabuloso viaje, y aquí os dejo algunas de las caras (las que me ha dejado la página que no quiere cargar) y de un pequeño video que recoje algunas de las cosillas que se grabaron, nada particular, la verdad, no había tarjeta en mi cámara para mucho más, una pena... con lo que me gusta a mí hacer videos. Pero vuestras caras están en movimiento, lejos del instante y retratando otro.
quizás en la vida haya más cosas que nunca retornen y el proverbio esté mal, pero yo me quedo contento... Estoy contento
mil besos









y aquí viene el video, sin montaje, sin ritmo, sin final,... la mayoría gracias a Alex que es el que grabó...



30 agosto 2006

¿no te ha pasado nunca?


me gusta la forma en la que las personas hacen eco con su presencia. Cuando llegan, cuando están, cuando se quedan. Lo que influyen en el ambiente, todas las cosas que trastocan, que redimensionan, que redefinen, bien por su luz o por el simple movimiento con el que llegan. Su movimiento.
¿no te ha pasado alguna vez que estás en algún sitio, dónde está todo controlado, el bar es un bar, la calle es una calle, el estanco es el estanco, tu clase es tu clase, tu café es tu café... y aparece de repente alguien, rompiendo el ambiente, cambiando los colores de lo que toca con su presencia, dejándo que la calle deje de ser calle, que el estanco deje de ser estanco, que tu clase ya no sea tu clase, de que tu café sepa a otro café?
¿no te ha pasado nunca que miras a tu alrededor y ves cómo las cosas cambian, como si todo se volviera más diafano, sin sentido, sin lugar, sin estar, y esa persona fuera la única que se encontrara ahí llenando cada espacio?
¿no te ha pasado nunca que tu piel se retuerce, y las descargas desde los pies desembocan en los labios aguantando una sonrisa, un subidón, una explosión?
¿no te ha pasado?
¿no te ha pasado nunca?
A mi me ha pasado pocas veces, recuerdo muy bien una hace casi 9 años..., aunque también recuerdo las que me han hecho daño.

Sentimos. Dejamos la piel expuesta y abrimos venas y músculos. Dejamos fluir y entrar todo tipo de microbios para que, a sus anchas, se instalen en la sangre y contaminen, nos contaminen enteros. Luego... sentimos.

Entran por los poros, por la piel afeitada, por el cabello, montan dentro todos sus escombros. Y los dejan ahí, para recordar, para seguir recordando, que sentimos. Y unos hacen espacios a otros, comparten habitáculos y poco a poco se van instanlando, apenas hacen gestos o comparten palabras con los otros huespedes, aunque tengan mucho en común, aunque los nuevos partan de las mismas circunstacias que los primeros. Se pasean por los dedos, por las manos, para recordar también de dónde partieron, se embarcan en los labios, en la frente y en los ojos. Y los ciegan.

Sentimos. Y tatuamos nuestra piel con nuevas palabras, para que se lean cuando las miremos, para que se corran solas y nos tiemblen.

Y olvidamos, y olvidamos que sentimos. Para no leer, para no temblar. Para seguir siendo los mismos. Pero sentimos...



Me gustan las gruas, las antenas de televisión y los cables de los tranvias, el cableado telefónico o de centrales eléctricas, rompen en el entorno y dan otro significado a la monotonía.



Una canción que he descubierto, muy bonita, que la coja quién quiera, que yo ya paso de dedicarla.

27 agosto 2006

aún... Praga

M, Oihana, Chusa, Diana, Valle, Oscar, Alex



es dificil hacer una entrada y hablar directamente del viaje a Praga y de los días en Budapest. Es dificil pornerse a recorrer cada una de las anecdotas, de las miles de anecdotas. Me cuesta un poco.

Es dificil hablar y contar todo desde mis ojos, o desde los ojos de Alex y Oihana, de Valle, de Chusa y de Diana. Es dificil hacer una entrada de todos los sitios tan bonitos que se visitaron, de los puentes largos que unen y los que se llenan de pánico con la lluvia, de las calles, de la gente, del aire de una ciudad viva, de las risas y las canciones por la calle, de los buenos momentos y de los muy buenos momentos y de los no-tan-buenos momentos. Cuesta hablar a modo anecdota de la comida vegetariana, de la carne con esa salsa y del pescado con aquella otra de Paprika, de la Paprika, de los autobuses que se largan sin decir nada, de las que no aparecen para entregar el dinero, de los taxis de 7 euros, de los aviones estropeados y de los chistes para que no se estropeen, del hotel de más y de los albergues de menos, de las miles y miles de fotos de 5 cámaras diferentes, de los camareros amables que se presentan en tu baño a sonrisa amplia, de las palabras que se pierden buscando regalos y de las que se encuentran en los silencios, de los sitios de marcha almodovarianos, mojados o llenos de cerveza muy barata y muy buena, de las piedras que son flores, de las postales que se sueñan que no se envían, de las horas del tren con revisores y pasaporte caducado, y de los cigarrillos en los lavabos o en el enganche de los vagones, de los resfriados heredados y de las caminatas eternas, de las guías de otro año y sus diferentes interpretaciones de la historia, del autobús perdido de antemano, de la perra que saca la lengua tumbada, de las muñecas rusas que viven allí en los escaparates, de los barcos por el rio con cerveza y torta de jengibre, de los caffé latte llenos de espuma y de descanso con lámparas gigantes y recepcionista triste, de las agonías de ir, de llegar, de volver, de los desplantes, de las malas caras, de lo injusto y las cosas poco claras, de las caras cansadas de los habitantes de guiris sobrados, de los abrazos, de los abrazos ansiados, de los que se dan y de los que se apartan, de los bocadillos de sabor a salchicha en vez de salchichón, de los tranvías y el revisor que nunca llega, de tu espacio, de mi espacio, de mi silencio, del pastel de manzana caliente que se recuerda y no se encuentra, de la llamada a Rossana caminando a orillas del rio, de los baños de Isabel Coixet llenos de calor y excitación . Es dificil.

A mi ahora se me hace aún más dificil hablar sobre la visita a Oscar, encontrarmelo en una parada de autobus que no era la nuestra, visitar una casa que tampoco era la nuestra, compartir un lugar que será el suyo. El suyo. Eso si es dificil. Se te echará de menos cuando menos me hagas falta, se te sentirá cerquita cuando más me hagas falta, se me hará dificil y se me hará fácil. He conocido tu espacio y me hace tremendamente feliz saber lo que vives, amar tus calles, amar tu aire y tu luz.

Hay tantas cosas dificiles, que a uno nunca le enseñaron bien a afrontarlas, a llevarlas bien, algo que no se aprendía en la escuela en ninguna asignatura, algo que yo quizás debe de ir aprendiendo... ¡con lo sencillo que puedo llegar a ser yo y lo dificil que me cuesta aprender las cosas!. Con lo difici...l. ¡Que dificil!, ¡qué dificil tiene que ser dejarlo todo en palabras sobre cada uno de los 10 días!. Yo no puedo, se lo dejo a otra persona o a otras, a cualquiera de mis amigos de viaje, para que rellene este trabajo.
Me bajo...
Praga es preciosa. Sois preciosos. Oscar es precioso.

13 agosto 2006

despues...

esta mañana subí de almuñecar y no suele proporcionarme mucha calma este lugar, si cuando salgo, aunque siempre es dulce y amargo. como muchas cosas de la vida. y como me gusta sacar la cabeza por la ventanilla como un perro, grabé este video y utilicé esta canción, que es muy bonita. el video habla sobre la velocidad, el ruido y las cosas que pasan, como nos movemos de un sitio a otro y seguimos siendo los mismos, y de que siempre hay un después... cuando las cosas se tienen y uno ve las cosas con mayor claridad, aunque siempre haya un ruido, algo que distorsione el pensamiento. Oscar se ha ido, y se le echa mucho de menos, ahí está su ruido, me siento un rato confuso y un poco extraño, las piezas del puzzle se han corrido un poco y me tengo que acostumbrar a este nuevo "yo".
en la vida hay subidas y bajadas, algunas de ellas a gran velocidad, algunas de ellas en silencio, otras, con ruido.



06 agosto 2006

Facto Delafé y las Flores Azules

antes, escenario del concierto de Facto Delafé y las flores azules


esta tarde hablaba con Rakel sobre cuando nos gustan más las personas, claro está, la conversación venía por parte de uno de los dos, de cuando en la playa, en el juego de la verdad, beso o chorrada vergonzosa a hacer..., yo dije lo que me gustaba y no de Rakel. Se ve que las personas acceden a nuestra vida porque tienen un "algo" que los hace amigos inseparables, conocidos, o cualquier otra cosa al uso. Yo le decía que me gustaba cuando el huracán se paraba y charlabamos sobre temas de una forma más tranquila. Lo comparaba yo ahora como con una foto. Cuándo tu fotografías a alguien y esa persona está en constante movimiento es más fácil que la foto salga desenfocada, borrosa, una foto en la que todos sus detalles, rasgos, formas... se difuminen y apenas den a conocer solo una sensación. En cambio, cuando la persona se queda quieta, frente a la cámara, y esta coge el instante y lo atrapa, y así es cuando todo se llena de formas, de rasgos, de detalles, se detiene la mirada y todas las cosas que cuenta, se detiene la sonrisa y el silencio y todas las palabras, y tienes todo el tiempo de contemplar a esa persona, como si la vieras sin que se diera cuenta, como si te regalara ese momento. Porque a decir verdad, que la persona conscientemente te de eso, es un regalo precioso: "mira, así soy yo, así me gusta mostrarme cuando estás tú...".



podría enumerar todos los momentos en los que más me gustan los amigos y amigas que me rodean, y hacer miles de frases enreversadas de palabras y metáforas extrañas, pero sería mucho y me dejaría a muchas de ellas,..."me gusta cuando me escuchas con todas las comas y todos los puntos, cuando parece que rellenas el resto al mirarme a los ojos, y lees cosas que nunca ha leído nadie...", "me gusta que me impresiones, que todo en tí sea una sorpresa, me gusta que no sepas que haces eso...", " me gusta que te guste que a mi me guste que te guste lo que...". Pero serían muchas personas, y que no, que no es buena idea, hay veces en las que decir muchas cosas no es buena idea, uno se deja llevar y se malinterpretan muchas cosas. Aunque haya veces en las que haya sido que no...

Y esto viene también, que ya que estamos escribiéndo tan alegremente, a una charla que tuvimos en casa de Aitor. Resulta que por mi forma de ser o lo que sea, me he encontrado varias veces en mi vida con una pregunta un tanto curiosa..."¿yo te gusto, no?, o peor aún, ¿tu...?, vamos a ver...¿tú...?, ¿tú estas enamorado de mí, no?". Y esto es por no medir la fuerza de tus palabras, de tus gestos, de tus hechos.... Así que me encuentro yo en la algún sitio con alguna amiga teniéndo esta dificil conversación, en la fotocopiadora de la facultad, en un viaje, en un bar medio borrachos... y otros sitios, dónde la respuesta es algo como un: "Ummm, creo que no. No". Quizás porque ya me han dicho un par de veces que soy un tanto seductor, cosa que me cuesta creer, la verdad, me veo un tanto soso y muy peliculero, a raiz de esto me dedico a preguntarselo a amigos que me conocen muy bien (ya te acordarás Di, ya te acordarás tú también Rossana), y mi sorpresa es que lo hago, y que resulta que incluso muy a menudo, Di decía que el curro del hostel parecía que seducía a los clientes más que otra cosa, que incluso llegaba a ser una persona totalmente diferente, y que estaba seguro de que yo ni lo recordaría siquiera. Efectivamente, aunque soy plenamente consciente de cuándo lo hago conscientemente...

Y es que se ve que hay detalles de las personas que nos encantan, tenemos amigos con los que nos sentimos más agusto hablando, con otros bailándo o comiendo, luego hay amigos que nos gustan más cuándo tienen "uno de esos días..." o cuando te abrazan y crean una barrera impenetrable a prueba de cualquier arma, u otros con los que nos sentimos en perfecta armonía con solo estar a su lado, en silencio. Y eso es muy bonito.

Y a lo que iba este post, sobre el concierto, del que ya habrás visto alguna foto y algún recorte de alguna canción, que tuvimos en Salobreña el finde pasado: Facto Delafé y las Flores Azules, una noche inolvidable (en el post anterior ya avisaba y dejaba el video de una de sus canciones, de una muy bonita, que dice cosas muy bonitas...). Nos fuimos a la aventura, Dani (el promotor de todo con ese gusto musical que tiene el niño), Alex, Oihana, Oscar y yo (como las víctimas que le seguían). Las canciones y el ambiente fueron geniales, la chica que cantaba era preciosa y su voz igualmente, el chico tenía un ritmo hip-hop-ero muy bueno, mezclándo dos estilos de música que ligaban de maravilla entre luces, videos y serpentina. Al final del concierto nos acabamos subiendo incluso al escenario para compartir una canción repetida con ellos, porque resulta que cantaron todas sus canciones y la gente repetía "otra, otra...", ellos confesaron que ya no tenían más y, para nuestra sorpresa, nos vimos gritando "que repitan, que repitan....". La primera vez en mi vida en un concierto, aunque para ellos también, ya que nos dijeron que esto no lo olvidarían en la vida. Las imágenes a continuación ya lo dicen todo, aunque se grabaron más videos, con este es suficiente.

Muchas gracias por este minifinde a todos vosotros, a los co-protagonistas. Me lo pasé muy bien, me sentí muy agusto, muy libre, con una buena sensación de las cosas improvisadas. Supongo que así me siento con todos vosotros, una de las cosas que más me gustan.

El finde acaba con mi madre contando batallitas de mi penosa adolescencia en Almuñecar, en una comida en su terraza, con un pollo asado de mis favoritos más favoritos y un café que nos dejó a más de uno espídicos para la noche, que también salimos ya en Granada.

Me gusta cómo me siento así...

04 agosto 2006

Momo

momo de michael ende



este finde he vuelto con Momo, mi cámara de video, tenía que tener un nombre, y cómo no ser este, ya que para mí es como una niña, una niña que escucha, que me escucha como Momo hacía con los niños en el anfiteatro del libro de Michael Ende. Porque Momo, el personanaje de Momo, tenía la peculiaridad o mejor dicho, el don, de saber escuchar. Ella nunca hablaba, nunca decía nada, pero solucionaba todos los problemas de todo el mundo con solo oirlos. Los niños jugaban con ella, todo el mundo quería estar cerca de ella, animaba a historias, animaba a disfrutar del tiempo y el tiempo pasaba. A mi no me gusta que me solucionen los problemas, solo necesito que me oigan.
este finde nos hemos vuelto a encontrar. La he encendido con miedo, la trato de cuidar bien, de ser cariñoso con ella, delicado, tranquilo, es una forma de respetarse el uno otro, yo intento cuidarla para que ella me siga escuchando, para que oiga mis historias, para contarle qué quiero mirar y a quién quiero mirar, y le hablo de sus detalles, de esas partes en las que se fija cada uno, en las que me fijo yo.



Cuando daba clases de Guión Cinematográfico insistía continuamente en unas cuantas ideas, además de hablar sobre estructuras, sobre planteamientos, nudos y desenlaces, personajes que crecían, climax y finales felices, les decía a los alumnos que un guionista es un "observador del mundo", una persona que reinterpreta todo lo que ve, que lo hace suyo, lo pasa por ese filtro y luego lo escribe, recorta la realidad y deja los trozos que cuentan algo, algo que se intente que sea único. Les animaba que un día salieran por la ventana de su casa, o por el balcón o desde la terraza, y se quedaran mirando a alquien, a una mujer que mira por una ventana, a un hombre que sacude un mantel, e invetaran qué había detrás de todo eso, que se escondía detrás de su espalda, qué circulaba en su silencio, en su mirada. Un guionista es sensible a lo que ve, escucha, oye, mira y ve. A esto que yo nunca he dicho que sea un guionista, solo soy una persona que escribe guiones.

Compré a Momo con un dinero que no me pertenecía, que pertencía a la mujer que me ha dado estos dedos para escribir, una mujer que tanto ha contado y que me pasaba el relevo por el cordón umbilical, años más tarde me entregaba a Momo para que mis historias se pudieran ver. Una mujer que también es madre y a la que hoy le entrego por su cumpleaños pasado otra herramienta para que intente contar, nada que ver con la que ella me entregó. Y de la suya salió "Seguir...", un cortometraje al que le está costando...seguir.

Me gusta la belleza, ya lo dije una vez bajo el bigote que ahora no llevo, me gustan las cosas bellas y las encuentro siempre en detalles de los demás, en la forma de mirar, en la sonrisa amplia, en unas manos, en unos pies, en las cosas que se me regalan, en las cosas que tomo prestadas... luego las defino, les doy la amplitud que se merezcan. Me abrurre la belleza fácil, así que me gusta buscarla, esa que se encuentra en el otro círculo, la que sale de la nada, la que se forma y se construye. La que no se destruye porque crece.

Momo ha visto a Alex, yo le he hablado de él, de sus ojos y de su mirada gratuíta, también le he hablado de la niña Rossana, y en lo bien que congenian el uno con el otro, en la belleza que atraviesa el nuevo canal que les conecta. Y es increible la forma en la que Momo lo ha captado, tal y como yo lo tenía en la cabeza. Así que a ver si me quito unas cuantas tonterías de encima, me pillo un ordenador que me haga caso, y empiezo a hacer algo...

Esta canción me recuerda al círculo del que hablaba antes, en las cosas que va diciendo sobre todo al principio, se que la canción la ha puesto antes Dani en su blog intentandonos convencer para que fueramos a un concierto de ellos, al que ahora vamos a ir esta noche. Entonces la repito, porque me ha encantado porque me ha recordado a ese tipo de belleza, la que está en el otro círculo y ya no lo repito más. Así que ahí la dejo, como el que pone una bomba y se larga corriendo...





facto delafé y flores raras - El mar, el poder del mar

01 agosto 2006

if you´re happy, and you know, claps your hands...


Otro fin de semana en almuñecar, otro de la racha que llevamos, otro lleno de sol, de playa y de amigos a los que encontrar.
Pero este con una pequeña diferencia, la presencia de un pequeño hombrecito que hace ya casi 5 meses que me robó el corazón, las tripas y la adoración más sincera: mi ahijado alex.
A las personas que lo han conocido también este fin de semana, espero que no les extrañe tal devoción, además de pertenecer a una de las personas más grandes de mi vida, él es grande por si solo, como uno de los hombres de mi vida. Aquí dejo algunas fotos, no todas, claro, pero algunas de las personas que lo habeis conocido y habeis comprobado en directo cómo se le cae la baba al padrino... si es que mi instinto paternal está ahí dando codazos...









































así que dejo también esta cancioncilla, una que nos enseñó alex con el móvil "Crazy" y que el viernes compartía con Cris en el Saint Germain, el video es curioso, dónde manchas simulan las caras del grupo y la canción, y unas se conectan con otras...
gracias por un estupendo fin de semana, gracias por esas cosas tan bonitas....