28 febrero 2006

el fin de los días grises


¿cómo te robo yo todos tus días grises?
...Di tiene una blog. La primera a la que yo entré, aunque yo ya tenía reservado un pase especial desde hace muchos años, un pase especial para leerla con su mirada, para leerla con sus palabras, pase VIP para su corazón, su corazón coraza, como diría Benedetti, aunque ahora lo diga yo... que siempre digo tantas cosas, y tan pocas coherentes...
A Di a mi nos unió la adversidad, como la inevitable ruptura de dos ríos (a cual más fuerte y caudaloso) que acaban desembocando al mar, aunque cada uno debiera seguir otro ritmo. A los dos nos unió ella, la dos Danones, para luego dejarnos caminar solos. A Di y a mi se nos da bastante mal caminar solos, tropezamos bastante porque somos torpecillos, incluso hay veces en las que somos poco prudentes, nos caemos y solemos levantarnos con un "si estoy bien, coño, que si estoy bien", si es que se nos da mal llevar este tipo de cosas así. ¿cómo te cuento cuentos para que te duermas y sueñes con reinos de princesas?
Aunque lo que si se nos da bien, es ese idea de permanecer inmortales ante todo, esa idea (que el el fondo la tienen muchas personas, pero la nuestra es especial, porque es nuestra, claro...), la idea de dejar huella, de dejar algo de nosotros para siempre. Será que también se nos da mal vivir en este mundo...
A Di también le gusta la música como a mí, para absorverla y quedartela dentro, para hacer bandas sonoras de nuestros mejores momentos, para utilizarla como claves de recuerdo y vivir las cosas tantas veces cómo queramos, porque nos gusta hacer eso así, tener unos cuantos "días de la marmota", de los que martirizarnos o llorar de felicidad, aunque tampoco nos gusta demasiado llorar. ¿cómo hago yo que me creas cuándo te hablo de las cosas?
Di tiene su "fin de los días grises", alguien parece que se los robó. No fui yo, yo le robe mi parte. Tampoco importa. Hemos establecido nuestro propio sistema de comunicación, y pocas personas lo entienden, parece ser que en el fondo vivimos esa dicotomía de querer ser entendidos y no. Me gusta hablar con Di de las cosas prohibidas, de lo que a nadie le gusta hablar, de dejar fluir las charlas y experimentar con las palabras, supongo que eso pertenece a nuestro código de comunicación, supongo que no tenemos miedo a como suenan las cosas o a parecer locos el uno con el otro. Quizás es que si estamos locos...
Yo solo quería presentar a esta gran amiga, más bien presentar su maravillosa blog a la que soy muy fan, su fan número 1 (¡y a callarse!), quizás porque me gusta dejar las cosas que me apasionan para que los demás tengan esa oportunidad...

http://elfindelosdiasgrises.blogia.com/

27 febrero 2006

mis manías en la memoria


Mis manías son como las de los demás, aunque yo intento hacerlas diferentes... así que es difícil escribir 5 manías, cuando busco en mi memoria y en mis psicopatías y me cuesta descifrar algunas de ellas. Así que voy a dejar fluir mis pensamientos, a ver lo que sale...
Manía Número 1: No puedo ver una película empezada en el cine. Ya lo sé, le pasa a todo el mundo, pero es como me he perdido toda la película sino entro al cine y las luces se apagan conmigo dentro. Es algo que me pone de los nervios, y mira yo que odio que minimicen las "cosas que me ponen de los nervios", que me jode, me jode, me jode...vamos, que me pone nervioso. Tengo mil anécdotas sobre esto, pero hay una persona que, ademas de O, se ha tragado mi mala leche por la estúpida manía (para los demás) de entrar, sentarme y que las luces se apaguen conmigo dentro, esa es R, que en el instituto tenía la manía de llegar tarde de vez en cuando, con un "qué más da...".
Manía Númro 2: El café en taza y los líquidos fríos en vaso de cristal. Eso, así de tonto como suena, las bebidas calientes tienen que ser en taza, tengo de hecho una colección de tazas para que los que vienen a casa se tomen el café en una de ellas, en la que elijan, luego, las bebidas frías, desde el agua hasta la cocacola, zumos, etc, tienen que estar en un vaso de cristal. No puedo beberme un vaso de agua en una taza!. Si es que para manías...
Manía Número 3: No soporto, bajo ningún concepto, que me toquen las orejas, me dad angustia, no me parece sexi, ni sexual, ni me pone ni nada... me pone nervioso, eso si. En cambio, y no sé por qué, no me importa comerle la oreja a nadie, aunque yo creo que lo hago por hacerle disfrutar a la otra persona, pero sin entenderlo... Se ve que tuve fuertes otitis cuando era pequeño y desarrollé una sensibilidad especial en las orejas/oídos.
Manía Número 4: Como Dani, me encanta la noche, me gusta aprovechar hasta el máximo el día, y no le encuentro ningún sentido a dormir, vamos, creo que es totalmente necesario dormir, hasta ahí llego, pero encanta aprovechar los días... aunque sea tumbado en el sofá haciendo nada y viendo la televisión.
Manía Número 5: Les tengo manía a los "guays". No soporto la gente que va de progre y tal y tal, y luego son más fachas y más intransigentes, intolerantes que nadie. Les tengo absoluta manía, con esto introduzco a la gente que solo piensan en sí mismos y a tomar viento los demás. Desde los pies negros de calle elvira, con sus "dame 5 euros para un cartón de vino", hasta pasando por la peña que siempre dice cosas tipo "pues, yo tengo un amigo gay, que es muy simpático y viste muy bien". Cuando luego piensan entre dientes "me sale un niño igual y me muero...". Me gusta que la gente vaya de cara, pero les tengo manía a los que dicen cosas como "yo soy muy sincero/a", cuando realmente son unos maleducados/as, que solo saben decir cosas hirientes y bordes.

Ahora Dani, como ya te avisé, introduzco otras cuestiones que he leído en otra blog, para ser contestadas también, a ver si surge efecto..., aquí empiezo con las dos primeras y vamos metiendo.

1.Cuatro trabajos que he tenido:
- En la radio: como locutor de un programa que se llamaba "entre colegas", tenía yo 17 años y me metí porque estaba enamorado hasta los huesos de una chica que trabajaba también allí. Nos pusieron el mote de "entre colgados", porque no teníamos ni disciplina ni nada, hacíamos el programa riéndonos y pasándonoslo muy bien.
- Monitor de Creación Cinematográfica: Más de 2 años dando los talleres de la casa de porras, me encantaba, pero había veces que lo pasaba bastante mal. Me frustró mucho estar enseñando algo que yo no hacía: hacer cine, enseñándoles a los demás, cuando yo quería hacer y no ver cómo se hacía...
- EAT: En Londres, en un café. Una experiencia horrible por el duro trabajo, maravillosa por la gente que conocí allí. Todos los días me llevaba bolsas de comida y me ahorré un montón de pelas en eso.
- Vendiendo Complejos de vacaciones: Si, esos de parejitas que se las llevaba para comerles la olla, vendiéndoles la moto de las vacaciones de su vida. Tenía 16 años y lo dejé porque era un engañabobos y pagaban fatal...
*He trabajado en muchas más cosas... pero por decir.
2. Cuatro trabajos que he querido tener:
Director de cine: Sin comentarios. Amo el cine sobre todas las cosas, así que muero por hacerle el amor, ser parte de su vida, su historia.
Guionista de Cine: Igual que el anterior. Me encanta escribir, más escribir para el cine. Aquí meto también periodista/novelista, tipo escribir una columna de opinión y escribir libros (tipo Rosa Montero, a la que admiraba profundamente) o Elvira Lindo, que engloba las dos anteriores y además escribe guiones para películas (estupendos, por cierto).
Orientador de instituto /Profesor de instituto: Disfruto con la enseñanza mucho, me encanta.
Psicologo: Por supuesto. Mil años estudiando esta carrera y me encantaría ofrecer algo, además de la parte clínica (que me apasiona), me fascinan los servicios sociales: un sueño sería trabajar con mujeres víctimas de violencia de género.
*El mejor sería el que hilara los 4, haciéndo el jersey con el que sueño estar siempre vestido...

25 febrero 2006

en la Disneylandia del amor...


El amor nos hace fuertes, voraces... nos llena de vida. El amor también nos destruye, nos hace débiles, indefensos, monigotes de historias llenas de nada, claro, que esto solo pasa cuando dejamos de tenerlo.
Y luego están los amigos, esas personas que llenan tu vida, que la pintan de todos los colores y que forman otra parte del susodicho amor, pero ¿qué pasa cuando ellos se infectan de ese virus del amor?, pues supongo que se hacen fuertes, pues supongo que se hacen voraces, pues supongo que se llenan de vida, y ya no necesitan tanto, las paletas para pintar se quedan en otro plano o mezcladas con los colores del otro o de la otra. O eso supongo...
El amor es como una montaña rusa, sube y baja, corre a gran velocidad y disminuye para acrecentar la emoción, quizás igual que con los amigos, quizás igual con aquellos que se hacen fuertes y desaparecen, quizás como las pastillas, pero como no las he probado, pues no sé.
Un amigo te llama, te cuenta sus problemas y sus alegrías, sus inspiraciones en la vida, te llena de café, de cigarrillos, de películas y risas, te hace fotos y las cuelga. Se siente debil y se hace fuerte contigo, se siente unido. Y entonces, muchas veces, cuando llega la hora de montar en la montaña rusa... desaparece, se vuelve del otro/a, se hace al otro/a... ya no hay tantos cafés, ya no hay tantos problemas, aunque si muchas alegrías, los cigarrillos se apagan en otros ceniceros y los que se comparten se quedan muchos a la mitad, las peliculas y las risas hay que dejarlas para otro momento, han pagado un billete en la montaña rusa y tienen que salir.
Todos decimos que no lo haremos, todos predicamos con miles de argumentos muy románticos (amigablemente hablando), todos sabemos nuestra forma exacta de amar, la tenemos tan controlada como el café o el colacao que tomamos cada mañana. Pero no es cierto. Es mentira, como tantas cosas en la vida... como que España iba bien con Aznar, como que en Irak había armas de destrucción masiva, como que yo iba a tener a muchas personas a mi lado defendiendo tantas y tantas cosas.
"Si es que todo es mentira...." decía Coque Malla en "El Columpio" de Alvaro Fernandez Armero. La cuestión es que nos demos cuenta, que no repitamos los pasos... que seamos fieles a nuestra forma de pensar, a nuestra forma de querer..., esa que se puede hacer mas pequeña, porque el amor llama a nuestra puerta, porque encontramos el billete para montarnos en esa montaña rusa con nombre propio. Y hay muchos billetes que caducan, hay otros que pueden procudir hasta vomitona.
Me he aceptado a mi mismo, he intentado ser consecuente conmigo mismo... he intentado ser yo, incluso estando enamorado, no dejar a un lado cuando se me necesitara, ser fiel a todos mis principios... y creo que lo he conseguido, ¿pensarán todos lo mismo?, por eso no estoy poniendo nombres a este texto... no los hay, y si los hubiera, no me daría la gana de descubrirlos. Cada uno sabe lo que hace con su vida.
Mi billete puede expirar en cualquier momento, ya aminora el cochecito de la montaña rusa su velocidad, quizás me espere otra sorpresa, un viaje extra... pero eso no viene a cuento ahora, hemos tenido miles de subidas y bajadas, cada una de ellas maravillosa, cada una de ellas llena en profundidad de amor y otros demonios. Te he querido tanto, te sigo queriendo tanto y te voy a querer más. Me has dado cada una de estas palabras, me has hecho libre ante todo... nunca me has atado a nada, nunca has pedido nada a cambio, todo, absolutamente todo... ha sido gratis, y me has dejado ser yo. Yo con mis paranoias y mi psicología barata, yo con mis llamadas de movil y mis reuniones, has dejado intacta esa parte de mi, la que le daba a los demás... y has armonizado y hecho hermosa la que pertenecía a mi mismo, me has enseñado lo que yo siempre ya sabía, que los amigos hay que seguir queriendolos, que el amor es pasajero y que los otros nunca se tienen que ir.
La pena de todo esto es saber lo que quedará, si he sentido el abandono de algunos/as y cómo reaccionaré ante ello, es que hay veces que cansa, sobre todo cuando escuchas mucha propaganda, si es que en el fondo lo que más molesta es que la gente hable y hable, y luego me vengan con otras cosas, menos hablar y más hacer, coño.

Tu me hicieste fuerte y así me voy a quedar, lo que quede de los demás en mi... ya se verá. Da igual. Te sigue conteniendo a ti. Mi inseparable.

Me voy a apuntar lo que pone Dani en su blog (http://marblehouse.blogspot.com/), esto de:
Suena "changes" de David Bowie, pero por casualidad, esto es cosa de las listas de reproducción, que las carga el diablo..

24 febrero 2006

dip me in chocolate and throw me away to the lesbians


El Mundo L tiene cada vez más seguidoras y más seguidores. Un grupo de mujeres que viven en San Francisco y que viven su sexualidad como una parte más de sus vidas. Como debe ser. Sin complejos. Así sin más. Como mis amigas, las que van de este palo, que ya sin vestir de Guchi y no llevar peinados de 300 euros, hacen de su sexualidad, una parte más de su vida. Así que, aún no sintiendose muy identificadas con ellas (en ese aspecto), las siguen y las viven como si fueran de la familia. Eso es lo que es engancharse a una serie.
A las personas siempre les gusta sentirse identificadas, se una forma de sentirse parte de un grupo, o de sentir que tu grupo no es algo tan extraño. Quizás si la serie hubiera sido de un grupo de treintaañeros/as que viven en San Francisco y con sexualidad común (refiriendome logicamente a la sexualidad que comparten la mayoría), no habría tenido tanto éxito. Pero que esto no es malo, es solo una explicación de lo que he dicho al principio. Y me gusta. Me gusta la idea de ver cosas reflejadas de tu vida, vistan como vistan, lleven el peinado que lleven, porque te da la sensación de que todo se normaliza, y que ya existen tramas de este tipo.
No lo podemos negar, las personas no quieren sentirse diferentes en el fondo, quieren pertencer al mundo, existir y ser parte de la existencia, por mucho que nos empeñemos en tratar de ser únicos.
The L Word ha continuado con una nueva escuela, una que se empezó en inglaterra con Queer as Folk y que arrasó con su versión americana, llena de gente mona que no le da importancia a sexualidad, más de lo que se debiera. Intentando normalizar y se oidos, porque lo que no se oye o no se ve, no existe.
"Mójame en chocolate y arrojamé a las lesbianas"... ¡qué camiseta más graciosa!

23 febrero 2006

dani se ha hecho una blog



dani se ha hecho una blog. Y le está cundiendo mucho, ya lleva unos cuantos pensamientos publicados y arrastra incluso una polemica, sobre algunos demonios, del arte, del ser, del daño y de la conciencia. Me gusta el compromiso con el que accede a ella, libre en general, muy personal en particular. Me da la sensación de estar viéndolo hablar, incluso anota alguna que otra expresión suya, eso quizás es lo que la hace tan libre, eso es quizás lo que hace que este tipo de "inventos" sean tan libres.
yo pongo iniciales...pensando primero en cómo se ponen nombres propios en estos pensamientos nuestros, yo divago entre las palabras, sorteando demasiados obstáculos, el obstáculo principal de hablar como lo hago cara a cara. Es que a mi se me da bastante mal hablar, prefiero escribir y el que quiera escuchar, que escuche. ¡Pero quiero que me escuchen!.
La cosa es que Dani procrea bastante, da rienda a su imaginación y pone en funcionamiento su "terapia", como él dice, soltando a los perros, pensando y soñando que alguno muerde.
Me gusta esto de las blogs, aunque Dani y yo lo hemos descubierto un poco tarde, no estamos muy afines a las modas, ¿será que no somos lo suficiente modernos?, ¿o que nos va el retro?. Ya me estoy liando otra vez, si es que cuando yo digo que divago, es que divago, ¿si no para qué lo iba a escribir?.
¿Nunca has pensado en abrirle el diario a alguien?, ¿nunca has fantaseado con que alguien te lee el tuyo, y te entiende, y sabe de verdad quién eres?. ¿Será esto algo parecido a cuando eres pequeño y fantaseas con la idea de morirte o desaparecer para que tus padres se sientan culpables por lo malos que son contigo?, ¿por qué haré tantas preguntas cuando escribo?, ¿cuántas cosas me quedarán por saber?, ¿qué voy a cenar esta noche, si ahora me duele el estómago?, ¿por qué no me gustaban los pet shop boys?, ¿eh, dani?. Definitivamente, esto de escribir en una blog me va a dejar rallado (¿con "y" o con "ll"?).
Por cierto, que ya se me olvidaba... la dirección de la "blog de Dani!"...
http://marblehouse.blogspot.com/

quién hubiera creído que se hallaba sola en el aire, oculta, tu mirada

O se marcha en Abril. Pero...

¿Cuándo empezó la marcha atrás?, ¿tienen todas las relaciones una marcha atrás?,
¿estárá también debajo de la quinta en la palanca de cambios?, ¿debajo del
subidón, de la máxima velocidad, en esta autopista del querer?. Sea lo que sea, O parece irse a Málaga, a construir su futuro, a seguir poniendo ladrillos en el muro de la autorrealización, aunque parezca que este muro se me pueda caer encima.

Se me hace dificil comentar algo más, hemos hablado los cinco minutos entre una cosa y la otra, hemos soltado un par de palabras y lo demás lo hemos dicho con los ojos. Las palabras pesan mucho cuando hay tantos años hablando con los ojos.
A cualquiera le parecería esto una tontería, Malaga no es Finlandia, aunque haya muchos giris, aunque en Finlandia no hay tantos guiris, los que viven allí no son giris... son los que van, bueno,... ya me estoy liando. La cuestión es que Málaga no es el fin del mundo, es solo una hora y media desde aquí. Pensar entonces en un "qué tontería" no viene detallado en mi patrón de pensamiento, porque mi patrón de pensamiento no es igual al de ninguna persona que pueda leer esto, mi patrón tiene dibujadas otras circunstancias, las de que las cosas pueden cambiar.
Matilde, en "el marido de la peluquera" decía algo parecido como "abrazame fuerte que no pueda respirar, siento miedo de que un día, ya no quieras bailar conmigo nunca más"..., quizás es verdad eso de que mejor buenos recuerdos, que un pasado perdido. ¿Hasta cuando ha de durar el amor?, ¿hasta que se gaste?, ¿qué caducidad tiene entonces?, ¿hasta una crisis?, ¿un desengaño?, ¿una infidelidad?, ¿una maraña de sentimientos confusos o dolores mal curados?, ¿hasta dónde durará el amor?. Si te pones un jersey para no pasar frío, previenes ese sufrimiento, te quedas calentito con el jersey... no. No es un buen ejemplo. No lo era... Es que los jerseys son para el invierno.
¿Hasta cuándo ha de durar?, y yo no he dicho que haya dejado de querer a O. ¡Vamos por Dios!, no es tan simple, me tiemblan las rodillas cuando me mira, mi pupila se hace ojo entero con su presencia, me da la certeza de saber que el amor es verdad. ¿A que no es tan simple?. No es tan simple para llegar a ese tipo de pensamientos, odio ese tipo de pensamientos, "sino te llama, es que no quiere saber nada de tí", "sino llora es que no tiene sentimientos". Las cosas no son así de simples.
Yo tengo miedo a dejar de amar como amo ahora, y quizás es estúpido, quizás lo sea, quizás haya que vivir el desgaste, quizás haya que intentar seguir y luchar, quizás sea verdad que las distancias no separan nada, incluso para dos personas que han compartido casi 8 años sin separarse apenas nada.Quizás, pero solo quizás. Así que, como vuelvo a no saber explicar nada, porque primeramente, no venías con libro de instrucciones, dejo a Benedetti, para que haga el resto....

Quién hubiera creído que se hallaba sola en el aire, oculta, tu mirada. Quién hubiera creído esa terrible ocasión de nacer puesta al alcancede mi suerte y mis ojos, y que tú y yo iríamos, despojados de todo bien, de todo mal, de todo,a aherrojarnos en el mismo silencio,a inclinarnos sobre la misma fuente para vernos y vernos mutuamente espiados en el fondo,temblando desde el agua, descubriendo, pretendiendo alcanzar quién eras tú detrás de esa cortina,quién era yo detrás de mí.Y todavía no hemos visto nada.Espero que alguien venga, inexorable,siempre temo y espero, y acabe por nombrarnos en un signo, por situarnos en alguna estación, por dejarnos allí, como dos gritos de asombro. Pero nunca será. Tú no eres ésa, yo no soy ése, ésos, los que fuimos antes de ser nosotros.
Eras sí pero ahora suenas un poco a mí.Era sí pero ahora vengo un poco de ti.No demasiado, solamente un toque,acaso un leve riesgo familiar, pero que fuerce a todos a abarcarnos a ti y a mí cuando nos piensen solos.

22 febrero 2006

el hilo entre los dos Danones


La niña continua embarazada, mi niña, y ya pronto va a dejar de estarlo, quizás en un par de días. Mi niña, que no es mi niña en el otro sentido, pero que sigue siendo así... bueno,que está y sigue embarazada.
Cuesta pensarlo de vez en cuando que se venga con H (el susudicho) dentro de poco, me siento tan lejos algunas veces de todo esto, aunque ella intenta y hace que esté más cerca, tirando de la silla para que escuche bien la conversación, quizás porque ella es ese hilo conductor que nos tiene ligados, ese hilo invisible que nos conecta con el tiempo y la distancia, como cuando eras pequeño y cogías dos yogures Danone y los unías por un hilo, creando una especie de telefono, cuando realmente la cosa era que oías a la otra persona por lo cerca que estaba. Ella es mi Danone en la distancia, y ahora, ese Danone, va a traer a otro pequeño Danone al mundo, va a hacer de ella dos, la cosa es que nunca me costó querer a mi Danone, así que menos me va a costar querer a este otro (porque ya sabemos que ese pequeño Danone será niño, aunque no se vaya a llamar como este Danone que escribe).
Miro y remiro las fotos y la reconozco, la reconocería en cualquier parte, es la misma, aunque tenga otro Danone, este lleno de sorpresas y de nuevos sabores, y me pregunto tantas cosas sobre él, me pregunto incluso si algún día llegará a leer esto, ¿qué pensará de ella?, ¿la querrá tanto cómo la quiero yo a ella?, ¿o solo será la madre coñazo que no le deja hacer nada?. No se sabe. ¿Cómo serás H?, ¿cómo vas a entender este mundo?, ¿cómo soñarás?, ¿soñarás las mismas cosas que siempre ha soñado tu madre?, ¿serás ese hombre que la querrá incondicionalmente el resto de su vida, tal y como dijeron una pitonisa hace años en el Retiro de Madrid?. Mi niña está embarazada y yo sueño con muchas cosas. Sueño con que ella sea felíz y libre, sueño con que sea amada y querida, sueño con que nunca cambie para mí, que sea siempre mi niña, esa luz que apareció en mi vida hace tantos y tantos años, esa luz que ahora trae una linternita. Me siento afortunado de esciribir estas palabras, quizás porque sé que me las creo, que es más importante, saber que existen personas así en mi vida y que yo pueda pertenecer a ellas, como pertenezco a O, como crea en mi otra interferencia y se conecta sigilosamente, creando un nuevo universo entre los dos, uno en el que siempre me tiemblan las rodilas y el corazón no deja de bombear.
Espero que el pequeño Danone de mi niña me de el placer de ser así de especial, y que yo lo pueda ser también para él, aún así tiene buenas referencias... toda la luz que llena de vida su madre.

hope there's someone who'll take care of me...

Llevo unos días escuchando una canción de Antony and the Johnsons, "Hope there's someone who'll take care of me" es una canción verdaderamente triste, que habla sobre lo innombrale, al menos para mi, de la muerte. La canción me deja triste, pero al mismo tiempo, me deja una sensación extraña en el cuerpo, como si algo se liberara, algo entre la esperanza y el miedo, algo así como lo que dice la canción...

Hope there's someone who'll take care of me
When I die
Will I go?
Hope there's someone who'll set my heart free
Nice to hold When I'm tired
There's a ghost on the horizon
When I go to bed
How can I fall asleep at night
How will I rest my head
Oh I'm scared of the middle place
Between light and nowhere
I don't want to be the one
Left in thereLeft in there
There's a man on the horizon
Wish that I'd go to bed
If I fall to his feet tonight
Will allow rest my head
So here's hoping I will not drown
Or paralyze in light
And godsend I don't want to go
To the seal's watershed
Hope there's someone who'll take care of me
When I dieWill I go

ganar una batalla, perder la guerra



Hay una canción de Kings Of Convenience que me resulta muy bonita (si nadie conoce el grupo, que se compre, descargue, pida prestado o lo que sea, algo de ellos), la canción se llama "Winning a battle, lossing the war", algo como "ganar una batalla, perder la guerra". Su ritmo pausado y sereno la hacen algo más que una canción en apariencia triste, es una canción que envuelve y que a mi, particularmente, me deja un sabor dulce y extraño, como cuando hueles la ropa de alguien que te gusta, como una primera caricia que pasa por las yemas.
Yo estaba enamorado de una chica en el instituto. Muy enamorado. Perdida y locamente enamorado, ¿hay alguna forma mejor ya puestos a sacrificarse?. Ni más ni menos de lo que estoy ahora, pero terriblemente enamorado, que era lo que mi corazon y mi capacidad de resistencia precisaban en ese tiempo, ahora no sé muy bien cuánta resistencia, porque ya es locura, y mi amor parece estar descontrolado. Seguimos con la historia porque empiezo a hablar de mi cordura, y no de lo que quería...
Recuerdo una vez yendo en la moto con ella, una vespino blanca de esas que casi todo el mundo llevaba, y por no sé cuál rázón y ahora da igual, me tuvo que llevar a algún lugar desde mi casa. Sentado detrás de ella, me dispuse al duro enfrentamiento de estar tan cerca, habría algo entonces que me lo pondría aún más difícil, su pelo. Su pelo comenzó a bailar delante de mis ojos, como un fuego enmarañado, como si el viento y ella me retaran a estar sentado ahí, y a su vez, por si ya no fuera poco, entre tanto movimiento, su pelo empezó a desprender un olor dulce, un olor que empezó a pasar por mis vias nasales y se fue instalando en la memoria, al parecer se compró una parcela y se edificó una casa.
¡Qué feliz era yo en ese momento!. me sentía tan valiente que incluso le llegué a decir que me encantaba el olor de su pelo, valiente información devuelta con respuesta de una forma muy inocente y nada mal pensada, algo como "si, es Pantenne, este nuevo que salió...", la región que ese olor había edificado ya tenia nombre y todo "Pantene", sonaba como a emperador romano, como a lider espiritual... creo que esttoy exagerando. Así que me llegué a sentir incluso más feliz aún, sabiendo cual era el origen de aquellas oleadas de satisfacción.
Así que, aunque luego oliera y, por supuesto, comprara ese champú, nunca se llegó a quedar el mismo olor (resulta que también usaba una colonia de Don Algodón, mezcla que lo hacía mucho más difícil), pero a mi no me importaba, yo ya lo tenía encerrado en mi memoria (con la casa construida y todo) y de ahí nunca iba a escapar. Era maravilloso sentir que ya tenías algo más de alguien a quién amabas, no solo su belleza, o por su impresionante presencia, o su cálida voz, sino ya también por ese particular olor, la mezcla de Pantenne, Don Algodón y su piel.
Años más tarde, cuando uno olvida al otro y el otro no sabe si es el uno o el otro, cuando acaba todo y se queda lo más importante: el amor incondicional, cuando ya nos mirabamos y temblabamos de otra manera, bien porque haga frio o porque llevabamos mucho tiempo sin vernos... estaba yo en Londres con mi hermana.
Mi hermana, que estaba sentada en una cama/sofá de un piso alquilado por dos meses, me decía entonces, "quiero que escuches esta canción, es del grupo que te dije Kings Of Convienience, se llama Winning a BAttle, loosing the war, te va a gustar mucho, a mi me recuerda a tí y a ella (ella era ella a la vez que yo era yo), a aquel tiempo (al tiempo de champus, las colonias de marca, a motos vespino y al instituto), sobre todo por la forma en la que empieza la canción, la primera estrofa y eso...". Así que escuché atento el principio de la canción y entonces fue cuando apareció su moto, su pelo, su colonia y su champú, finalmente y en orden de aparición, mi sonrisa. No conseguí descifrar mucho más, mi inglés limitadito y todas las imágenes que me venían en ese momento, me dejaron en un principio con la primera estrofa, luego se encajarían una tras otra formando algo que siempre se hace dificil de explicar.
¡Qué bonito poder guardar cosas así!... Así que esta anecdota, bien merece la canción escrita, para saber bien lo que decía el resto, yo me quedé con el principio, quizás a mi hermana le recordaba más cosas u otras diferentes, esa versiòn distorsionada que tenemos siempre de las cosas que nos cuentan. Mi hermana, esa confidente llena de tantos impulsos, llena de tantas cosas bonitas... como cualquier tierno recuerdo, aunque ella existe en carne y hueso, viviendo y formando parte de esta vida mía...



Kings Of Convenience
Winning a battle,losing the war
Album: Versus
Even though I'll never need her
Even though she's only giving me pain
I'll be on my knees to feed her
Spend a day to make her smile again
Even though I'll never need her
Even though she's only giving me pain
As the world is soft around her
Leaving me with nothing to disdain
Even though I'm not her minder
Even though she doesn't want me around
I am on my feet to find her
To make sure that she is safe and sound
Even though I'm not her minder
Even though she doesn't want me around
I am on my feet to find her
To make sure that she is safe from harm
The sun sets on the war
The day breaks and everything is new
The sun sets on the war
The day breaks and everything is new
everything is new...new... new... new...
The sun sets on the war
The day breaks and everything is new

perdonarse a sí mismo


Hace poco hablé con una amiga sobre las cosas que hacemos y que no somos capaces de darles marcha atrás, se ve que hay "fallos" (tenganse en cuenta las comillas) que pueden llegar a ser imborrables. No. Así que vamos a hacer una cosa, cojamos las gomas de borrar y pongamonos al asunto, que en la vida, hay que saber perdonarse a uno mismo y seguir hacia delante.
Ella es una persona muy dulce, mi amiga esta, de la que estaba hablando, llena de muchos sentimientos, tal vez incluso algunos descontrolados, quizás porque la vida no le ha dado muchas oportunidades de conducirlos bien, ¿y a quién le enseñan realmente a conducir bien los sentimientos?, ¿hay algún tipo de carné para eso?, a nadie, hay personas que por su sensibilidad, se ven obligadas a tener que manejar todo esto del querer y del sentir, cuando otras sienten de una forma más mecánica, incluso de forma indiscriminada, cuando hay personas que pasan por las mismas cosas y siguen tan tranquilas. Pero...¿Hay que sufrir las cosas para que cada uno se haga cargo de ellas?, ¿tenemos que llorarlo todo para que haya perdón?... aunque haya hecho estas preguntas, no estoy de acuerdo con ello, a ver por qué...
La vida es muy larga, y no siempre tocan las cartas correctas, pero hay muchas partidas que jugar. Quizás ella no jugó bien aquella, aunque estoy seguro de que no había otra forma de jugarla.
"Quien bien te quiera, te hará llorar", "te lo dije, ves, te lo dije", "un buen palo te hace falta para que aprendas...", ¿quién ha dicho que estas frases sean una forma de consolar?, ¿una forma de aprender?, ¿por qué no somos más capaces de perdonar o de escuchar o de comprender?, ¿por qué no podemos ser más piadosos o menos jueces simplemente?. Es toda esta maldita enseñanza judeo-cristinana que la tenemos metida hasta los huesos, infectando hasta la sangre, amargando las palabras y escondiendo los sentimientos, dejando restos de miedo en la piel y oscureciendo el alma. Si no sufres por algo, habrá sido en valde, lo que no está sufrido, no ha existido.
Tiene que ser dificil aún así. ¡Tiene que costar un huevo!. Tiene que ser duro sacar de la mente este tipo de cosas, encontrar el lugar justo en el cerebro dónde quedan albergadas, y arrancarlas de cuajo, hacerse uno una lobotomía de "sentirse culpable". Pero más dificil tiene que ser perdonarse a sí mismo, darse una oportunidad, levantarse un día y pensar que uno/a tiene derecho a ser feliz... y que le den por saco al tiempo!!.
¿Qué será entonces más dificil?, ¿por qué parece tan dificil muchas veces ser feliz?. Cuando hay gente que parece que se les da bien, ¿serán estas personas las pecadoras?, ¿irán al infierno entonces?...
Ella volverá a ser la misma, referiendome a mi amiga, no nos olvidemos que esto iba por ella. Quizás a ella no le ocupará este texto mucho tiempo en la cabeza, volverá al dolor cuando haya que volver, independientemente de que lo merezca o no (que no lo merece), yo no soy nadie para cambiar eso. Sonreirá leyendo esto y esbozará un devaneo en su estomago, como al que le sientan raras las cosas, quizás pensando en si es verdad o no. Y volverá al mismo punto de antes, ¿o no?, o quizás se perdone a si misma y decida tomar el control sobre sus sentimientos, pensando que se merece todas las oportunidades, que se merece toda su vida bien, siendo feliz con quién quiere, siendo ella cuando quiera. Cuando le de la real gana.
Yo he decidido perdonarme a mi mismo por algunas cosas, trabajaré en ello lo que sea, y no voy a decir "duramente" porque contradice todo lo dicho antes, que para que las cosas salgan bien, no tienen que doler. ¡ A la mierda con eso!
Así que, ¿qué propones tú?,¿hay algo que tengas que perdonarte?...

18 febrero 2006

¿Se puede tener nostalgia de algo que aún no ha sucedido?


“¿Se puede tener nostalgia de algo que aún no ha sucedido?”, dice Caye en "Princesas" de Fernando León y a mi me viene una corriente que me atraviesa entero, que me deja plantado y que me hace recordar muchas cosas de mi vida, me hace recordar todas las cosas que no he vivido aún. Y siento nostalgia.
Cuando era pequeño tenía que atravesar un camino de tierra de unos 10 minutos para llegar a casa, el camino de tierra estaba alindado con muchos arboles, no había apenas nada de luz y hubo unas cuantas veces en las que lo tuve que caminar completamente a oscuras. En esa oscuridad inventaba una y mil vidas, le daba cuerpo a todos mis sueños y los viviá en esos minutos (juro que había tiempo suficiente), ahí podía ser quién yo quisiera, podía tener la vida que yo quisiera, ahí no era el "gordo cabezón" del colegio, ahí no era todas las cosas que no soportaba de mi mismo, o más bien, lo que los demás no soportaban de mí, que puede parecer lo mismo, pero no es igual. Ahí era un superheroe, uno de Dragones & Mazmorras, uno de los comics que leía, uno de las peliculas que veía, ahí era Superman o el Hombre Invisible (¿quién no ha deseado se invisible alguna vez en su vida?, ¿quien no ha pensado que era invisible alguna vez en su vida?), ahí incluso, tenía poderes para poder curar a todo en el mundo. De hecho, de pequeño, pensaba que tenía poderes y que podía curar a cualquier persona de cualquier cosa, a los desgraciados los podía volver felices, a las personas gordas las hacía delgadas, a las feas guapas, las que no podían caminar caminaban y corrían, las que tenían hambre lo tenía todo para comer. Porque yo tenía superpoderes y yo podía hacer todo eso. Curar todas las heridas del mundo, sanar todo lo triste, todo lo aparentemente irrecuperable. Qué ilusos podemos ser de pequeños...
En ese camino inventaba todas las cosas, creaba mis propias conversaciones con mi madre diciendole por qué había sido malo o bueno y todo salía bien. En ese camino todo salía bien, todo estaba bien, ni siquiera había guerras porque yo las salvaba todas. Yo recreacba mis primeros guiones, en los que todos acababan con un final feliz.
Cuando terminaba el camino, seguía siendo yo, subía una cuesta inmensa y llegaba al fin a mi casa, había incluso veces en las que soñaba que volaba esa gran cuesta como Superman, ya que muchas veces era bastante cansino subirla. Y entonces era yo. Atravesaba la puerta de la cocina, atravesaba el salón, el pasillo diminuto, el otro salón hasta mi cuarto. Ya frente a un espejo de pie que tenía mi madre y que mi cuarto heredó, volvía a ser yo, el mismo niño, gordito y cabezón... y sentía nostalgia, sentía nostalgia de haber arreglado el mundo en 10 minutos, y de que ahora siguiera igual.
Estas cosas son las que piensas que se van a medida que vas creciendo, pero yo las conservé, a medida que crecía, el camino ese me seguía dando la oportunidad de ser quién yo quisiera ser, aunque cuando dejé de tirar por ese camino, bien porque ya tenía moto y podía tirar por la carretera o bien porque hay caminos que se toman y que luego se dejan, seguí creando pequeños espacios en mis caminos, iluminados o no, en los que yo era otra persona, ahora otra diferente, no tan superheroe, pero si alguien capaz de amar y ser amado, alguien capaz de conseguir muchas cosas, de hacer cine, de escribir, de ser más libre...aunque alguna vez que otra, se atravesaba el superheroe sanador, el que volaba y curaba todo y a todos, el que no era un simple mortal más.
¿Se puede tener nostalgia de las cosas que nunca se han tenido, de las cosas que nunca se han vivido?, claro que si, en ese momento Caye era yo, ella no era una prostituta y yo no era yo, aquello no era una pelicula ni yo estaba sentado allí, encontraba a alguien que se había sentido exactamente igual que yo y lo entendia, y nos entendíamos.
Puede que Fernando León haya despertado algo de mi vida en su pelicula, ¿no es bonito eso?, ¿para qué hacen ellos películas?, ¿las harán para despertar cosas en los demás?, ¿sea lo que sea?... ¿para qué me gustaría a mi hacer peliculas?, ¿para no sentir nostalgia?, ¿para ser un superheroe?... quién sabe, algún día quizás lo adivinemos, algún día quizás vuelva a ese camino de arboles y vuelva a casa, pero ya transformado en todas las cosas que siempre quise ser...¿o en su superheroe?.

cosas que nunca te dije... y dudo que te las diga


"¿Por qué le costará tanto a los padres hablarle de sexo a los niños, cuando lo dificil es hablarle del amor?" Estas palabras decía Andrew Maccarthy en Cosas que nunca te dije de Isabel Coixet, y qué razón tenía!.
¿Por qué es tan dificil hablarles muchas veces a los padres sobre el amor?, ¿por qué es tan difícil hablar de un sentimiento que, por lo normal, se suele compartir en este tipo de relación?, ¿por qué nos cuesta tanto hablar sobre el amor?, ¿será tan dificil de entender?.
Esto me recuerda a una coversación que tuve con Di hace mucho tiempo, ella sostenía, y con mucha razón, que era más fácil decir "te quiero mucho" a decir simplemente "te quiero", la razón, no la llegamos a concluir del todo, pero ensayando en nuestras mentes, descubríamos la dificultad de una ante la otra. Quizás pasa algo cuando se aislan esas dos palabras, cuando se quedan solas, se descarga una tormenta impresionante que confunde los sentimientos con el miedo a expresarlos, quizás por eso sea más fácil poner el "mucho" al final, como un analgesico, que suaviza los efectos. Se ve que también necesitamos analgésicos para el corazón, en esta se vida se necesitan analgésicos para todo.
Te encuentras con un amigo y después de una charla, le dices, "oye, que te quiero... mucho" y la otra persona respira aliviada "puff... menos mal que lo ha dicho así", tu te salvaguardas las espaldas y todo se queda en algo más cariñoso, más entrañable... pero quizás más impreciso, menos concreto, que también significa menos impreciso, pero hay que decirlo, porque queda más preciso. Aquí entonces podemos hablar también sobre que los adverbios de cantidad positivos, aquello que parece que pueden minimizar mucho las emociones, o la expresión de estas: "quiero poca comida... te quiero mucho", "¿me pasas un poco de sal?... te quiero mucho", ¿no parece contradictorio?, ¿por qué tendremos tanto miedo a decir las cosas por su nombre?, ¿o por qué no usamos los adverbios como se debiera?, ¿para qué tantos años en el colegio estudiando lengua?, ¿para luego no saber hablar?... a mi se me daba bien, la lengua y el inglés.
Yo quiero a mi madre, pero no la entiendo, ella tampoco me entiende, entre tan poco entendimiento... nos queremos ...mucho. Nunca hemos hablado realmente sobre el amor, hemos bordeado orillas mientras hemos podido, quizás en la infancia cuando no importaban las cosas... cuando todo era "algo de niños". Ahora soy grande, y he querido tanto, y he contado tan poco, y he dicho tan poco, que me he dedicado a regalarle a ella uno y mil "te quiero.... mucho", quizás como a mi amiga Di que, aún habiendo mantenido aquella peligrosa conversación (como muchas de las que tenemos sobre el amor y otros demonios), tampoco le han llegado muchos. Y da igual que ella lo sepa, que mi madre también, da igual que la persona a la que amamos ahora, sepa que la queremos... perdón, el principio de la frase era "que NO da igual...", porque no da igual. Y yá está.
Aunque la verdad si es dificil hablar sobre nuesta forma de querer, no ya solo hablar de nuestros sentimientos, sino de la forma que tenemos de sentirlos, de llevarlos, y ya más dificil puede ser que se entiendan, que no resulten una maraña de garabatos porque nunca hayamos sido capaces de escribirlos en nuestra boca para que se oigan. Para que se oigan bien.
Hay muchas personas a las que quiero, pero que las quiero de verdad, que las siento por las venas y me inhundan entero, son personas que me hacen feliz o feliz e infeliz al mismo tiempo, compartiendo mi necesidad de existir en mi vida. Unas saben cómo amo y cómo son queridas, otras piensan en menos de lo que son, también otras no tienen ni idea de lo que son o fueron amadas o queridas, no sé si hay alguna que piense que es más de lo que es, espero que no.
El caso es que entre tanto querer o querer mucho, se me está haciendo larga esta reflexión, cuando yo solo quería decir...

yo quería un Cineexin cuando era pequeño...


Yo quería un Cineexin cuando era pequeño, lo quería con toda mi alma. Pero nunca llegó, como las cosas que tanto se desean aún cerrando los ojos fuertemente, aún pensandolo con todas las ganas. Quizás porque hay cosas que nunca han de llegar y, afortunadamente, nuestra vida no será en valde, no será infeliz, no será vida, porque lo será, porque, afortunadamente, la vida es algo más que un cacharrito naranja de 3000 ptas de las de entonces.
Así que tampoco me morí, tampoco se me cayó el mundo encima, ni fuí desgraciado eternamente, tal y como amenazaba a mi madre (persona cruel por no querer comprarmelo). No ocurrió nada de eso. Y mi madre es un amor de madre...
Se ve que va a resultar que si, que es verdad eso que dicen que cuando creces ves las cosas de otro modo, "ya te enterarás cuando seas mayor", "ya verás como...". Y si que es verdad, algunas cosas, claro... otras siguen siendo igual, quizás también porque sigo siendo en el fondo un niño. Si es que también quiero ser un niño, sacar a pasear al adulto cuando haga falta, que haga sus necesidades y que calle el resto.
Me quedé sin el CineExin, eso si, pero lo que mi madre no supo y quizás nunca haya sabido es que, quizás, esa falta, esa carencia, hizo que toda mi energía se concentrara más en el amor este que tengo yo por el cine. Este demonio de arte al que ya le vendía mi alma siendo muy pequeño. Cuando cogía una linterna (en casi todas las casas había alguna por ahí) y proyectaba diapositivas de biología que un día me encontré "por ahí", y como eran un tanto aburridas, con papel cebolla, hacía mis propios dibujos e intentaba proyectarlos en la pared... quería crear, ya siendo muy pequeño, mis propias películas, como ocurre actualmente en otros paises (y seguro que también en este) la imaginación suplía todas las carencias, haciendola más rica, más autentica.
Aunque al final, nunca hice una película, pero sentí esa impresionante sensación de ver las proyecciones, la luz flotando en la pared, los colores borrosos que imaginaban los dibujos que yo había hecho, podía ver mi sonrísa reflejada en la pared de gotelé, esas cosas que te dejan ancho, grande y vivo.
Mi madre me regaló este amor por crear y yo apenas ahora lo aprovecho, quizá tenga razón cuando me mira con esos ojos caidos por la distancia y me dice "¿qué estás haciendo con tu vida?" y peor aún puede ser cuándo no pone las admiraciones delante y afirma, aunque solo quizás tenga razón, como cuando ya adelantaba antes, que hay cosas de mayor que entiendes y otras que se quedan igual.
Yo quería un CineExin cuando era pequeño, pero no sé si lo quería tanto como muchas cosas que quiero ahora mismo... Así que espero que todas las carencias de mi vida no la hundan y me hagan más rico, más ancho, más grande, más vivo, y me den lo mucho que me dió no tener aquel Cineexin.

Yo también puedo ser Superman


¿Y si resulta que siempre he estado equivocado?, que todo era mentira, bueno, quizás no todo, vamos a poner que casi todo. ¿Y si resulta que si soy Superman?.
Vamos a poner también que no tengo visión de rayos X, que no puedo atravesar cualquier cosa excepto el plomo, vamos a poner que eso resultara que es así, ¿no?. Vamos a poner, ya que estamos poniendo y por poner..., que tampoco tengo el poder de soplar y congelar cualquier cosa, que no puedo soplar encima de un lago y convertirlo en un gran bloque de hielo, ¿y si tampoco fuera tan fuerte?, tan fuerte como para parar un tren, para recoger con mis manos un helicoptero en una de ellas, y en la otra a mi amada Lois Lane...bueno, espera, ¿y si resulta que ni siquiera estoy enamorado en secreto de Lois Lane?... es demasiado quizás, ¿o no?. Aunque lo seguro, seguro, seguro... seguro. Seguro es que puedo volar.De eso estoy totalmente convencido, así que... quizás, ¿podría ser yo Superman?.
Y yo aquí perdiendo el tiempo con tonterías, pensando en todas las cosas que nunca hice, en todos mis proyectos (supuestamente) fracasados por una mala pasada del destino, cuando podría estar surcando los cielos, volando más rápido que Peter Pan, que la gente gritara desde el suelo "¿es un pájaro?, ¿es un avión?, ¡no!...¡Es Superman!. Y yo volando y dejando que mi capa roja y las nubes me envolvieran en el cielo. ¡Vaya perdida de tiempo!, si es que a veces somos más tontos, preocupandonos por tonterías, dándole vueltas a las cosas, buscando imposibles y no moviendo un dedo para salir de las tumbas que uno mismo se cava. Nos ponemos cadenas para luego quejarnos de no saber movernos, nos partimos las piernas adrede para decir que no podemos caminar, nos tapamos los ojos para luego decir que eramos ciegos, y levantamos el pañuelo un poquito para ver de vez en cuando, quizás para no pegarnos la hostia de verdad.
¡Vaya pérdida de tiempo!, ¡qué iluso he sido todo este tiempo!, solo tenía que mirar hacia atrás, y darme cuenta de que, aunque no tenga rayos X, aunque no pueda congelar lagos con mis soplidos, aunque no esté enamorado de Lois Lane, si lo estoy de una persona mil veces mejor, y aunque no tenga ningúno de estos poderes... ¡puedo volar!, así que yo puedo ser Superman, y no haberlo sabido nunca.
El problema está ahora con la kriptonita, vamos a ver si la kriptonita no empieza también a darme problemas!, porque sabe dios las cosas que ya le ponen al tabaco!. Con estas bajadas de precios, nunca se sabe...

Palmira y sus 50 kilos de peso



Palmira pesaba 50 kilos en una época en la que la figura no tenía esa importancia que ahora se le da al peso, aún así ella tampoco le concedería ahora ninguna, a Palmira poco le importaban este tipo de cosas.
Palmira era delgadita y de pelo muy largo, un pelo negro y viciado que la envolvía en un misterio y una calma, pero que en realidad escondían un fuerza avasalladora.
Palmira soñaba con un amor para siempre, con un principe de carne y hueso, con llegada triunfante y que la amara hasta la salida y más allá. Palmira soñaba con una vida llena de pequeñas cosas, con todos los detalles, una vida que no pasara desapercibida, una vida creada a medida de todo lo que ella soñaba.
Pero Palmira era muy sensible, podía llegar hasta ser extremadamente sensible, llegando el punto hasta que el aire más delicado podía hacer que volara y apareciera en parajes a los que ella nunca pudiera pensar llegar, su piel, aparentemente fuerte y curtida, se estremecía por las cosas más mínimas. Su forma de empatizar hacía que todos los dolores se adherieran a ella, haciendola capaz de absorver cualquier tipo de sentimiento, llegado incluso un día, y siendo ella muy pequeña, al volver del colegio vio como una pareja discutía de una forma muy violenta, como dos perros rabiosos que se ladraban el uno al otro, Palmira sintió como si su cuerpo se transplantara en el de la pareja, y se quedara en medio del fuego cruzado,un fuego que en ese momento la arrastró entera, sintió todo el dolor de ella y toda la rabia de él, toda la rabia de ella y todo el dolor de él. Fue entonces cuando la imagen la cogió de las piernas y le apretó los pulmones, dejándola sin aire hasta hacerla llorar. Palmira llegaba a su casa y sentía sobre su débil y machacado cuerpo, que la vida le había pasado a taconazos.
Ya siendo tan pequeña sintió una tristeza de adultos, una de esas reservadas para cuando se sabe algo más de la vida que campos y caminos al colegio, una tristeza que se reserva en un puñal que entra y sale a fuerza de revolverlo de mala manera, será que a medida que vamos creciendo aprendemos menos a sacar las cosas. Así que Palmira dejó el colegio, quizás para no volver a coger más ese camino y presenciar una vez más todo lo que vio, todo lo que vivió, quizás para que Elena, su madre, no le diera más importancia de la necesaria, y empezara a hacer de la niña, una mujer de verdad, una mujer que no se paraba en estas nimiedades. Pero lo que no sabía su madre, es que Palmira no era de verdad, que ella se había inventado a sí misma.
Palmira pesaba 50 kilos cuando su príncipe entraba por la puerta del baile, llevaba unos zapatos que le apretaban y con los que les costaba bailar, moverse y respirar, y que al mismo tiempo, le servían de excusa para evitar a otros tantos "principes de plástico" que le insitían una y otra vez. Él entró por la puerta con sus ojos claros, con su pelo castaño y ese aire que tenía a actor de películas de Hollywood, que ya Palmira, sin haber ido mucho al cine, sintió ese extremecimiento que sintieron algunas por Gary Grant, un temblor de piernas, un sudor frio y un corazón que no paraba sino estallaba. Y Palmira solo pesaba 50 kilos.
Una pieza bastaría para imaginar una vida entera, a Palmira nunca le fallaba la imaginación, si fuera preciso crear otro mundo, seguro que se le pedía consejo a ella. Así que 50 kilos de peso y toneladas de sentimientos, flotaban en las manos de aquel príncipe, al ritmo de su pelo viciado que mostraba unos ojos castaños que aumentaban y crecían a cada paso que daba. Palmira definitivamente se había enamorado. Así que,si no me equivoco y dudo que lo hiciera, este tiene que ser el principe.
Apenas un año después ya se hablaba de vestidos blancos, de banquetes y de tartas de nata de postre, de tu gente y de mi gente y del "espero que no llueva ese día". Palmira se enfundaría en uno de ellos, enfudaría esos escasos 50 kilos para ilumiar su día perfecto, ella se ocuparía de todos los focos y de toda la escenografía, su deseo sería suficiente para crear todo esto, aunque ese día lloviera, todo iba a salir bien, porque ella así lo había deseado toda su vida, pondría todas sus energías, más de las que podía contener un cuerpo de 50 kilos hasta llorar de felicidad, hasta llorar de miedo, porque a Palmira siempre le ha dado miedo la felicidad, como si creyera que no la mereciera, como si pensara que fuera para otros. La vida no podía ser así.
Tres años intentado dar la buena noticia, porque ya Palmira quería un niño. Tocaba su estomago y soñaba con las patadas y la vida que salían o podían salir de ella, se comunicaba con él ya sin haber nacido. Quizás otro príncipe por si el primero fallaba o por si ella fallaba como princesa. Así que el retraso esperó 3 años, esperó a que las ganas fueran del todo infinitas, esperó al momento adecuado para crear a su persona adecuada. Un niño que llevaría como nombre auxiliar el nombre de su principe (porque al fin y al cabo era el principito, su principito) Ángel, y añadiría como nombre principal Marcos, un nombre que a ella le gustaba como se balanceaba en su paladar, la apertura de la boca como la que absorve un aliento en la primera sílaba, acabando con los labios hacia fuera como si lo dedicara en la segunda sílaba, porque ella dedicaría todos sus alientos a ese niño. El nombre de su futuro rey tenía que tener al menos esa peculiaridad.
Palmira hablaría con él usando su mano como telefono, un intercumunicador que emitía señales con sus dedos y con los latidos de su corazón, susurrandole su nombre y hablándole de su mundo y del mundo que le iba a tocar, un mundo del que ella se ocuparía de que fuera más que perfecto. Palmira sabía que sería guapo porque su principe era guapo, sabía que sería fuerte porque ella se sabía fuerte, pero ante todo sabía, que sería el único rey al que le debiera un amor incondicional.
Marcos dolió como primeriza y lloró todo lo que pudo por si acado el mundo no lo trataba bien, ya no como excusa, sino previniendo que llevaría los ojos de su padre y la sensibilidad de su madre, sería un niño que ya sin pesar 50 kilos, exigiría al mundo todo lo que se le debía. Su madre le enseñaría a no conformarse, a aprender a crear sus propios mundos.
Pero Palmira quería otra personita para su reino, una niña a la que hablarle de sus principes de carne y hueso, de su mundo y de que ella lo entendiera. Quizás por si el niño estaba muy ocupado en entender otras cosas, los hombres se acostumbraban a entender poco de todo.
Cinco meses después volvía a retrasarse, y Palmira también sabía quíen habría de llegar, así que empezó a hablarle de nuevo, utilizando el mismo lenguaje, pero ya con diferentes palabras, y llamándola por su nombre, Silvia, mientras ella plantaba su selva en el vientre de Palmira. Silvia nacía con otro nombre auxiliar, el nombre de su madre: Palmira, aunque no tuviera mucha coherencia y nadie lo entendiera demasiado bien, en el mundo de Palmira todas las cosas tenían su sentido, ella también se podía ocupar de eso. Si ella decidía que los caballos volaban, que existían principes y que estos podían aparecer en salas de baile, pues así sería, a ella le daba igual que el mundo en el que le había tocado vivir, no entendiera el resto, la fantasía era grátis, sobre todo si haces mucho uso de ella.
Ya Palmira dejó de pesar 50 kilos, ya dejó atrás su cuerpo frágil para hacerse fuerte y cubrir a sus hijos de todas las tormentas, lo haría con su fuerza, seguiría arrollando con su mirada y con su pelo negro viciado.
Palmira tiene un castillo de la que ella es la única reina y soldado, Palmira mece dos cunas y ama en silencio a su principe, aunque haya veces que parezca que es un poco de plástico, recordando cada una de sus historias para quién las quiera oir, dejando patente sin saber, que ella es única y que su mundo es el reino más grande.

H está preparando las maletas...


H se está preparando para llegar, seguro que está preparando las maletas, aunque lo tendrá todo controlado, seguro que querrá asegurarse cien por cien, es mejor no olvidarse de nada, en su destino se ve que hay mucho ruido.
Ya la tendrá preparada, revisará sus dos piernecitas con las que ser expulsado y balancear cuando se le coja en brazos, intentando tocar suelo, preparado con sus dos bracitos para mover y revelarse contra el mundo que le espera, con los que llenar de deditos para tocar la cara de su mamá, con sus dos ojitos para mirarla solo a ella, porque lo que no sabe H es que al principio se ve que solo puedes verla a ella entre tanta borrosidad, y por supuesto con su boca para sonreir, dispuesta a identificar su voz y darle las gracias por su generosa hospitalidad al haberlo acogido tan plácidamente en su casita, construida para la ocasión. H está buscando a ver si se deja algo y prepararse para el primer y más bonito viaje de su vida: llegar hasta aquí, con escala en los lindos ojos de su mamá.
¿Y todas las personas que le esperan?, hay algunas que apenas las conoce, aunque se las figura, ya que desde dónde viene solo oye voces, identificará sonidos y pensará "vaya, si es este, si es la otra, si es el que me hacía esto... si es la que me hacía lo otro", y dará unas cuantas "gracias" a su manera, esperando que le entiendan, antes solo estaba con su mamá y ya le costaba que la entendiera, ni a fuerza de patadas entendía ella algunas veces sus exigencias. Y los que no sepa quienes son, ya se ocupará él de pensar en si son de su agrado o no, ahora empezará a tomar sus primeras decisiones sobre sus relaciones sociales.
Hay muchas personas que esperan a H, pero como soy yo el que está escribiendo esto, voy a hablar básicamente de mí, de mi espera, de mis nervios, del pequeño papel que me toca contigo H. Quizás no me veas pronto, quizás recuerdes un poquito sobre mis sonidos, esos que domino con bastante fuerza, porque es que yo tengo un tono muy alto y eso que no soy ni politico ni cantante. Cuando me veas entre brumas seré el de los ojos claros y humedecidos, porque a mi se me humedecen los ojos fácilmente a pesar de que me cuesta un rato llorar, seré también el de la perilla, al que le faltan muchos pelitos en la parte de la barbilla, porque me los arranco con mucha facilidad, para más pistas, me anunciarán como tu padrino, es una figura un tanto católica, y eso que aquí no lo somos ninguno/a de nosotros/as, pero bueno, da el pego, tenía que buscarme yo un título con el que no quedar como un simple "tito" de segunda, algo así como más cercano. Espero que me reconozcas, más bien espero... que me conozcas.
Me gusta escribirte y pensarte de vez en cuando H, tu mamá es una persona muy importante para mí, es una mujer maravillosa, ya verás, seguro que tienes alguna idea sobre ella ya, aunque yo te puedo adelantar un poquito más. Tu mamá, la que va a recogerte al aeropuerto con tu papá y con un señor de bata blanca, es una mujer que ha pintado muchos momentos de mi vida, una mujer que le ha dado color y a la que le debo muchas cosas, esto son cosas del corazón que espero que se te contagien, porque las cosas de su corazón dan para mucho.
Así que H, vengas cuando vengas, sea o no con retraso, aunque desde hoy, supuestamente faltan 4 días, espero que no te asustes mucho con tanta abrumación, espero también que tengas un buen viaje y que el aterrizaje no sea muy forzoso, dicen que es un poco chocante, yo es que ya no me acuerdo, hay viajes que se te olvidan, y son muchos los que te quedan. Hasta entonces, espero que nos veamos pronto, aunque la distancia esté ahí para tu mamá y para mi (el padrino) y ahora esté para alguien más, para tí. Yo procuraré hacer bien la función que me toca y que puedas contar conmigo.
¡Buen viaje H!

12 febrero 2006

yo no sabía que no tenerte...


yo no sabía que no tenerte,
podía ser dulce como nombrarte,
para que vengas,
aunque no vengas,
y no haya sino
tu ausencia,
tan dura como el golpe
que me dí en la cara,
pensando en vos...

Juan Gelmán

no he podido olvidar aquel verano













Hace poco vi la película "Brokeback Mountain" y me dejó un poco tocado. La conclusión que me dejaba era la sensación de pensar en una cosa muy simple, absurdamente sencilla, algo como ¿quién no podría emocionarse con esta película?, ¿quién no podría dejar un poco su papel en la vida y acercarse más al del ser "ser humano"?, y decir "joder, es verdad, ¡qué injusta es la situación!, ¡qué injusto que haya personas que no puedan vivir su sexualidad con plenitud", así como los heterosexuales y los que no quieren pensar que no lo son, ¿es tan complicado de entender?, ¿por qué es tan fácil de entender para algunas personas y tan dificil para otras?, ¿a qué hay que darle vueltas cuando se trata solo del genero al que amas?.
Esta película no debería tener razón de ser, no debería haber existido una película así. No deberían existir historias de amor tan auténticas y tan incompletas al mismo tiempo, ya que no se deberían dar esos giros tan dramáticos para que la gente pudiera reaccionar, para contar algo que existe de verdad, que no somos tantos los seres humanos.
Definitivamente este terreno vedado no pasará por mi vida cinematográfica siendo una película como otras tantas, sino una película que me ha hecho pensar en muchas cosas, en que quizás nunca deberían existir este tipo de reacciones homofobas y castrantes, no ya como las de muchos/as de los/as estadounidenses de "esa parte", sino como las que tienen muchas personas, inlcuyendo a las que propagan todo su respeto a la homosexualidad y luego la enfundan a palos en su intimidad. ¡Qué moderna puede llegar a ser el uso de la palabra "tolerancia"!.
Para las personas que me entiendan mal, que no hayan entendido lo que voy diciendo, solo quiero decir que, al mismo tiempo, no me parece, es, es una película hermosa haciendo uso total de la palabra, llena de detalles que construyen poco a poco la realidad en la que se vive, el escenario tosco y seco de la america profunda, mezclado con el paisaje natural que ellos comparten, así como los personajes y todas sus sutilezas, tanto las que muestran como las que esconden (todos y todas esconden algo en la película, no solo es el secreto de ellos), llena de frases maravillosas (" No vuelvas a hablar de eso en toda tu vida", "Jack, te juro...") aún marcando ciertas imagenes más que las propias frases, impresionante todo lo que no se dice en la película, y tonto la persona que no lo haya escuchado. Con una fotografía propia de una gran película, con unos paisajes dignos de cualquier wester, con un ritmo totalmente adecuado a la velocidad que utilizan los personajes para recrearse el uno en el otro, para ser ellos mismos el poquito tiempo que se les deja serlos... y miles de cosas más, tal y como me tiene acostumbrado Ang Lee (un director que me encanta), al que ya le debía un gran respeto por esa increible película "Comer, beber y amar" y ahora sigo debiendo gran respeto, ya que el pobre haya tenido que acabar su película así. Como acaba...
¿Por qué es tan dificil entender todo?, ¿por qué le costará tanto al ser humano ser más tolerante?, ¿por qué la película duele más allá de lo que debiera?. Esto no es una historia de amor entre dos vaqueros gays, es una historia de amor interrumpida de dos personas que no sabían ni cómo amarse. Jack, te juro...